martes, 23 de diciembre de 2008

Vuelta a casa por Navidad

La última semana del año 2008 por Manchester comenzó con las típicas clases matutinas. Acompañado con Inma, fui a ver al profesor de Marketing Financial Services. Resulta que tenemos que entregar un trabajo el 5 de febrero, con 4 apartados, sobre la compra de un banco guiri por parte de nuestro Banco Santander. En parte jugamos con ventaja al supuestamente conocer dicho banco , del que podemos buscar información también en español. No teníamos muy claro cómo enfocar las 2 primeras preguntas, y para eso fuimos a su despacho. El tío más o menos nos dijo las ideas muy básicas que debíamos desarrollar en nuestro trabajo, así que se puede decir que la visita fui fructífera.
Fui por enésima vez al Barclays, para ver si de una puñetera vez era capaz de tener tarjeta y pin en mi poder. Pero no. Me dijeron que tendría que esperar unos 4-5 días para recibirlo por carta. Mucho me temía que ya lo vería a la vuelta de vacaciones...
Por la tarde me estuve leyendo los 2 temas de francés de los que me iba a examinar al día siguiente: uno sobre comidas y alimentos, y el otro sobre cómo dar las direcciones. No era mucho, así que yo creo que no llegué a las 2 horas en total ni de lejos.

El martes ya tocaba el examen de francés, el primer examen “serio” desde que estaba en Guirilandia. Empezamos con el típico Listening en gabacho. Conforme iba escuchando cosillas, las iba anotando en lápiz, que luego las pasaría a boli. Las anotaba en francés, por supuesto, aunque algunas respuestas escapaban a mi conocimiento. Cuando iba a pasar las respuestas definitivas a bolígrafo, me dio por leer el enunciado. Sí, de vez en cuando leo el enunciado de lo que se pide en los exámenes. Es una manía que tengo. Y cual fue mi sorpresa cuando leo que las respuestas tendrían que escribirse de forma completa (con sujeto, verbo y predicado) y... in Inglis pitinglis. Juas. Yo que tenía mis respuestas en francés y todo, y tenía pensado intentar lucirme intentando adivinar algunos verbos y su conjugación... Me puse a traducir las cosas al inglés, y como me suponía, algunas palabras no sabía traducirlas o no me acordaba en ese momento. Así que, ni ancho ni corto, las dejé en francés.
El resto del examen consistió en unas preguntas sobre un texto, a contestar en inglés; poner palabras en orden para formar una frase, que sorprendentemente estaban en francés; poner las preposiciones adecuadas, también en francés; y finalmente traducir unas preguntas del inglés al francés. Vamos, en resumidas cuentas el examen fue asequible, más en inglés que en francés, y con mis lapsus entre idiomas. Media asignatura quitá de en medio.
Por la tarde, tras la clase y tutoría, me dí una vuelta por el centro comercial del centro, que tenía un encarguillo de mi hermana.

Miércoles 17. Ya 3 meses por aquí. Esto pasa volao, para bien o para mal :) Como cualquier miércoles, prácticamente, por la mañana no hice otra cosa que dormir. Por la tarde, mientras estaba con el ordenador, escuché como unos golpes de balón en mi puerta. Una y otra vez. Venían del pasillo, y creía que eran de Hailey, porque Sandrine estaba estudiando para su examen de alemán y Simon no había dado señales de vida durante el día. ¿Estaría jugando al fútbol? Mi intriga y yo abrimos la puerta, y vi un balón, pero de rugby. Ella está en un equipo de rugby femenino, y por lo visto estaba practicando el golpeo de balón en el pasillo. De lo más normal. Me uní a la causa, y allí que estuvimos unos minutos en el pasillo, entre golpeos de balón e intentos de pasar la pelota ovalada. No he jugado nunca al rubgy, ni lo haré, porque mi físico digamos que no es el más adecuado, pero aún así fui capaz de enseñarle cómo creía que se debía pasar el balón. En ese rato le pilló un poco el truquillo, y al final del entrenamiento las mejoras se hacían patentes.
Por la tarde hablé con Sonia, y me dijo que era probable que fuesen a cenar a un italiano por la noche. Así fue. Quedé con ellos en el centro, y a un italiano que fuimos Sonia, Flavio, Giacomo, Katherine, Shin, Inma y yo. Mi tradicional pizza prosciutto no me la quita nadie. Curiosa (por decir algo, vamos) fue la conversación de si creíamos en los fantasmas y las experiencias de algunos de ellos. Que tengan cuidao, que yo me cago enseguida.

El jueves tampoco tenía clase, y dormir que tocaba. Por la tarde estuve un rato sacando unas ideas de un libro para el Project, que los libros no me los voy iba llevar a Murcia y eso me podía servir para trabajar sobre ello en Espein.
Teníamos pensao, a sugerencia mía, ir a cenar a la calle y/o hacer algo todos juntos; me refiero a los 4 del piso, más la hermana de Sandrine que también estaba allí de paso. Entre los horarios e historias de unos y otros, no hemos compartido excesivos momentos los 4 juntos, y eso es algo que se podría mejorar. Al final, la idea de cenar se desechó por la escasez de liquidez de Sandrine, con lo que quedaba la opción de hacer “algo”. Hailey comentó que había una pista para patinar sobre hielo por el centro, y que podría estar bien ir. Simon fue la primera baja, porque por lo visto, aparte de que estudia Fashion y no le tira nada el deporte, sus rodillas sufren algún tipo de problema cuando hace alguna actividad física más allá de la rutinaria. Las gemelas también se rajaron, diciendo que no tenían dinero ni ganas. Lo primero se lo podíamos prestar; lo segundo no. Nos habíamos hecho la idea de salir a hacer algo, así que pese a las bajas, Hailey y yo nos fuimos para el centro.
Me enseñó la tienda de alimentación sana donde trabaja, y pasamos por el mercado navideño, al lado del ayuntamiento.
Llegamos a la pista de hielo, nos enfundamos las botas previo pago de un puñao de libras, y nos pusimos a “patinar” durante una hora. Hailey se creía que era un patoso y que me iba a caer a la primera de cambio, y aunque ni mucho menos soy un virtuoso, me mantenía en pie y conseguía avanzar, que no era poco. Eso si, no pude evitar caerme una vez, todo sea dicho. Ella tenía más soltura y se movía con más facilidad. Estuvo bastante bien, la verdad. Mereció la pena.

El viernes ya tocaba volver a casa por Navidad, como el turrón. Me levanté a las 10 y me puse a pensar qué iba a meter en la maleta y qué no. Mientras tanto, intenté grabar las fotos y otros archivos en un dvd, pero se ve que mi portátil no admite semejante compleja operación de grabar un dvd. Ni siquiera con unos dvds que compré en los paquistanis (los chinos de aquí) pude grabar algo. Me tocó pasar todo a medias entre un par de pen drive y el mini-pc, al que llamaré a partir de ahora Pocoyó.
Tras dudar qué maletas traerme, y qué ropa y cosas meter, conseguí decidirme a dar por finalizada la tarea y cerrar las 2 maletas. Una de equipaje de mano y otra para facturar.
El vuelo salía a las 15:55, y quería estar 2 horas antes allí, aunque al final llegué algo más tarde, y “sólo” con hora y media de adelanto para facturar, ver la puerta de embarque y esas cosas.
Allí me encontré con 3 chicas de Alicante, y una de ellas se puede decir que la conocía porque iba conmigo a francés, aunque no habíamos pasao mucho más allá del hola y adiós. Comprobamos los billetes, y vimos que cada uno estaba en una punta. Mi punta estaba al principio, en la fila 2.
En el avión, y como siempre, nada más entrar estaban los de la clase Business, y luego el resto. Creía que mi asiento en la fila 2 estaría justo tras la clase guay, pero cuando me vine a dar cuenta, vi que me tocaría sentarme en clase Business. No había pagado más por el billete ni nada, pero se ve que ya me consideran un International Business-man. No gocé de grandes lujos, ni mucho menos, pero sí que podía estar más ancho y podía estirar las piernas ampliamente.
El vuelo debía durar 3 horas, pero previsiblemente por las corrientes de aire y los aires a favor, iba a durar unos 40 minutos menos. Mejor. El viaje se pasó rápido, y aproveché para pegar una cabezadica. Cuando quise ir al servicio, justo un tío entró antes que yo. Esperé 1 minuto, 2, 3, 4, 5,... un par de personas se unieron a mí en la cola, pero el tío no salía. Al final, yo diría que a los 10 minutos, el apurado hombre salío con un “Sorry” y una evidente cara de alivio.
Ya en Alicante, cogí mi maleta y fui a la sala de llegadas, donde me estaba esperando mi padre. Coche y en hora una ya en Murcia. En la puerta de mi casa me esperaba un letrero hecho por mi hermana en el que decía: “Pajaroto: bienvenido a casa por Navidad”. Estaré 3 semanas por aquí, hasta el 10 de enero.

Me voy a tomar unas ligeras vacaciones en cuanto a poner al día el blog e informar de lo que voy haciendo.

Feliz Navidad y que empecéis con buen pie el año 2009.

Juanmi.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Penúltima semana 2008

El lunes, para variar, clases por la mañana y el curso de inglés por la tarde. Como creo que ya dije en su día, los cursos duran 5 semanas, se centran en distintas habilidades guiris (que sí escribir, hablar,…) y luego nos dan un diplomilla de asistencia. No es que sirva para mucho, pero bueno, pillo algunas fotocopias quizá interesantes. Según nos dijo la profesora, esta vez los certificados tendríamos que recogerlos en la secretaría de la facultad, que por lo visto se les había olvidado llevarlos.
De francés tenía que escribir una pequeña redacción sobre la comida y la bebida que me gustaba, así que estuve pensando un ratillo y escribí algo que más o menos tenía sentido.
Por cierto, que el sábado habrá doble party. La francesa me dijo que iba a invitar a gente el sábado por la tarde, y que se lo dijese a mi gente. Eso sí, cuando me dijo la hora me quedé muerto: desde las 7:30 de la tarde hasta que la gente quisiese. ¿Fiesta o más bien merendola? Me quedé con la duda hasta el mismo sábado. Y Josema también nos dijo que por la noche, a partir de las 9-10, última fiesta del año en su piso, para variar. Así que haría doblete.

El martes hicimos una pequeña revisión de cara al examen que teníamos la siguiente semana. Conjugar algunos verbos irregulares es lo más chunguillo, además de que algunas palabras lo mismo las sé en francés y en español, pero no en inglés, que es como me las piden.
Aprovechando que Sonia iba a la biblioteca de otro campus que pilla de camino a mi residencia, me fui con ella a tomarnos un chocolate calentito y un tarta también de chocolate, por supuesto. Sienta que no veas, y aunque eran ya las 3 y pico de la tarde, pudimos ver algunos rayos de sol y todo. Sí, increíble, había salido el sol.
Sandrine tuvo a bien corregirme mi redacción en gabacho. A algunas palabras les faltaba alguna letra, a otras les faltaban y alguna cosa estaba puesta en el orden equivocado. También había alguna expresión que ni ella la entendía :)
Ví CSI Miami, como no podía ser menos. Esta vez diré que alguien se despide de la serie, sin dar más datos. Al final de capítulo, en su despedida, sonó una canción que me gustó muchísimo. Me puse como un loco a buscarla, y al final la encontré: Jeff Cardoni - Farewell Alex. Cuando me da por una canción, me puedo tirar varios días seguidos escuchando la misma canción. De hecho, hasta ese momento, había estado con otra con igual grado de flipamiento: Leona Lewis – Homeless.
Por cierto, ya sé de dónde es Hailey (la inglesa). Me ha costao lo mío, pero el martes me dijo que era de Plymouth. En su día se lo pregunté, pero no me quedé con la copla. Me sonaba el nombre, porque aparece en los mapas del tiempo, ya que está en el suroeste y debe ser de lo más grande de la zona.

Quiero avanzar algo con los trabajitos y Project antes de navidad. Por eso el miércoles me puse, por fin algo más en serio, y escribí un par de páginas para el Project. “A poco a poco”, ¿no, Gemi?
Por la noche, en vez de acostarme, decidí que tocaba ponerse a prueba con los sudokus. Ya lo comenté en su día: los difíciles no había manera de hacerlos. Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando me puse a poner numeritos y numeritos, y al final… no había ningún hueco y todo cuadraba. Impresionante. Me acosté a las 3:30, pero con una sensación más buena que ná.

El jueves se confirmaron las sospechas. Hice el julay. Me saqué el vuelo para el viernes que viene, y definitivamente el martes terminaba con las clases. Así que me podía haber sacado el vuelo para el martes o miércoles. Aunque también podría aprovechar que estoy aquí con libros de la biblioteca para avanzar con los quehaceres universitarios.
Hablando de biblioteca… Por la tarde me digné a ir a la biblioteca en busca de algún libro o algo interesante. Además, me llevé mi nuevo mini-pc para escribir lo que encontrase. No llegué a estar ni 5 minutos. Fue sacar el ordenador, encenderlo, buscar una red inalámbrica y… Premio. Sonó la alarma antiincendios. Una voz nos decía que cogiésemos nuestros bártulos y saliésemos lo antes posible. Nos quedamos todos en la puerta de la facultad, con el fresquillo que caía. Como quiera que ya me habían chafao mi plan, decidí largarme de allí. Al final me quedé con la duda de qué era lo que realmente había pasado. Supongo que sería una falsa alarma, o lo mismo un simulacro, aunque me imagino que en ese caso lo habría dicho y me habría enterado.
Tenía mono de conectarme a Internet con el mini-pc, para hablar con el Skype, así que hice una parada en el McDonald. Hay un gran letrero que pone que hay wi-fi gratis, y aunque debía ser sobre las 7, iba a hacer merienda-cena pidiéndome un menú Big Mac y ver si conseguía conectar el trasto. Mientras la comida iba cayendo, iba probando. Tenía que registrarme, y no tenía ganas, así que al final con las mismas me fui a la residencia.
En el frigorífico digamos que tenemos 3 espacios para poner nuestras cosas. Y somos 4. Falta una leja. Los primeros días le cedí la mitad de mi compartimento a la francesa, mientras conseguíamos una leja. Hemos ido como 10 veces a la recepción, y rellenado otras tantas un formulario donde se apuntan las cosas que se han roto y cosas así. Si no te va el agua caliente, lo tuyo va lo primero. Y se ve que lo nuestro no tiene importancia ninguna, porque pasan de nosotros. Podemos aguantar así, porque al tener aquí debajo el Lidl y el Tesco las compras las hacemos prácticamente a diario, pero aún así a ver si nos ponen ya la dichosa leja para tener algo mas de espacio.

El viernes no fue muy productivo. Me levanté tarde y no hice gran cosa. Por la tarde vino Clemence, la hermana gemela de Sandrine, y otra amiga. Por lo visto, la hermana se quede hasta el otro domingo, y se van las 2 juntas para París. A Clemence ya la conocía, por así decirlo, porque los primeros días hablé con ella un par de veces con la webcam de Sandrine. Son casi iguales, pero se las puede distinguir, porque una tiene el pelo más corto que la otra.
Por la noche, jugué a las cartas un rato con Hailey. Me intentó enseñar a jugar al póker, pero yo nunca había jugao y le costó. Así pasamos el rato.

El sábado por la mañana hice lo que se dice nada. Hablé un rato con mi hermana, que me sugirió la idea de cambiar el vuelo del viernes al martes. Habría que pagar un buen puñao de libras, pero quizás merecía la pena. Lo estuve pensando…
Por la tarde fui con Sandrine y compañía francesa al Lidl para ver qué comprábamos para la fiesta, pre-fiesta diría yo. Compramos más bien cosas de picoteo-cena: pizzas, pistachos, golosinas, chocolate, patatas fritas, coca-cola y algún que otro vino y similar. Por mi parte, al final vinieron Sonia, Flavio y Kate, a los que se unió José Alberto luego más tarde. Los 3 primeros están en Mill Point, y vinieron a pata, lo que me hace agradecerles más aún su visita :) Giacomo me llamó diciendo que no se encontraba muy bien, Josema tenía que comprar cosas (el tío se va el martes) e Inma iba a pasarse más tarde, pero se lió y no vino al final.
También estaban Geraldine, Vinciane (amiga de Clemence), Cecilia y Caterina para completar la gente italiana, y Eva (belga que ya no vuelve por aquí tras la Navidad). Me cae muy bien Bélgica.
Creía que estudiaba en la MMU, que significaba Manchester Metropolian University, pero por lo visto la rivalidad entre las 2 universidades de aquí hace que algunos nos llamen como los de la Mickey Mouse University. Dato curioso aportado por Caterina. A mí me gusta Mickey, Bugs Bunny y toda esa gente, así que por mí encantao.
¿Qué posibilidad hay de que conozcas a varios gemelos a la vez? En mi colegio ya había 4 gemelos en la misma clase, que no estaba nada mal estadísticamente hablando. Pues aparte de Sandrine, Caterina también tenía una gemela. Y para rematar, Simon (mi inglés) también tiene 2 hermanas que son gemelas. Parecía que el raro era yo por no tener un gemelo.
Kate, Flavio y Sonia se irían sobre las 11 para la fiesta en el piso de Josema, mientras que yo me fui con José Alberto ya sobre las 12 largas, tras dejar el salón-cocina más o menos limpio. Aquello estaba lleno, con gente que como siempre se auto-invita. A mí particularmente me gustan más las que estamos gente que más o menos nos reconocemos, pero bueno. Allí estuvimos hasta que tocó el turno de coger el autobús y volver a casa, a eso de las 4.

El domingo, siguiendo la estela de los últimos 3-4 días, me volví a levantar más tarde de las 12. Menos mal que iba a aprovechar estos días para avanzar con los trabajitos y eso, que si no… Realmente no hice nada, ganduleando, en un estado de empanamiento y medio-empanamiento. En 5 días estaré ganduleando por Murcia.

martes, 9 de diciembre de 2008

Fría semana Erasmus

Como ya dije en la anterior entrada, el frío de verdad ya venía. Y efectivamente, ya ha hecho acto de presencia.

El lunes me levanté a eso de las 10. Abrí la ventana, me asomé, extendí mi mano y pequeños copitos de nieve se posaron en ella. Era agua-nieve, y me venía a decir que en cualquier descuido nevaría de verdad.
A media mañana, fui en busca de mi supervisora del Project, y allí que la encontré. Me tenia que dar el feedback de la propuesta que hice hace ya unas semanas. La tía es bastante agradable y siempre te dice las cosas con buena cara. Preguntes lo que le preguntes, siempre te dice que no te preocupes y que le mandes un email o le hagas una visita para cualquier cosa. Entré al despacho, me enseñó mi propuesta, impoluta, y me dijo que todo estaba bien. La verdad es que dudo que se la haya leído, porque no tenía ninguna anotación: ni buena ni mala. Pero en fin, le hablé de las cosas que me gustaría hablar en el trabajo y me dijo que sí, todo bien, que me ponga en ello y que le visite para cualquier cosa. Eso haré.

Teniendo en cuenta que el martes tocaba levantarme a las 8, y avisado por la posible nieve, nada más levantarme fui a la ventana para ver cómo se presentaba el día. No nevaba, pero hacía frío. Así que cogí la cámara por si acaso y me la llevé al francés. A mitad de la clase, alguien comentó que estaba nevando, y sí, era cierto. Molaba. Creo que nunca he visto nevar, aunque sí la nieve. Le dije al profesor que si se íbamos a terminar la clase, pero se ve que él está acostumbrado a ver el blanco elemento y me dijo que no. Al acabar la clase ya había parado de nevar, pero mi cámara y yo volvimos a casa a pata (en vez de en autobús) para ver si caía la breva, digo, la nieve. No nevó en el camino. Lástima.
Por la tarde tenía la presentación grupal sobre CSR. Tras ajustar el proyector, pa'llá que fuimos. Empezó Josema, continué yo, me siguió Giacomo y remató Flavio. Quien más y quien menos leyó lo que tenia previsto, y con más o menos gracia se presentó. Nos quedó decentemente y creo que dijimos las cosas claras sobre el tema. La profesora, la misma del Project, debió quedar convencida porque nos puso un 95%, con lo que ya tenemos 0,95 puntos de esa asignatura :)
Era el cumpleaños de Sonia, que cumplía 21. Nos citó a partir de las 9 en Mill Point, en su piso. No faltaron tartas, “pihcolabih” y bebidas. Y cómo no, regalos. Muchas fotos con algunos de nosotros en ellas, una película, un par de colgantes o cosas para el pelo, alguna que otra cosa más, y el mejor regalo de todos: el nuestro. Un pijama con una vaca tocando la guitarra, y una tarjeta firmada con dibujos “Made in Flavio” de nosotros. Peter, Giacomo, Flavio, Josema y yo dibujados especialmente cachas, porque “Our friendship is so strong...”. La verdad es que estuvo muy bien, y creo que Sonia se lo pasó bien, que es lo que importaba. Por allí estuvieron, además: Kate, Pauline, Jessica, Gaelle, Stella, Jon, Alexis, y alguna que otra persona más. Sobre las 3, vuelta a casa.

El miércoles me levanté tarde, y lo único que hice fue seguir maquinando cosas para el Project y leerme unos cuantos Speeches (discursitos) del Banco de Inglaterra. Justo a la vuelta de Navidad tengo que entregar un trabajo, y podemos sacar ideas y referencias de esos discursos. Cogeré alguna idea y me apuntaré las mejores frases por si luego me interesa reproducir alguna.

El profesor de la clase del jueves por la tarde es un personajillo. Hemos estado muchas semanas que sólo hacíamos presentaciones nosotros. De hecho, ésta era la tercera vez que él explicaba. Y tampoco explica mucho. Más bien de dedica a contarnos su vida, a hacer alguna que otra gracia y poco más. La clase es de 2 horas, pero entre que llegamos todos, nos ponemos, el proyector se pone en huelga, hacemos un descanso de casi 15 minutos, explica (poco) y luego salimos generalmente antes… pues no hacemos nada. Y encima ahora dice que lo más seguro es que la clase del último jueves antes de Navidad no la demos, porque como mucha gente se va… Lo podía haber dicho antes, porque yo me saqué el vuelo el viernes por ser buen estudiante y no perderme la clase del jueves. Ya veré en qué queda el asunto.
Luego estuve un ratillo hablando con Irene, de la que no sabía ná. Por lo visto, en Enero ya nos hacemos las fotos de la orla de graduación. Eso si que es previsión.

El viernes ganduleé por la mañana. Por la tarde/noche venían unas amigas de Inma. Una llegaba por la mañana, y el resto por la tarde previo paso por Liverpool. Conocía a 2 de ellas, porque también habían estudiado conmigo: Maria José y Almudena. Sobre todo conocía a Maria José, que coincidimos ya en 1º de ADE y había cierta amistad. Aprovechando que venían, que había cierta confianza y que mi madre me quería mandar una “sorpresa”, mi hermana se puso en contacto con ella para ver si era posible que ella se trajera “eso”. Se supone que era una sorpresa, y también se supone que mi hermana me había chivado lo que era: un calendario de adviento personalizado. Algo raro, sí, pero eso esperaba.
Tras las presentaciones y reencuentros, Maria José me dio una bolsita con el regalo. Nada más abrirla, me encontré con Pocoyó en forma de peluche. Me gusta Pocoyo y sus amigos Pajaroto, Eli y Lula. Son unos dibujos para críos pequeños, pero me hacen gracia. Luego saqué de la bolsa un adaptador/enchufe, lo que ya me hizo dudar totalmente. Se supone que esperaba algo de chocolate, no nada eléctrico. Ya lo siguiente me lo aclaró todo: una funda ASUS. Sabía lo que me esperaba dentro. Un mini-portátil con Linux que por lo visto se lo está comprando tó dios en Murcia porque están dando unas ayudas de 200 € por la compra de un ordenador con conexión a Internet, o algo así. Sorpresa, sorpresa :)
Luego íbamos a celebrar el cumpleaños de Sonia nuevamente, también aprovechando que estaban aquí las amigas de Inma. Fuimos a M2 (em chú), que era una discoteca en la que pusieron toda la noche música jaus repetitiva. No es mi música preferida, ni mucho menos, pero todo por una buena causa.
Tras pasar brevemente por Mill Point, esperé un rato el autobús y a las 5 llegué a casita.

El sábado volví a levantarme tarde. Probé un poco el nuevo ordenador, y lo puse a cargar. Luego hablé un rato con mi hermana, mi madre, mi padre (es verdad, no te he mencionado mucho!!!), y con mi abuela, mi tío y mi prima, todo vía Skype. Prácticamente no gasto teléfono. Habrá que hacerle un monumento a los del Skype y el Messenger.
A las 7:30 era el concierto navideño en el que actuaba Sandrine. Era en la catedral, y quedé a las 7:15 allí con Eva, belga que conocí el segundo día por aquí y que sólo me había cruzado otra vez más. También vino Geraldine, amiga francesa de Sandrine. Y allí que nos sentamos los 3 fans en un banco. Otra amiga suya había llegado antes y había cogido buen sitio. A nosotros nos tocó ponernos casi en un lateral y con una hermosa columna casi en nuestra cara. Empezaron los del coro, y tras casi una hora, hicimos un descanso en el que nos ofrecieron té y alguna galletita. Sandrine todavía no había hecho acto de presencia. En la segunda parte fue el turno de los instrumentos, y allí que se sentó Sandrine. La vimos casi de espaldas, pero por lo menos la veíamos. Eso sí, durante todo el concierto pasé un frío… estaba helado. Tienen que poner calefacción central en las catedrales, que si no no va a ir ni Dios (nunca mejor dicho). Al final le tocó el turno al público de canturrear algo. Yo creía que el concierto era de villancicos y cosas así, pero estaba equivocado, así que no me sabía ninguna canción, ni siquiera de oidas. Tras mover unos minutos la boca, se dio por terminado el concierto.
Tras hacernos alguna que otra foto, nos fuimos a cenar a Pasta Hut (sí, Pasta, no Pizza), pero estaba cerrado. Así que nos tocó buscar algo alternativo y acabamos en… McDonald. Big Mac entre pecho y espalda.
Serían las 11 y media, y en vez de volver a casa, me iba a reenganchar con Inma & company. Iban a hacer una cena española, con tortilla de patatas, jamón serrano, … El problema es que todo eso me lo perdí, porque cuando llegué ya no quedaba nada, salvo la sangría. Estuvimos más o menos los de siempre, más de las amigas de Inma. Son yeclanas, y después murcianas. Ya al final, Giacomo se puso a buscar sus zapatillas. Como vive allí mismo y hay moqueta, se había quitado las zapatillas e iba sólo con calcetines. Josema las cogió y las colgó en el palo de las cortinas de las ventajas del salón-comedor. Estaban visibles, pero Giacomo no daba mucho de sí y sólo miraba por el suelo, una y otra vez. Al final nos dio pena, y tras cagarse en todos nosotros, pudo ponerse sus zapatillas para volver a casa. Yo también volví a la mía, pero esta vez en autobús pese a la rasca que caía. Llegué a la parada y justo pasó uno de largo. Tras la espera de media hora del día anterior, decidí echar a andar e ir mirando de vez en cuando por si veía venir al autobús. Cuando estaba ya llegando, vi al autobús pasar. Qué desgraciao. Ya podía haber pasao antes. Con todo, a las 4:15 me acosté en mi camita.

Esta mañana, como estos últimos 2 días, me he vuelto a levantar a las 12 y media. He comido un asado que ha estado muy bueno, aunque he de decir que yo no lo he preparado. Venden raciones individuales en el Tesco, así que sólo te toca poner el horno y esperar unos 20-25 minutos.
Por lo demás, llevo todo el día medio-empanao (o empanao entero), ganduleando en el ordenador y escribiendo estas líneas. Por cierto, que los primeros párrafos los he escrito en el mini-pc, que tengo que ir acostumbrándome a sus teclas diminutas.
Estos días, incluido este fin de semana, se supone que iba a aprovechar para avanzar con los trabajitos, pero me he lucío. No he hecho ná. Como se suele decir: mañana ya me pongo.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Que viene, que viene...

El frío ya apareció hace semanas por aquí, pero por lo visto se acerca el invierno de verdad…
El lunes, sin ir más lejos, ataviado con mi reciente sudadera de la MMU como habíamos quedado Sonia y yo, fui al curso de inglés por la tarde tras las respectivas horas matinales. La clase está en la planta 9, y yo no sé si es que la calefacción sólo llega a las primeras plantas o qué demonios pasa, pero hacía un frío de narices. Algunos se pusieron el abrigo y todo. Yo no me lo puse, porque si no, cuando saliese a la calle, necesitaría más capas de ropa aún.
También puede ser que la MMU no esté al día en el pago de la calefacción, quien sabe. Según nos dijeron una de las primeras semanas, la universidad había metido gran parte de sus fondos en diversos bancos, entre ellos algunos de Islandia. Por la famosa “credit crunch” (crisis), se dice que la MMU ha perdido bastante dinero, porque esos bancos se han ido casi a la quiebra. Nos dijeron cifras de 1 millón o 10 millones de libras; creo que fueron 10, aunque me parece una cantidad bastante maja para tratarse de una universidad…

El martes, como no, tocaba francés. El tío nos dio los exámenes que hicimos hace un par de semanas. Y bueno, pa´ empezar no me puedo quejar. Un 7,7. Pinché en alguna traducción de francés a inglés y de francés a inglés. ¿Cómo se traduce “gruyere” (los acentos no se pa´ dónde van) al inglés? Yo puse en guiri: queso (tipo especial de queso en Francia). Y me la puso como mala. Teníamos que haber puesto simplemente gruyere, porque eso no tiene traducción. En fin… :)
Josema nos comentó que el sábado, sobre las 5 de la mañana, nevó. Yo me fui de la fiesta a las 3, pero si lo hubiese sabido me hubiese quedado allí más tiempo sólo por eso. O incluso me hubiese levantado de la cama. Estaré alerta la próxima vez.
La semana que viene tenemos una presentación en grupo: Flavio, Giacomo, Josema y yo. Así que nos dividimos el trabajo. Es sobre CSR, que traducido al español viene a ser Responsabilidad Social de las Empresas. A mi me tocó/elegí buscar información sobre cómo afectan a las empresas y su importancia.
Fui otra vez al banco. Hace semanas que estoy esperando mi tarjeta de Barclays, pero todavía no me ha llegado nada. Según me di cuenta después, en mi dirección puse un 5 en vez de un 3, y un Larch House en vez de un Maple House. Así que fui, les dije que corrigieran eso, y me dijeron otra vez que en unos 5 días me llegaría una carta con la tarjeta y el código PIN. A ver si es verdad…
No sé si lo dije, pero Sandrine está en la orquestra de la universidad. Bueno, no sé si es de la universidad, pero eso creo. Resulta que hacen el concierto típico de Navidad, y nos dijo que si queríamos ir. Había que pagar 5 libras, pero bueno, todo por una buena causa.
La inglesa, por la tarde noche, siempre va a la cocina a llenar de agua caliente una botella de esas que te la puedes poner por el cuerpo para estar más calentito. Le dije que si no era mejor hacer como yo: enchufar la calefacción a tope. Y me dijo que no, que eso no era bueno para el medio ambiente, y que ella la calefacción no la solía poner nunca. No me lo explico, porque yo sin calefacción tendría que estar con un jersey puesto como muy poco. Estos ingleses…

Esta semana me tocaba limpiar la cocina, así que el miércoles me puse manos a la obra. Le di una pasadita por la encimera, por la hornilla y por el horno. Más o menos se me debió quedar decente, porque no se me han quejado de momento.
Luego me tomé un cocido, cortesía de una de las latas que me mandó mi madre el otro día.
Ya por la tarde, estuve buscando información para la presentación de CSR. Encontré un artículo y un informe de una organización bastante apañaos, así que prácticamente ya tenía hecha mi parte.

El jueves, aparte de las clases correspondientes, estuve un rato en la biblioteca para terminar de rematar lo de la CSR. Di con una publicación interesante, y me copié un imagen/figura. Hice un poco el tonto, la verdad, porque cuando llegué a mi habitación busqué dicha publicación, y me salía el archivo PDF e incluso unas diapositivas. Así que no tuve más que “copiar y pegar” la diapositiva con la figura.
Recibí una carta, pero para mi decepción era para una votación sobre el transporte en Manchester. Sabía de qué iba, porque todos los días cojo el autobús y había visto carteles sobre eso. Hay que votar con un Sí o un No. Es para evitar atascos en las horas punta y para cuidar el medio ambiente. Básicamente, el Sí implica que el gobierno central destinaría buenos fondos para poner más autobuses y más líneas (fomentar el transporte público), mientras que impondría ciertas tasas a los vehículos que circulen en las horas punta. Yo he votado que sí.

El viernes no hice gran cosa. Fui a la lavandería y también puse la secadora, con lo que ya se me fue la mañana en eso. Por la noche, Inma y compañía (reducida, porque Sonia y Giacomo estaban en Londres en una feria de trabajo o algo así) no iban a salir, y como tampoco me iba a morir si no salía, pos me quedé en casita calentito. Lo de “calentito” se va apreciando cada día más.

El gimnasio ya me echaba de menos, así que le hice una visita el sábado por la tarde. Corta, como siempre, para que no se emocione demasiado. Aparte de las típicas máquinas, también puedo ir a la piscina, spa, jacuzzi (creo) y sauna. Todavía no he ido, pero vamos, con el tiempo que hace como me meta en la sauna no me saca ni Dios. En Kokkola (Finlandia) ya la caté, y aunque al principio te da un sofocón que te mueres, después le pillas el gustillo.
Nunca me había hecho una sopa. El otro día compré un sobre de sopa con pollo. Bueno, más bien es sopa con sabor a pollo, porque pollo pollo había poco. Sienta que no veas.
Los trabajillos que tengo que hacer (Assignments, para ser más técnico y más guay) ya me están diciendo que a ver si empiezo ya, que si no luego me va a pillar el toro (el bull, que se diría por aquí). Estuve pensando y dándole vueltas, leyendo los enunciados de 2 trabajos, para ver si me venía la inspiración sobre qué tipo de cosas podía escribir. Pero no me vino, y sólo me sirvió para darme cuenta de que tengo que empezar ya mismo.
¿Alguien se acuerda de “La noche de los castillos”? No sé por qué, pero me salió la vena friki y me acordé de ese programa. Hasta busqué algún video por Youtube, para recordar viejos tiempos. Hay cada perla en Youtube que te quedas muerto.

El domingo le dedique alguna hora a continuar pensando sobre qué cosas puedo hablar en el Project, y en los respectivos trabajillos. En uno de ellos, por ejemplo, tengo que hablar sobre el dinero, los créditos, cómo afecta todo a la economía y la actual crisis. Escribí algunos párrafos: en español, en inglés y en espanglish. Si fuese en español podría explicarlo todo con más calidad, porque en inglés me da la impresión de que uso siempre las mismas expresiones.

Seguiremos informando.

jueves, 27 de noviembre de 2008

Pa´ que no os aburráis

Esta semana me toca el Vacuum Cleaner. Por iniciativa de Sandrine, tenemos una hojita con el planning de la semana sobre qué actividades de la casa nos toca a cada uno. Las 2 semanas anteriores me había tocado encargarme de tirar la basura y reponer la bolsa. Pero esta semana subía de categoría y ya me tocaba pasar el aspirador. Así que el miércoles por la mañana estuve unos minutillos dándole unas pasadas por la moqueta ésta que tenemos aquí. Además de eso, lo más destacado del día fue que hice más o menos el índice/guión del Project. Como siempre, poco a poco. Una vez que tengo más o menos estructurado el trabajo, o con las secciones algo definidas, ya puedo ir concretando más cosas.
Por otra parte, me saqué el vuelo de vuelta a casa por Navidad, como el buen turrón. Hace ya unas semanas tenía el de la vuelta a Manchester en Enero, pero había/habíamos estado esperando para ver si bajaba el precio de la ida. Últimamente, raro era el día en que mi hermana o yo no entraba a Monarch para ver los precios. Al final, viendo la posibilidad de que subiera el billete y, sobre todo, de que me quedase en el frío Manchester, decidimos comprar ya el billete. El día 19, viernes, ya dormiré en mi cama.

El jueves ya tocaba la presentación cervecera que se pospuso la semana anterior. Yo fui el segundo en aparecer en escena. Tenía sólo una diapositiva, y bueno, se hizo lo mejor que se pudo :) Eso sí, el profesor comentó algunas cosas después, y justo la parte que menos clara había visto era la que yo había hecho junto a Dirk. Aunque más bien fue un problema de enfoque: nosotros nos centramos en lo que había hecho mal Adolph Coors, en lugar de ponernos en el lugar de la empresa que mejor había actuado.
Tras eso, me apunté a ir a un mercadillo que había junto al ayuntamiento. Fui con José Alberto, Emma, Victor y una chica de Omán. Lo que más había eran puestos de comida. Destacaban el de las salchichas a 4 libras, uno típico español con tapas de paella y chorizos, y uno de gofres. Me pedí un gofre, y me lo pusieron con un pegote bien generoso de Nutella. Puaf, que hincheta me pegué… Tan hinchao estaba, que luego cené a las 11.
Pa´ la vuelta, autobús. Algunas veces me encuentro en la parada donde cojo el autobús a una mujer que tiene pinta de estar loca. Siempre se queda en la puerta del autobús y nos suelta un discurso. El problema es que no la entiendo muy bien, y la idea que tenía en mente era que se quejaba del transporte público. Esta vez, me la encontré dentro del autobús. Había también 2 chicas españolas, que también conocían a la tía. Supieron decirme algo de que su marido se había muerto. No lo tengo claro. Lo que sí se es que la tía empezó a repartir unas fotocopias con texto escrito y una cara suya. Como si fuese algo de rollo espiritual o algo así. Cuando la veo suelo ignorarla, de ahí mi desconocimiento.
Luego estuve retocando un trabajillo que tenía que entregar mi hermana de Marketing. Y para culminar el día, más CSI. Como siga así, lo voy a acabar aborreciendo. Estaba vez tocaba la versión Miami, primer capítulo de la 7ª temporada. Esta vez sólo diré que en el capítulo anterior a Horatio le disparan. ¿Sobrevive? ¿Muere? Se aceptan apuestas

El viernes por la mañana había quedado con Sonia. Hace unos días fuimos a comprarnos unas sudaderas en las que pone Manchester Metropolitan University, pero su talla en rojo no estaba. El viernes recibían mercancía, así que fuimos a la Student Union para ver si nos las comprábamos. Su talla S roja estaba, y mi talla L en verde también, así que las pagamos. Nos las compramos a la vez porque si te compras una son 24 libras, y si te llevas 2, te sale por 20 cada una.


Con las libras que nos ahorramos, fuimos a tomarnos un hot chocolate y una tarta de chocolate. Somos unos golosos y nos encanta el chocolate.
A la vuelta a casa, vi que había recibido el segundo paquete de parte de mi madre. Antes de abrirlo, olía como a chocolate… Esta vez había 3 latas (cocido, lentejas y albóndigas), una bolsita de chucherías y 4 Ferrero Rocher, aunque sólo estaban servibles 2 porque los otros 2 se habían aplastao. Malditas albóndigas.
Por cierto, mi black-mentor ha dado señales de vida. El miércoles le mandé un email, para ver si seguía vivo y si quedábamos o algo algún día. Este fin de semana, por ejemplo. Me dijo que me llamaría. Y efectivamente, el viernes por la mañana me llamó. El sábado por la tarde iba a quedar con unos amigos para ir al mercadillo navideño que yo había ido la semana anterior. Sea lo que fuera, por la tarde me llamaría para confirmarme la hora y/o lo que fuese al final. Y al final fue que me mandó un mensaje diciendo que no iban a quedar, y que nuestra quedada se tenía que posponer hasta véte a saber cuándo porque está liadillo con las entregas de trabajos y demás historias. Mucho me temo que a mi black-mentor ya lo veré después de Navidad, tras su ingesta de turrones y polvorones, como Dios manda. Porque digo yo que aquí también habrá polvorones y esas cosas, ¿no?
Por la tarde me registré en Host. Es gratuito y consiste en que te apuntas para pasar un fin de semana con una familia guiri. Tú sólo pagas el transporte desde dónde estés hasta la casa-guiri. Podías poner si querías una familia que viviera lejos o más bien cerca, si querías perros y gatos, … Llevaba ya tiempo queriéndome registrar, porque luego tardan un tiempo en otorgarte familia y cita. Puse mis datos, y seleccioné como posibles fechas algunos fines de semana de Febrero y Marzo en los que estaba disponible. Ya me dirán algo.
Poco antes de cenar me puse a escribir algo del Project. Se supone que antes de nada tengo que hablar con mi supervisora para ver si mi propuesta que hice hace 2 semanas le gusta o no, pero bueno, esto era algo que seguro que lo iba a poner en el trabajo. Y como quiera que no iba a salir esa noche, pos continué escribiendo más tarde.

El sábado lo pasé durmiendo y ganduleando entre la tele y el ordenador, haciendo tiempo hasta la noche. Había otra fiesta más en el piso de Josema y compañía. No se necesita motivo alguno para hacerlas, aunque esta vez podía haberlo porque había venido su novia. Hacía un frío de cojones. Cuando llegué tenía la nariz y las orejas rojas. E incluso al hablar, me dolían los mofletes un poco. Yo no estoy hecho para el frío, definitivamente. Allí que estuvimos, entre músíca, bebidas y picoteos hasta las 3, cuando decidí que era la hora de vuelta.

Hoy domingo no he hecho gran cosa. Me he levantado casi a la 1, y he desayunado. No tenía mucha hambre, pero sobre las 3 y media me he puesto a hacer espaguetis, que ya hacía unos cuantos días que no hacía. Entre el ordenador, galletas de chocolate y Youtube he pasado la tarde. Debería haber tocado algún libro y/o algún bolígrafo, pero no ha sido el caso.
Esta tarde me he acordado de la película Patch Adams. La ví en su día, pero quería verla otra vez. Os la recomiendo. Me la he bajado para verla un día de estos. Sin embargo, cuando casi me iba a acostar, le he dado al Play… y me he puesto a verla. Y ya que estaba, pues la he visto entera. Me he ido a acostar, pero no tenía sueño. Así que aquí estoy un domingo a las 4:18 de la noche según pone en el portátil escribiendo estas líneas. Soy un personajillo :)

lunes, 24 de noviembre de 2008

Me toman el pelo

Lunes, 17 de Noviembre de 2008. Justo hace 2 meses que llegué a Manchester. El tiempo pasa tan rápido… y tan despacio…
Fiel a mi cita con el curso de inglés de los lunes de 3 a 5, comí en la cantina. Las tutorías de una asignatura son cada 2 semanas, así que cuando toca tutoría, tocan habichuelas con ketchup. No hay mucho donde elegir en la cantina, así que siempre me decido por lo mismo. Creo que los menús varían de un día para otro, pero como sólo me he quedado a comer allí los lunes… pues son solo rumores. Entre habichuela y habichuela, me compré un libro. El tercero en la cuenta. Primero me compro el libro y luego ya se estudiará. Poco a poco.
Tras la clase, quedé con Inma & company. Había escuchado que ellos iban a ir a sacar las entradas para ir a ver un musical de Mary Poppins, así que me apunté. No es que me vayan especialmente los musicales, pero bueno, tiene su aliciente verlo en inglés. ¿Seguirá cantando lo de “supercalifra…”?
Antes de venir a Manchester, pasé por la peluquería. Bueno, a decir verdad, creo que fue mi hermana quien me tomó el pelo, como venía siendo costumbre últimamente. Pero mi pelo ya pedía a gritos que alguien se pusiese manos a la obra, porque aquello ya era un poco descontrol. Aquí no está mi hermana ni tengo maquinilla, así que tocaba ir a la pelu (como dicen los más “finoslis”).
Justo esa mañana me había encontrado a José Alberto luciendo un nuevo corte. Vive cerca de mí, así que le pregunté qué dónde había ido. Me dijo que justo por aquí abajo. Ya tenía peluquería. Así que, tras descansar un rato en mi habitación, mis pelufos y yo fuimos pá yá. La peluquería se llamaba (y se sigue llamando) “Friends”, aunque me comentaron que la ex-novia de Brad Pitt no estaba allí. Había 3 peluqueros, y 5 tíos esperando. Bueno, realmente 6, porque uno se me coló mientras estaba en la puerta mirando los precios. Yo no tenía pensado dedicar más de media hora a pelarme, pero bueno, tampoco tenía nada especial que hacer, así que me decidí a esperar mi turno. La peluquería es así rollo árabe-india. Justo donde vivo empieza una larga calle que se la conoce como la “Curry mile”. Por si alguien no se hace una idea, está llena de restaurantes y tiendas de origen indio, árabe y similares.
Un chavalín estaba ya finiquitao, con lo que le tocaba al siguiente. Los tíos se miraron unos a otros, como diciendo: “¿Vas o qué?” Me invitaron con la mirada a ser el siguiente, aunque era el turno del chico que se me había colao. Y él fue el siguiente. No sé, me quedé extrañado. En ese momento pensé que les daba igual pasar toda la tarda allí sentados. Cuando el chico estaba listo, lo mismo de antes. Miradas. Y uno de ellos me dijo que si quería ser el siguiente. Y dije: “Sí, pero…” “Ná, es que nosotros queremos que nos corte el pelo ese peluquero” O ese peluquero en concreto tiene muchos amigos, o es la caña de España y es el que verdaderamente parte el bacalao en la peluquería.
Sea como fuere, me senté en el trono. Como buenamente pude, le dije que lo quería con la máquina por los lados (al 3 o así), y luego corto con tijera por arriba, manteniendo un poco el flequillo. A los pocos segundos, va el tío y me dice: “¿Eres español?” (en inglés, eso sí). Pos vaya, estoy aquí para ver si se me pega el acento inglés, y a la primera de cambio me viene a decir en la cara que tengo un acento español del copón. Debemos ser como los franceses e italianos, que se nos nota de dónde somos cuando abrimos la boca. Aproveché y le pregunté por su colega el peluquero-guay, para ver qué pasaba. Me dijo que si había pensado que él era mal peluquero cuando veía que todos decidían esperar al otro. Me vino a decir que será porque esos tíos serían del mismo país o raros, simplemente. Mi spanish-inglés debió funcionar, porque me lo dejó como yo quería.

Así las cosas, mi nuevo corte y yo madrugamos el martes para ir al francés. La clase termina a las 11, pero me fui un rato antes. Cada 2 o 3 semanas, justo a las 11, tenemos unas charlas sobre el Project en mi facultad. Y tardo unos minutos en ir de un lado a otro… Eso sí, no sé si es que la gente no se acordaba o de si directamente pasaban olímpicamente de la charla, porque sólo fuimos 6 personas. Yo ahí, como siempre, dando el callo. Como debe ser. Por asistencia que no sea. El estudio ya es otra cosa…
Volví rápido a la residencia, porque tenía 2 horas en total para comer y volver a clase. Y mientras cojo el autobús, el trayecto y esas cosas, se me va un hermoso rato. Y pa´ clase que fui. Me encontré a unas francesas en la puerta. Algunas hablan español, así que la que mejor lo habla se dirigió a mí en el idioma de Cervantes. No había clase con Nuran Fraser, que la tía estaba mala. Esas noticias, normalmente, son muy bien recibidas. Pero cuando uno no tiene mucho libre al mediodía porque tiene una clase después, y luego no hay… pos no hace gracia. Por lo visto, esa misma mañana, la profesora había dejado un mensaje en el Suma de aquí (BlackBoard Vista o WebCT), y los más avispados se habían enterado. Entre ellos Inma y Josema, que por lo menos me mandaron un email avisándome (aunque lo ví por la tarde y no me sirvió, pero bueno, se agradece el detalle).

martes, 18 de noviembre de 2008

Peripecias semanales

Otra semana más en Manchester. Y nuevamente, aquí estoy para contar lo que he hecho esta semana. Quien tenga algo de interés o curiosidad, o simplemente sea un cotilla, no puede quejarse.
El lunes 10 fue el cumpleaños de mi sister (dejé constancia gráfica de ello). Por lo demás, empecé otro curso de 5 semanas de inglés. Esta vez tocaba el Vocabulary. Misma profesora, y casi misma gente. A la vuelta a casa, la mitad del camino, hasta que cojo el autobús, la hago en compañía de Carman (apodo a la española, porque es de Hong Kong), Kana y Hanna, que aunque tenga nombre parecido, una viene del Japón y la otra de tierras finlandesas.

Mi cita semanal con el francés venía con premio: examen. Contaba sólo un 5 % de la nota final, así que tampoco me lo curre mucho. Y bueno, no fue muy complicao. Cuatro ejercicios cortos: para poner unas preposiciones, adivinar si eran masculinas o femeninas unas nacionalidades, traducir unas frases del inglés al francés, y traducir unas palabras de comida de francés al inglés. Eso sí, aunque no fue muy difícil, tampoco lo hice al pelo, porque el significado de algunas cosas lo sabía en español y no en inglés, como “cerises”. Ya nos dirá el tío cómo ha ido la cosa.
Al salir, pasé por el Tesco (uno de los supermercados que tengo justo debajo de donde estoy, junto al Lidl). Serían las 11 y estaba en la cola a punto de pagar. Aquí se hace cola para todo, pero bueno, eso es otra historia que puede que algún día cuente mejor. Y efectivamente, eran las 11 en punto. Escuché una voz por la megafonía, sonó un pitido, y las cajeras de pronto se quedaron paradas y en silencio. ¿Qué demonios estaba pasando? ¿Me había perdido algo? Giré la cabeza a ambos lados, y pude leer un cartel. Iban a hacer un minuto de silencio en memoria de las víctimas de la 2ª Guerra Mundial. Mes 11, día 11, 11 horas. Según pude corroborar después en el periódico y en la televisión, aquí lo llaman el “Poppy day”.

El miércoles no hice nada especial, salvo ir a la lavandería de nuevo. Mientras aquello centrifugaba (tarda 38 minutos en total), se me pasó por la cabeza ir al gimnasio. Debió pasar muy rápido, porque no fui.

El jueves me esperaba un día ajetreado. Por la tarde teníamos una presentación en grupo, así que quedamos por la mañana en la biblioteca para hacer algo majo en el PowerPoint. La parte que me tocó a mi no daba mucho de sí, no tenía mucha chicha, así que entre mi compañero y yo apenas rellenamos un par de diapositivas. Una por cabeza. El resto del grupo sí que se explayaba un poco más. Mi inglés es el más pobre de todos (pobrísimo, como diría aquel), aunque claro, no me extraña: un escocés, 2 inglesas, un inglés, otro inglés con ascendencia india o de por ahí, uno de Dubai que se maneja al pelo y un alemán que aprendió algo más que el típico “jelou” que se aprende en España. Cuando habla el escocés no hay quien pille ná, y cuando hablan los otros… pillo cosillas, pero no todo. A ver si se me pega algo de aquí a Junio :)
Éramos el tercer grupo en hacer la presentación, pero el profesor se enrolla tanto… que al final nos dijo que si nos importaba hacer la presentación el jueves siguiente. Dicho y hecho. Para celebrar nuestro éxito, el grupo-im-presentable nos fuimos a tomarnos unas cervezas, cómo no (el caso práctico sobre el que hemos trabajado es de Adolph Coors, una empresa que vende cervezas). Hasta yo me tomé una, la segunda que me tomo aquí, según creo. Quien me conozca sabrá que la cerveza y yo no congeniamos, por lo menos de momento. Para el que sea curioso y/o entienda de cervezas, le diré que me tomé una Corona, que no Coronita. Por lo visto, sólo en España se le pone la ita. ¿O es al revés?

El viernes como que me encontraba bien tras las anteriores semanas algo flojo (de fuerzas), así que no tenía excusa para no hacerle una visita al gimnasio. Y así fue. Fui un ratillo, que tampoco es plan de matarme.
Por la noche, un par de pubs: el de la Student Union y otro que creo que se llamaba The Deaf Institute. Fui con mi compañía más o menos habitual: Inma, Sonia, Pauline, Flavio, Giacomo y el compañero de residencia de ellos, Peter. Quedé con ellos según el horario inglés, osease, a las 9. Tuve que cenar sobre las 8, así que cuando despedimos a la noche, sobre la 2 y pico, tenía hambre. Me hice un sándwich y, sólo entonces, pude irme a la cama a gusto.

El sábado volví a pasarme por el gimnasio otro rato. Antes había visto un par de capítulos de CSI en el ordenador, que me ha dao fuerte por ahí. Al salir del “llim”, fui al Tesco para ver qué se cocía allí. Me encontré con unos sándwiches muy rebajados, a 27/28 céntimos cada uno. Digamos que caducaban ese mismo día, de ahí el descuento. Sin una excusa justificada, no compro sándwiches, pero me pareció una ganga, y además, así me ahorraba pringarme para hacer algo de cena. Perfecto.

El domingo repetí sesión de músculos. Estoy en la 4ª planta, así que para subir y bajar hago uso del ascensor. Podría hacerlo por las escaleras, pero paso. Si quiero ejercicio voy al gimnasio, que pa eso lo he pagao. Mientras bajaba por el ascensor, escuchaba a un par de chicas hablando, que esperaban justamente a que yo me bajase de él. Pero por lo visto, no esperaban que hubiese nadie dentro del ascensor. Conforme se abrió un poco la puerta, una de ellas se asustó y gritó. La otra, contagiada por su amiga, también se asustó y empezó a gritar, más si cabe al verme ella misma. Y digo yo: ¿tan feo soy? ¿No podrían disimular? ¿Nunca han visto salir del ascensor a alguien antes de subir ellas? Estudiaré el caso.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Semana roja

La semana pasada era la Red Week. La semana roja, vamos. También se le llama la Reading Week, lo que da pistas sobre el significado de esos días.
En Guirilandia, por lo visto, acostumbran a tener una semana sin clase por cuatrimestre para asuntos propios. Se supone que es para leer (de ahí el “Reading”), estudiar, hacer trabajitos,… para hacer lo que no has hecho hasta ahora, se puede decir. Otra gente, más avispada, aprovecha para hacer alguna escapadita a su país de origen. También es cierto que no todas las facultades la tienen. Pero yo sí.
Teniendo en cuenta que para el jueves tenía que entregar mi propuesta para el Project, con 1.000 palabras en el idioma de Saquespeare/Sespir, pues no me venía nada mal. Eso sí, las clases de inglés del ELSIS y las de Francés no se perdonaban.

Tras hacerme el remolón por la mañana en la cama, el lunes por la tarde fui a mi cita semanal con el Academic Speaking. Era la 5ª semana, la última del curso, y nos iban a dar un diplomilla de asistencia. Algo es algo. Al entrar a la facultad, me crucé con la profesora por las escaleras. Ella bajaba y yo subía, lo que me hizo sospechar un poco. Al llegar a clase (en la 9ª planta, todo sea dicho), me encontré con un cartel en la puerta: “No ELSIS today”. Vaya mierda, sólo voy a esa clase y encima no hay. Qué mala suerte. Para matar el tiempo, me pasé por la biblioteca. Estuve unos 20 minutos mirando por encima algunos libros que me pudiesen ser útiles para el Project. Harto de hacerme el intelectual, me largué camino a mi residencia.

El martes tocaba el Francés. O lo que es lo mismo: tocaba madrugar. Mi voz algo tocada, mi cuerpo algo debilucho de nuevo véte a saber por qué y yo nos pusimos en pie y fuimos a clase. Con la excusa de la semana roja, la gente se había hecho el sueco/longui, con lo que solamente estábamos 5 en clase. No hicimos gran cosa, salvo que el profesor nos dijo que tendríamos un examen a la semana siguiente, y yo suficiente hice con sobrevivir a la clase, porque no me encontraba del todo bien.
Por la tarde, ya algo recuperado, me puse a empezar a escribir para el Project. Más vale tarde que nunca. Tras un par de horas pensando y escribiendo, y tras darle un montón de veces al “Contar palabras” del Word, decidí dejarlo cuando tenía unas 600 palabras. El miércoles lo terminaría.
Como recompensa a tanto esfuerzo, después estuve viendo el Liverpool-Atlético de Madrid en la tele. Y después, para rematar, 2 capítulos de CSI.

El miércoles continué con lo del Project, y por la tarde lo dí por terminado. 900 y pico palabras sobre cómo iba a enfocar el trabajo y con algunas referencias a autores/modelos sobre los que me voy a basar.
Por la noche, me leí el caso de Adolph Coors, que por lo visto es una empresa de cerveza. No la había escuchado en mi vida.

El jueves había quedado a las 10 con mi grupo de Strategic Management. Para el jueves siguiente teníamos que exponer una cosa, así que quedamos para repartirnos un poco el trabajo. Yo me encargaría, con Dirk (alemán, pero no Nowitzki) de ver las causas relativas a Procurement, en relación a las 2 compañías de cerveza que nos toca analizar. El viernes pondríamos todo nuevamente en común.
Esa misma mañana, imprimí las 4 hojas que había escrito del Project, y las dejé en el buzón correspondiente.

El viernes pusimos en común lo del caso de Adolph Coors, aunque no era mucho, la verdad. Tenemos las cifras, aunque nos falta ver por qué AC pierde competitividad a favor de la competencia. Ya hemos quedado de nuevo el jueves que viene, el mismo día de la presentación, para ver qué ponemos y qué explicamos finalmente.

Entre que no me encontraba muy bien y que no había un plan claro, no salí el viernes, ni a la postre el sábado. Por la noche, me refiero. El sábado por la tarde fui con José Alberto al supermercado Asda. Es uno muy grande que se supone que no está muy lejos de aquí, a unos 10-15 minutos andando. Quería ir más que nada por curiosidad, para saber donde estaba. Compré unas galletas y unas barritas de cereales, todo sea dicho. Y al salir… la maravillosa lluvia. Pa´ una vez que no me llevo paraguas, va y llueve. Suele pasar. Abrigao hasta los topes como iba, vinimos rapidillo, que no quería coger una pulmonía. Me calé, pero bueno, al llegar a mi habitación me cambié y como nuevo.

El domingo tampoco hice gran cosa. Ganduleando entre cama, la cocina y, sobre todo, el ordenador. Si no tengo ná que hacer, me planto delante, y entre el Marca, el Skype y demás, se pasa el tiempo volao.
Bueno, también estuve el viernes, sábado y domingo, por ratos, preparando un par de regalos/detalles a mi hermana, que el lunes 10 era su cumpleaños. Quizá no son gran cosa, pero bueno, menos da una piedra. Lo que importa es la intención :)

domingo, 9 de noviembre de 2008

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Lake District y otro negro episodio

A las 7 y media me puse en pie. Me pegué una duchita calentita. Desde la primera semana que estoy aquí, el agua de la ducha estaba saliendo a una temperatura media-caliente, y a mí me gusta caliente-ardiendo. Tiene un regulador de la temperatura, pero salvo los primeros días, el agua no parecía salir a la temperatura a la que la ponía. No sé cómo, pero al girar la rosca, como hago siempre, noté que el agua salía ardiendo. Qué gusto. La bajé un poco, que no es plan de mojar mi cuerpo a 45 grados.
Hice unos sándwiches, cogí un plátano, llené una botella de agua, y puse rumbo a la International Society, desde dónde salía el viajecito (organizado, esta vez). A las 8:20 ví a Inma, Sonia, Pauline y Kate. Del grupeto que solemos hacer este tipo de escapadas, faltaban Flavio, Giacomo y Josema, así que era el único tío para tanta tía. Así las cosas, subimos al autobús en dirección Keswick – North Lake District, sitio al que llegamos 2 horas después. Me esperaba una visita por varios lagos.
Tras pasar por la oficina de información y organizar un poco el día, echamos a andar hacia Castlerigg Stone Circle. Estaba a 1,5 millas, así que nos esperaban 40 minutos de caminata hasta llegar allí, que por lo visto era como lo de Stonehenge pero no tan famoso. Tras una larga y empinada (pa´rriba) caminata, llegamos a ver los pedruscos. Efectivamente, era rollo Stonehenge, con unas cuantas piedras puestas en círculo. Hicimos las fotos de rigor, contemplamos el paisaje, y media vuelta.

El camino de vuelta fue menos pesao, ya que era cuesta abajo y lo amenicé comiéndome unos sándwiches. Entre tanto, me di cuenta de que estaba equivocado. Yo creía que íbamos a un sitio para ver varios lagos, donde nos darían una vuelta y eso. Pero no. Ahí cerca había un lago. Uno.
Llegamos nuevamente al pueblo, pequeñito. Terminamos de comer lo que nos habíamos llevado, y nos tomamos unos hot chocolate. Lo siguiente previsto era un paseo en barco por el lago. Las 7 libras del trayecto desanimaron a Kate y Pauline, así que sólo fuimos Inma, Sonia y yo. Nos esperaban 50 minutos de paseo. Y la verdad es que mereció la pena.

No nos llovió, y aunque el cielo estaba amenazante (como siempre por aquí), pudimos ver esos paisajes tan chulos que abundan por estas tierras. Agua, verde, marrón, montaña, cielo. En el trayecto, Sonia cogió la cámara y no la soltó. No exagero si digo que hizo más de 100 fotos. Cuando me las pasé, lo comprobaré. Muy bonito todo aquello. A las 5 el autobús nos trajo de vuelta.
Tras acompañar a Pauline hasta el hospital, que decía no encontrarse del todo bien, llamé a Maria Dolores. Es de Orihuela, la conocí en Irlanda, estudia lo mismo que yo en Murcia y había venido a Manchester unos días a ver a una amiga (Marisol), que también estudia aquí. Ella me identificó y se me presentó el segundo día del Orientation, pero no la había vuelto a ver. Fui con ellas a su piso-residencia, y estuve hablando un ratillo con Maria Dolores. Con ella me suelo reir mucho, aunque ella me dijo que no le hacía nada de gracia el frío tiempo de aquí ni que esté oscuro tan pronto. Entiendo que esas cosas echen pa´tras.

Para hoy, domingo, ya tenía plan: ver a las 5 la Fórmula 1, que se decidía el mundial entre Hamilton y Massa. Por la mañana no he hecho gran cosa, y al mediodía día me he puesto a hacer espaguetis en el horno. Con jamoncito, chorizo y queso. Y bueno, me ha quedao queniquelao. Estoy que me salgo :)
He empezado a comer a las 4, y prácticamente he empalmao con la carrera. La cosa ha empezado animada, con lluvia antes de salir. He rezado para que Hamilton se quedase encharcao, pero Dios no me ha hecho caso y ha podido salir. La carrera se ha ido desarrollando, y la cosa se ha ido poniendo mejor. Hamilton tenía que quedar 5º como poco. Ha llegado a estar 7º, 6º, 5º, 4º,… 5º… Estoy en territorio enemigo, y justo en ese momento ha llegado al salón mi inglesa. La tía no sabía ni quien era Hamilton. Ver para creer. Le he dicho que quería que perdiese su paisano, y que iba a perder, que lo veía. Ha llovido de nuevo, y al bueno (malo) de Hamilton le ha adelantado Vettel (ganará varios mundiales, ya lo avanzo) cuando quedaban 2 vueltas para el final. Perdía el mundial. Estaba eufórico, y los comentaristas guiris estaban esperando que Hamilton pudiese adelantar a Vettel o a Glock, que iba por delante pero con ruedas de seco, e iba perdiendo tiempo. Cual ha sido mi desgracia, que cuando quedaban 2 curvas, Hamilton y Vettel han adelantado a Glock (de nombre Timo)… Así, Hamilton ha podido llegar 5º, y el mundial estaba en su bolsillo. Increíble.
Acabo de ver por Internet los últimos minutos de la retransmisión de la carrera de Telecinco, y la verdad es que se nota un montón que están/estamos en contra de Hamilton. Tanto es así que no han sido conscientes de dicho adelantamiento hasta medio minuto después. He de decir que yo he seguido la carrera por ITV y sí que he sido consciente, al momento y para mi desgracia, de que Hamilton iba a ganar el mundial. En fin, tarde de emociones deportivas y chasco final, más que nada porque el inglés le quita a Alonso de campeón más joven de la historia. Reconozco que Hamilton no es manco y el tío es bueno, pero me da igual, quería que no ganase. Se ve que el afecto por Inglaterra/Reino Unido o todo lo perteneciente o relativo a ella, no me ha calado aún.

martes, 4 de noviembre de 2008

Jalogüin

Ya tocaba hacer una visita a la lavandería, así que pá ya fui el viernes por la mañana. Iba a lavar también unas toallas y unos vaqueros, así que también pondría la secadora. Hay 2 huecos, para poner el detergente-líquido y el suavizante. Sin embargo, me di cuenta de que el hueco del detergente estaba cerrado con una tapa. Miré en las otras lavadoras, y también pasaba lo mismo. Le pregunté a una chica que había ahí que cómo podía abrir la tapa, y me dijo que lo que tenía que hacer era meter las pastillas dentro. Le repliqué que cuándo lo habían puesto así, porque hasta ahora me llevaba el bote del detergente y el bote del suavizante. Para mi sorpresa, me dijo que estaba así desde que ella estaba aquí. Mentira cochina, porque hasta ahora era como yo decía. O quizá tenga ella razón: puede llevar 1 mes y medio aquí, y que esa fue su primera vez. No lo sé. Me dijo que lo que podía hacer era poner directamente el líquido dentro del tambor, entre la ropa, que aunque no era lo mejor también servía. Así que le hice caso. Mientras la ropa daba vueltas, yo me di otra. Compré detergente y suavizante (2 en 1) en pastillas, con lo que ahora me tendré que tragar el detergente líquido y el suavizante que tenía antes… También compré un recipiente de cristal para el horno, que aquí el Arguiñano ya se atreve con todo y está dispuesto a hacer pasta y asados en el horno.

Era Jalogüin, y aunque no me había disfrazado, tocaba salir. Me hubiese pintado y/o disfrazado si hubiésemos dicho todo de vestirnos de algo, pero al final no fue así. Aunque he de decir que no me arrepiento. Con el frío que está cayendo por estas tierras, la única opción que hubiese barajado era la posibilidad de vestirme de esquimal. Ni muertos ni ostias. No estoy dispuesto a pasar frío.
Fui a territorio Mill Point, donde me encontré con los italianos, Inma y sus compañeras de piso. También conocí al compañero de Flavio y Giacomo, que era de Irak. Estuvimos hablando, y entre las cosas curiosas que dijo, destacan el hecho de que con menos de 1.000 libras podría comprarse su propia casa en Irak o que allí tienen un Ministerio de la gasolina. Hombre, no me extraña, ya sabemos todos el poder de la gasolina (preguntad al señor Bush o a Daddy Yankee). Yo propongo crear en España, al menos, lo siguiente: Ministerio Del Buen Comer (encargado del aceite de oliva, el jamón serrano, la paella y el gazpacho, entre otros), Ministerio Tradicional (corridas de toros, sevillanas, flamenco, panocho); Ministerio Turístico (en defensa de las playas, los guiris, chiringuitos). Se pueden crear otros, a petición.
Fuimos a Tiger Tiger, que estaba bastante lleno.


Más que Jalogüin, parecía Carnaval, porque lo mismo te encontrabas a Michael Jordan, gente vestida de mariquitas, de SuperMario y Luigi,… Si me hubiese vestido de esquimal no hubiese dao el cante.
A las 3:15 llegué a mi habitación. Me esperaban apenas 4 horas de sueño, porque el sábado tocaba madrugar para ir a Lake District.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Un paquete y un negro episodio

El lunes vuelta a la rutina por Manchester. Clases por aquí, clases por allá. Y a las 5 que ya está prácticamente de noche. La oscuridad y el frío le echan a uno pa´tras, pero es lo que hay. Me toca lidiar con este tiempo. Ahora comprendo, entiendo y me compadezco de los guiris que nos abordan en los meses de verano buscando unos rayitos de sol. Aquí lo raro es que haya un día soleado, mientras en Murcia lo raro es que llueva. Cosas de la vida.

El martes, como siempre, bien tempranito toca el francés. Vimos un poco el famoso Passé Composé, aunque dice el tío que no nos lo va a exigir, que eso es para cursos más avanzados. Coño, por lo visto no sabía tan poco de francés. Va a resultar que tenía un nivelazo, y yo sin saberlo. Lástima que la pronunciación me delate que no me lo curré mucho.
Llevaba ya unos días esperando un paquete gratuito como cortesía por estar estudiando fuera. Hasta donde yo sabía, mi madre me había puesto unas latas de tomate Hida y también alguna lata de lentejas, así como unas toallitas de esas para que el color no destiña en la lavadora. Por lo visto, los mozos de Fedex, encargados de traerme el paquetito a mi residencia, habían venido hasta aquí y no me habían localizado. O eso decían. Me llamó mi hermana diciendo que: o llamaba a la empresa y quedaba con ellos para que me lo entregasen ese día, o si no el paquete era reenviado a España y había que pagar 50 euros. Juas. Entre clase y presentación llamé, y me dijeron que realizarían la entrega al día siguiente.

Tenía que estar atento a lo del paquete, así que me el miércoles me levanté a las 9. Me tocaba estar toda la mañana (e incluso la tarde) en vilo esperando el paquete. Sobre las 11, viendo que no venían, llamé y me dijeron que la entrega sería de 9 a 5 de la tarde, pero que no sabían decirme una hora exacta de entrega. Vaya. No podía ir con tranquilidad al váter, no fuera a ser que me tocaran a la puerta y no me enterase. Afortunadamente, a media mañana ya tenía el paquete entre mis manos. Varios paquetes de chicles Trident Splash, las toallitas esas, 3 latas de tomate Hida y 2 latas de El litoral (lentejas y fabada, para ser más exactos). Así que para comer ya tenía algo nuevo: lentejas. Cuando tocan lentejas en casa, me quejo que no veas, pero aquí me apetecían y tó. Quién me lo iba a decir, como diría Bisbal.
Por la tarde me dio por buscar capítulos de CSI en Internet. Suelo ir por delante y los veo en inglés subtitulados en español. Encontré el primero de la temporada 9 de CSI Las Vegas (en España deben ir por la temporada 8), así que me puse a verlo. Y cual fui mi triste sorpresa cuando veo que Warrick muere de un disparo. Para aquel que no lo sepa, es el negro de la tropa del jefe Grissom. Sí, lo sé. A quien quiera que lea esto y le guste CSI, le he jodido. Es como contar el final de la película. Sorry, pero tenía que decirlo.
Y esto me ha recordado otra cosa. Cuando estuve en Liverpool con mi hermana y la francesa, le pregunté a la gabacha que si veía alguna serie de televisión. Para mi gozo, me dijo que veía Los Serrano. Por lo visto la serie es casi internacional, porque este verano pude ver en Kokkola (Finlandia) que vendían las típicas revistas de series y televisión con Diego y Lucía en la portada. Curioso. Le pregunté por los personajes, y al decirme los nombres comprobé que no se los habían cambiado. Así, Marcos (el Fran Perea) seguía siendo Marcos, y no François o algo similar. No me pude contener, y le dije que le pregunté una cosa: “¿Lucía sigue viva?”. Bueno, en realidad fue algo así como “Is Lucía still alive?”. Me encantó su cara de sorpresa y asombro. Me imagino que a la misma vez me querría matar por haberle desvelado eso. Si ella supiese que al final resulta que todo lo que pasa en Los Serrano era un sueño…
Para desquitarme del negro episodio, fui un rato al gimnasio, que lo tenía abandonao las últimas semanas entre unos motivos u otros.

El jueves otras 2 clases más. Tenemos que hacer una presentación grupal en Strategic Management, así que el tío nos dio una pregunta que tenemos que responder en base a un caso práctico. Resulta que el casa práctico tiene más de 20 páginas, y luego, para bien o para mal, también resulta que para contestar nuestra pregunta tenemos que usar ratios y números. Como mola. Hemos quedao el próximo jueves, así que se supone que me tendré que leer todo el caso y pensar un poco cómo resolverlo.

lunes, 27 de octubre de 2008

De boda por tierras murcianas

El jueves hice una escapadita a Murcia. El sábado era la boda de mi prima María, así que tenía una excusa para ir Murcia. Sólo iba a ser hasta el domingo por la mañana, pero bueno, menos da una piedra.
Se supone que el vuelo salía a las 5:30 de la tarde, con llegada a Alicante a las 9:30, pero por obra y gracia de Bmibaby (la compañía de bajo coste) nada más facturar me dijeron que el vuelo salía una hora después. Deben reducir el coste en la puntualidad, porque de 2 vuelos con Bmibaby, los 2 con retraso. Qué suerte.
Intenté amenizar la espera haciendo sudokus, que últimamente me ha dado por volver a hacerlos. En los periódicos gratuitos que me pillo en el autobús vienen 3 tipos de sudokus según su nivel de dificultad: fácil, medio y mu complicao. Con los 2 primeros no hay muchos problemas, aunque he de decir que en algunos de ellos la he cagao. Y con los de dificultad máxima… nada, que no hay manera de hacerlos. No he sido capaz de hacer ninguno. Yo creo que aquí mis neuronas están bajo mínimos y no trabajan mucho. O eso, o que aquí son muy listos (que no creo), o que yo me he vuelto (más) tonto.
Sobre las 11 pisé suelo español. Mi madre y mi hermana me esperaban en la típica sala de llegadas. Eché en falta un cartelito con mi nombre o algo así, pero bueno, por lo menos estaban allí y no se habían olvidado de mí. Una hora más tarde, ya en Murcia, estuvimos pasando el rato mi hermana y yo con el ordenador, viendo fotos y tonterías similares.

El viernes por la mañana fui en busca de una camisa. Tenía que estar (más) guapete para la boda, así que fui con mi hermana En busca de la camisa perdida. Tras mucha indecisión, me decidí por una, y me la llevé. Por la tarde, le tocó el turno a mi padre de buscar alguna corbata que pegase con la camisa. Él sabe de eso.
Teniendo en cuenta que sólo iba a tener el viernes para disfrutar de Murcia y sus gentes, pues tocó quedar con los amigos. Quedé un rato con Irene, fiel compañera de fatigas universitarias. Y luego ya cena con Guillermo, Elena y Clara, sin olvidarme de Sandra y María, a las que pude ver algunos minutillos. Mi visita murciana era tan corta que prácticamente ni había avisado, aunque me dio tiempo a ver a mi gente. O al menos a una muy buena representación.

El sábado ya era la boda. Fuimos a la casa de los novios, para ver al novio. José ya estaba más que preparado a las 11, cuando la boda era 1 hora más tarde. Fotos por aquí, fotos por allá, y pal ayuntamiento de Alcantarilla que fuimos. Al poco, también llegó la novia. Para ser original, el vestido era blanco.
No soy mucho (más bien nada) de actos religioso-civiles, pero si es por mi prima, pos me lo trago con gusto :)
Allí vi a mi abuela, a mis tíos/as y a mis primas y primo. Hacía 1 mes y pico que no los veía, que tampoco es mucho, pero cuando estás lejos parece que el tiempo se alarga. Todos muy guapos y muy guapas.

Se nos obsequió con unas fotos de los novios y otra con nosotros, en las que colaboró servidor en su montaje (bueno, realmente sólo puse las fotos en un cartón, pero el caso es que participé).
Como pasa con las bodas, tras el banquete y los puros tocan los bailoteos, amenizada con la barra libre. Y eso suele alargarse hasta que los dueños del restaurante se hartan y nos echan, ya sea a base de música muy lenta o a base de quitar la música directamente.
Por la noche, ya de vuelta en casa, me puse a hacer la maleta con las cuatro cosas que me iba a llevar a Manchester. Básicamente, alguna cosilla que había echado en falta y/o que se me había olvidado traerme en Septiembre. Sin olvidarme de la bufanda y el abrigo más gordo que tengo, que por tierras guiris ya hace falta todo lo que tengas y más.

El domingo a las 11:30 salía desde Alicante. Para la vuelta coincidía con Josema, otro de los murcianos que estudia conmigo en Manchester. Y encima no me pusieron pegas con el equipaje de mano. Además, sorprendentemente, el vuelo no iba con retraso. Mola.
Sobre las 2 del mediodía llegué a Manchester, y 45 minutos más tarde ya estaba en mi habitación. Llegué bastante cansado, entre no haber dormido mucho, el cambio de hora (también por el horario de invierno),…

En resumidas cuentas, ha merecido la pena hacer una escapadita a Murcia. Aunque eso sí, se ha hecho muy corta y me he quedado con ganas de más.
Si no hay cambio de planes, hasta Navidad no me van a ver el pelo de nuevo. Ni yo se los voy a ver.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Tiempo AMAZONico

Como creo que está quedando claro, viaje que veo que van a hacer, viaje que me apunto. Y por si había dudas, el lunes por la mañana pagué para ir dentro de 2 semanas a Lake District. No tengo ni idea dónde está, y sólo sé que debe haber muchos lagos. Según dicen, está bastante bien.
Por lo demás, fui a las clases pertinentes, en las que ya van entrando un poco más en materia. Y también fui a las clases de inglés, las cuales se hacen aburridas y no parecen muy útiles, pero bueno.
Por la noche, quedé con José Alberto para que me diese mi libro de Francés. Los 2 estamos en el nivel Pre-intermedio de Francés, aunque vamos a clases distintas. El profesor nos dijo que podíamos comprar los libros en cualquier librería o hacerlo en Amazon. Por Internet costaba 8 libras y 15 en la librería. Así que compramos un libro pa cada uno por Amazon, para ahorrarnos los gastos de envío. Cuando le eché un vistazo, vi que los temas no coincidían con los temas que nos había fotocopiao el profesor. En el mío ponía New Edition, había pagao 8 libras y en el libro estaba marcao el precio de 14,99. Sospechoso. Sentí que había pecao de listo/pardillo nuevamente.

Al día siguiente, ya en la clase de francés, pude comprobar que mis sospechas estaban infundadas. Había hecho una buena compra, porque el libro era el que íbamos a seguir en las clases. Mola.
Pasé por Barclays. Hace casi 3 semanas que fui para abrirme una cuenta bancaria y todavía no había recibido ninguna carta con la tarjeta y esas cosas. Fui a ver qué pasaba, y me dieron un papelito. En 5 días laborales me llegará la tarjeta, el pin y demás.
Aquí ya va haciendo un frío que acojona. A las 11 de la mañana ya me salía el típico vaho o humillo de cuando suspiras o le echas el aliento a alguien. Impresionante. Los veteranos del lugar me advierten que me espere a diciembre y enero para sentir y sufrir el verdadero frío. No sé dónde me meteré.
Y aparte del frío, el cielo siempre está amenazante:


Camino a mi residencia, al doblar la esquina me encontré una libra. No está mal. Desde que estoy aquí, me he encontrao muchas moneditas pequeñas por el suelo. Raro es el día que no me agacho al suelo y pillo alguna. Se ve que ando mirando al suelo o algo así, porque he visto monedas de 1 penique, de 2,… hasta de 20. Pero era la primera vez que me encontraba una libra (1,3 euros, o algo así). Que siga la racha.
Por la tarde, tras una nueva clase, me pasé por la biblioteca. Para el 6 de Noviembre tengo que entregar una cosa del Project, además de los trabajitos y tonterías del resto de asignaturas. Devolví los 4 libros que me había sacao (para nada) 2 semanas antes, y fui a ver si me sacaba algún libro realmente útil. Encontré 2, y me los pillé.
Además, me compré mis primeros libros. Menudo timo. Además de que están en inglés (lógicamente), no son precisamente baratos. 85 libras que me dejé en 2 libros (50 y 35). Espero, por lo menos, que tenga que usarlos mucho, porque si no…

Hoy es miércoles. He cogío la costumbre de escribir y hacer un repaso semanal los miércoles, aprovechando que no tengo clase.
He ido a la lavandería, que así ya dejo la ropa limpia antes de irme a Murcia. Entre hoy y mañana, voy a ver si termino de limpiar y ordenar esto. Espero también que empiece a leer y sacar cosas para algunas asignaturas, que las entregas de los trabajitos de acercan.

Sí, es cierto. Como algún aventajado lector se habrá dao cuenta, efectivamente, no he pasao por el gimnasio en los últimos días. No es que me haya rajao, es que no quiero forzar la máquina cuando no estoy, al menos, al 80 % de salud. Como se suele decir: “no, mañana ya me pongo en serio”.

Mañana jueves llego por la noche a Murcia, que se casa mi prima (una de ellas) el sábado. Va a ser una visita relámpago, porque el domingo ya como en Manchester de nuevo. Mi cama, mi habitación, la comida de mi madre (ahora la valoro más), saludar a algunos amigos, ver a la familia,… Por 3 o 4 días esta repetida imagen no se va dar:

Black-mentor, Internet y Chester

Los miércoles no hay clase, así que dormí un poco más de la cuenta y estuve un ratillo con el ordenador. Por la tarde había un partido de baloncesto entre la Manchester Metropolitan University (MMU, donde está el menda) y la University of Manchester. Vamos, un derbi de los buenos. Josema, no de los murcianos, nos representa, así que estuve una hora viendo el partido. Ví comenzar la segunda parte y puso rumbo a mi residencia: el partido iba encarrilao. Y así fue, ganamos.

Robin Hood me esperaba el jueves. Era un caso práctico que algunos compañeros tenían que presentar en grupitos en Strategic Management. A mí y a mi grupo nos tocará en 2 semanas o así. Y por cierto, en mi grupo sólo hay tíos, mientras que en los otros hay de todo y mezcla entre guiris y Erasmus. ¿Estaré gafao? Las tías generalmente se lo curran bien, y siempre se agradece que haya carne y pescao en los grupos. Aunque bueno, parece ser que vamos a hacer 2 fichajes femeninos. Por lo visto, se han incorporado a última hora y les ha tocao con un servidor.

Mi black-mentor me tenía abandonao a la buena de dios. No había dao señales de vida. Menos mal que el viernes por la mañana recibí un mensaje suyo. Decía que había estao liao yendo y viniendo a Londres, y me preguntaba que si ya me había hecho a Manchester. Vete a saber qué trapicheos lleva entre manos… :)
Por la noche iba a ir al barrio gay de Manchester (por su “interés turístico”, que quede claro), aunque al final no fui por recomendación médica (osease, mía). Aunque suene a excusa, prefería reservarme.

El sábado me cagué enterico, como aquél que dice. Me levanté, enchufé el portátil y… no iba Internet. ¿Algún cable suelto? ¿Reparaciones de la línea o algo de la compañía? Mi mente fue más allá. Me habían llegao rumores de que algunos gabachos de Mill Point habían recibío una carta en la que se les decía que tenían que pagar 70 libras por haber hecho uso de programas como el Emule, etc. Me informé, y en las condiciones para usar Internet en la residencia (previo pago, claro) había una cláusula que decía que no se podían usar programas de ese tipo, a riesgo de multan de 70 libras y 56 días de desconexión. “Cagoenlaostia, yamanpillao”, me dije a mí mismo. Me imaginaba sin conexión hasta Internet, y la bronca de mi madre y mi hermana pos ser tan gilipollas. La hemos liao.
Bajé a la recepción, y no ví a nadie por ahí furulando ni quejándose de ná. Volví a mi piso, y fui a buscar a la francesa para ver si a ella también le fallaba Internet. Le pregunté… y me dijo que a ella tampoco le iba. Uf, falsa alarma. Al cabo de unos minutos, ya me iba Internet.
Por la noche tocaba fiesta en el piso de Josema, nuevamente. Mi Red Bull falso (del Lidl) y yo cogimos el bus y nos plantamos allí, previo paso por la estación de autobuses. Al entrar, me recibió música española, como debe ser. En unos minutos, la música ya volvió a ser internacional y la gente empezó a llegar. La gente entra y sale, viene y va. Uno ya no sabe de dónde sale la gente. Tanto es así, que llegó un tío que no estaba oficialmente invitao (amigo del amigo del amigo, me imagino) equipao con su equipito de música y altavoces. Y pa colmo, va y pone música india (o lo que quiera que fuera eso). Claro, los 2 o 3 indios o paquistaníes que había, se volvieron locos. Menos mal que no duró mucho, y volvimos a la música “normal”. A eso de la 1, rumbo a casa, que al día siguiente tocaba otra escapadita.

Inma me había comentao que iban a ir a Chester el domingo. Sí, la semana anterior también íbamos a Chester, pero nos quedamos en tierra. Así que el sábado noche me saqué el billete, por si acaso. Íbamos a coger el autobús de las 10, así que me tenía que levantar a las 9 como muy tarde. Sin embargo, me percaté de que había carrera de Formula 1 en China, y que tocaba madrugar para verlo. Y bueno, ya que madrugaba, pos madrugué un poquito más. Total, una vez puestos… A las 8 sonó el despertador y me puso a ver la carrera. Hamilton empezó bien.
A mitad de carrera, me largué pa la estación de autobuses. Si después de tó, llego tarde… me da algo. Llegué bien y emprendimos viajecito a Chester. Fuimos los 3 italianos (Sonia, Flavio y Giacomo), Inma, 2 sevillanas (Patricia y Caro) y yo. En una hora y poco ya estábamos allí.

Chester es pequeñito (de ahí que su nombre sea más corto que Manchester, digo yo). Nos dimos una vuelta y vimos una muralla, casas con aires ingleses de siglos anteriores, la catedral,… Comimos en el McDonald, dónde la verdad que ya echaba de menos ir, y seguimos dando un voltio por las calles de las tiendas. Estuvo bien la visita :)

sábado, 18 de octubre de 2008

Alonso (desde tierra enemiga) y demás

Creía que serían las 11 y pico, pero no, el reloj sobrepasaba la 1 del mediodía. ¿Merecía la pena desayunar para comer un rato después? Lógicamente, no. Estaba con algo más de fuerzas, pero todavía hecho un perro. Hace tiempo que no me pongo malo malísimo, pero sí es común que me encuentre débil y con malestar general. Quien me conozca, sabrá de mis bestiales vejigas/llagas que me salen en la boca. Cuando me salen, quiere decir que estoy bajo de defensas y que esté alerta. Creo que recordar que he ido al médico o farmacia para ver cómo curarlas alguna que otra vez, y me han dicho que salen por estrés y cosas así. Por estrés no puede ser, porque por mi forma de ser soy bastante tranquilo y no me altero fácilmente. Así que, me avisan de que estoy debilucho.
Entré al Marca, como hago varias veces al día para estar informao del deporte, y ví que Alonso había ganao del GP de Japón. Yo no digo ná, pero si no me equivoco, desde que estoy aquí (en la tierra del Negrito del África tropical, Hamilton) sólo ha ganao Alonso. Hace unos días también ganó el GP de Singapur en una carrera nocturna, con un poco de fortuna. Pero esta vez había ganao sin pasar ná especialmente raro en la carrera. Si lo llego a saber, me vengo a Manchester en Marzo y así Alonso ya sería campeón. Y cuidao, porque este domingo corren en China. Como gane Alonso....
Por la tarde, en la tele pusieron la repetición de la carrera, así que me la tragué enterita. Y luego me puse a doblar la ropa que había colgao el viernes, que ya se había secao. De momento, con doblar la ropa basta, aunque en pocos días tendré que hacerme amiga de la plancha.

Para el fin de semana, la International Society había organizado un viaje a Edimburgo: 70 libras, durmiendo allí el sábado, y con el desayuno del domingo incluido, además del desplazamiento y alguna visita con guía. Tenía buena pinta, así que el lunes por la mañana fuimos a apuntarnos, que se supone que todavía quedaba un autobús disponible. Éramos 5 (buen número) y… había 2 plazas libres. Así que fuimos generosos y ninguno hizo la jugarreta de apuntarse a escondidas después. Vaya mierda.
Académicamente hablando, tocaba 1 clase, 2 tutorías (clases prácticas) y luego por la tarde 2 horas de ELSIS (el curso de inglés pa extranjeros como yo gratuito). Lo más novedoso es que comí en la cafetería de la facultad (iba a poner cantina, pero es que no llega a tanto). Tienen 3 cosuchas para comer, así que tampoco tuve mucha elección: las típicas habichuelas con ketchup que tanto les gustan a los guiris con unas patatas fritas, y una Coca-cola para ver si me espabilaba. Creía que iba a comer solo, pero al final me acompañó Sonia, la italiana, que aunque ella ya se había comido lo que se había traído de casa, pos tenía una hora hasta la siguiente clase.

El martes… mon Française. Estuvimos viendo la familia: que si hermana por aquí, padre por allá… Obsequié al profesor con el uso de la palabra “aussi”, y se quedó flipao, cuanto menos. Mi pronunciación es pésima, pero hay cosas por ahí que todavía recuerdo.
En la clase que tuvimos por la tarde fue exagerao. No sé si todas las clases son iguales, pero mientras la profesora intentaba explicar, tó dios (los ingleses, diría yo) contándose su vida y milagros. Una cosa es que hables o murmures algo, pero tanto… estos ingleses son poco disimulaos.
También le hice una visita a mi supervisora del Project (trabajo) que tengo que hacer, que curiosamente es la misma profesora del episodio anterior. Me dio el visto bueno para buscar todo tipo de información y autores en relación a Google y China, y me dijo por donde lo podía enfocar, aunque yo ya tengo mis ideas en la cabeza.
Luego, ya en la residencia, mi inglesa iba a ir a la lavandería, así que me dijo que si quería ir un rato, que al lao hay un billar y así pos se hace menos pesá la espera. Bajé un ratillo, recordé viejos tiempos de “¡Pícala, pícala!”, y subí de nuevo. Mientras cenaba, ví algo de CSI en la tele, que me sigue gustando.

viernes, 17 de octubre de 2008

Clases, Leeds y... primeras fotos

El miércoles no hice gran cosa. No tengo clase los miércoles (ni tampoco los viernes), así que aparte de escribir algunas líneas pal Rincón, lo más destacable fue que nuevamente estuve un ratillo por el gimnasio, mientras esperábamos que saliese la ropita limpita de la francesa.

El jueves tocaban 2 clases. El profesor de la primera clase habla más o menos pausadamente, así que se le entiende más o menos bien. El profesor de la otra asignatura, ya por la tarde, nos recomendó que nos comprásemos un libro muy bueno, que según dice incluye casos prácticos que se usan en Jarbar (bueno, Harvard Business School, pa ser más técnicos). Alguien osó preguntarle por el precio. 40 libracas. Tenía la duda de si había dicho 14 o 40, porque se supone que lo edita el Diego Marín de aquí, pero no, eran 40. Lo mismo me lo tendré que comprar…
Después estuve unos minutos en la biblioteca para ver cómo se sacaban los libros, básicamente. Tienen una máquinita en forma de V (uve) del copón, en la que vas poniendo los libros encima y un lector te detecta el nombre, para que luego te imprimas tú mismo el ticket. Está curioso. Pa no hacer el feo y hacerme el intelectual/empollón, me saque 4 libros: 2 porque también se los sacaron los compañeros míos y yo no quería ser menos, y otros 2 que ví por ahí sobre China, aunque no lo miré mucho y no creo que me sirvan para mi Project sobre Google y China. Si te las quieres dar de listo, puedes sacarte 10 libros a la vez.

El viernes fue también relajado. Por la mañana fui a la lavandería, y vine con mi ropita húmeda pero limpita. Hace unas semanas me compré un tenderete por 6/7 libras, así que ahí cuelgo la ropa y me ahorro 1 libra, que es lo que me cuesta poner la secadora cada vez. Tenía pensado salir un rato por la tarde y/o por la noche, en la que pensaba salir con la francesa y una italiana o si no con los de mi clase. Al final, sea como fuere, me ví en casita.
Entre tanto, hice un par de ejercicios de rellenar huecos que tenía que hacer de Francés, y me que corrigió mi profesora particular.
Estuve llamando a mis compis pero no los localicé. Así que, sobre las 10 de la noche, reté a mi inglesa a unas cartas. Le enseñé a jugar a la brisca (¿alguien sabe qué significa “brisca”?), y le tuve que enseñar muy bien, porque la primera partida me ganó. Vaya chasco. Menos mal que a la segunda le gané. Y luego ella me enseñó a jugar a “Higher or lower”, aunque vamos, no tiene mucho misterio. Sacas una carta, y dices si la siguiente va a ser más alta o más baja en número. Si aciertas, sigues; si la pifias, pos no consigues ninguna carta y turno pal siguiente. Conforme vas consiguiendo buenas series de cartas, te vas plantando y guardando esas cartas, y el juego sigue. Quien tenga más cartas al final, cuando ya no quedan cartas, pos gana. Creo que gané una ronda y perdí la otra.
Ya sobre la 1 (laS 1, como yo digo) conseguí enterarme de que pal día siguente (sábado) habían dicho de ir a Chester a pasar el día, que queda a una hora. Chester (sin el MAN) me sonaba, no sé de qué, así que no estaría mal ir allí.

El sábado me levanté a eso de las 8. Tras ducharme, hacerme un par de sándwich y esas cosas, me fui pal centro. Había quedao con Josema (uno de los murcianos) y luego con el resto. El autobús salía a las 10. Nos entretuvimos un poco, se nos hicieron las 10 menos ná, preguntamos en la taquilla… y el autobús estaba completo. Juas juas, tanto madrugón pa ná. Preguntamos que cuales eran los siguientes autobuses a otros destinos, y nos dijo que había uno a Leeds en 5 minutos. También quedaba a una hora, y yo lo conocía por su equipo de fútbol (cómo no), que solía jugar en la liga con el Manchester United y compañía. Como si nos importase una mierda a dónde ir (y no era mentira), pa Leeds que fuimos los 5: Josema, Inma, Sonia, Pauline y yo.

Leeds no es mu grande, y en las 4/5 horas que estuvimos allí, creo que vimos lo principal. Vimos la catedral (que es diminuta), el ayuntamiento, un museo,… y las 3 o 4 calles comerciales. Desde el mismo autobús pude ver el estadio de fútbol.
¿Me gustó Leeds? Pos no estuvo mal, pero vamos, más o menos estas ciudades/pueblos ingleses son parecidos :)
A media tarde ya estábamos de vuelta en Manchester. Aproveché para dormir lo que no había dormío por la noche. Por la noche había fiesta en el piso/residencia de Josema, así que allí me planté, aunque no llegué de los primeros. Todavía quedaban provisiones, y la gente ya se empezaba a mostrar especialmente amistosa. Tras pasar un par de horas con gente de clase sobre todo, mi bonobús y yo pusimos rumbo de vuelta a casa. Llegué a mi habitación una media hora después o un poco más. Y llegué que tenía frío, no me encontraba muy bien. Así que, desconecte las alarmas madrugadoras y me dispuse a dormir lo máximo posible para ver si me levantaba mejor.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Comienza la rutina (II)

El lunes a las 11 ya tuve la primera clase en condiciones. El tio se presentó (bueno, eran 2), dijo algunas gracias (para quien las entendiese) y luego leyó 3-4 diapositivas. A nosotros nos dio unas fotocopias con las diapositivas, todo un detalle, y me la impresión de que casi ha dao el primer tema por explicao.
Aquí clases normales y corrientes tenemos 1 hora a la semana, salvo una asignatura y el Francés que son 2. Eso sí, aquí tienen después tutorías, pero no como las conocemos en España. Allí se entiende que no pueden usar durante el curso, a no ser que verdaderamente tengas dudas existenciales, estés más perdío que ná o quieras hacer la pelota. Luego, en periodos de exámenes, parece que sí está permitido.
Aquí no. Aquí vienen a ser nuestras prácticas, para hacer debates, dar opiniones, hacer presentaciones,… y bueno, son recomendables/obligatorias. Vaya mierda, yo que estaba tofli (tó flipao) en que sólo tenía 5 horas de clases a la semana… y ahora me encuentro con que mi horario tiene más huecos en los que tengo que ir a la facultad :(
Eso sí, no tengo clase los miércoles ni los viernes, todo sea dicho :)
De 3 a 5 fui a un curso de inglés gratuito que nos ofrecen a los alumnos de fuera, para mejorar nuestro nivel, ayudarnos a hacer presentaciones, etc. Llegué tarde, así que me tocó buscar sillas para mí y una japonesa que me encontré en mi misma situación. Como mola tener silla y no tener mesa.
Estuvimos hablando en grupitos, recordando viejos (y no tan viejos) tiempos de la Escuela de Idiomas, y a mi me tocó con Kana (la japonesa), Kamal (una de Pakistán, si no recuerdo mal), una española (Nuria) y 2 más, aunque estas 3 se largaron antes de tiempo.
Me había traído mi super-paraguas-pequeño de Mickey, que mi hermana y mi madre me regalaron hace unos años de uno de sus múltiples viajes a Paris. Pero no me duró ná, porque al segundo o tercer día de lluvia mi paraguas murió. Así que me fui al Primark y compré 2 paraguas: uno pequeño y uno enorme, según llueva mucho o muchísimo.

El martes (ayer) me tocaba el Francés de 9 a 11. No sé cómo, pero llegué 15 minutos antes y tó. Espectacular. No estaba muy seguro de que el pre-intermedio fuese mi nivel, pero bueno, allí que entré. Mis dudas se disiparon un poco cuando escuché a mis compañeros, y también cuando el profesor dijo que las clases se explicarían en inglés salvo cuando tocase hablar, hacer los ejercicios,… Si no entendí mal, el examen a final de curso será en Inglés, o por lo menos la redacción, aunque de esto no estoy del todo seguro, porque si no menudo super-francés voy a aprender :)
A las mismas 11 tenía una nueva charla en mi facultad sobre el Project, así que fui rapidillo para ver si no llegaba tarde. Premio. Llegué tarde, y no sé cómo, pero en estas charlas la clase (no es muy grande) se llena y falta espacio, así que quien llega último, pos lleva premio y se sienta en el suelo. Fui afortunado y me llevé premio por segunda vez (la semana pasá también me pasó).
Volví a mi piso, comí (pizza, por cierto) y a las 2 otra vez a clase. Fue una clase introductoria.
Cogí mi autobús, y pa casa. Hablé nuevamente con el Skype (menudo chollo), e incluso ví a mi prima Gema (Gemi, cordera,…), que ha tenío el detalle de comprarse una webcam pa verme a mí (bueno, y también a más gente, me imagino, jejeje).
Bajé al gimnasio, y me encontré a Nuria (no mi hermana, sino a la española que también va al curso de inglés gratuito). También está en mi residencia, y también otro español y un francés (cachitas ambos) que pululaban por ahí subiendo y bajando pesas.

Por cierto, mi repertorio culinario va llegando a su fin, así que si sabéis recetas prácticas y de dificultad muy baja, no dudéis en comentarlo.

¡Ah! Por si alguien tiene dudas, sí, se pueden dejar comentarios y esas cosas en este blog. Estoy convencido de que no habéis dejado muchos aún porque no lo sabíais :)