martes, 23 de diciembre de 2008

Vuelta a casa por Navidad

La última semana del año 2008 por Manchester comenzó con las típicas clases matutinas. Acompañado con Inma, fui a ver al profesor de Marketing Financial Services. Resulta que tenemos que entregar un trabajo el 5 de febrero, con 4 apartados, sobre la compra de un banco guiri por parte de nuestro Banco Santander. En parte jugamos con ventaja al supuestamente conocer dicho banco , del que podemos buscar información también en español. No teníamos muy claro cómo enfocar las 2 primeras preguntas, y para eso fuimos a su despacho. El tío más o menos nos dijo las ideas muy básicas que debíamos desarrollar en nuestro trabajo, así que se puede decir que la visita fui fructífera.
Fui por enésima vez al Barclays, para ver si de una puñetera vez era capaz de tener tarjeta y pin en mi poder. Pero no. Me dijeron que tendría que esperar unos 4-5 días para recibirlo por carta. Mucho me temía que ya lo vería a la vuelta de vacaciones...
Por la tarde me estuve leyendo los 2 temas de francés de los que me iba a examinar al día siguiente: uno sobre comidas y alimentos, y el otro sobre cómo dar las direcciones. No era mucho, así que yo creo que no llegué a las 2 horas en total ni de lejos.

El martes ya tocaba el examen de francés, el primer examen “serio” desde que estaba en Guirilandia. Empezamos con el típico Listening en gabacho. Conforme iba escuchando cosillas, las iba anotando en lápiz, que luego las pasaría a boli. Las anotaba en francés, por supuesto, aunque algunas respuestas escapaban a mi conocimiento. Cuando iba a pasar las respuestas definitivas a bolígrafo, me dio por leer el enunciado. Sí, de vez en cuando leo el enunciado de lo que se pide en los exámenes. Es una manía que tengo. Y cual fue mi sorpresa cuando leo que las respuestas tendrían que escribirse de forma completa (con sujeto, verbo y predicado) y... in Inglis pitinglis. Juas. Yo que tenía mis respuestas en francés y todo, y tenía pensado intentar lucirme intentando adivinar algunos verbos y su conjugación... Me puse a traducir las cosas al inglés, y como me suponía, algunas palabras no sabía traducirlas o no me acordaba en ese momento. Así que, ni ancho ni corto, las dejé en francés.
El resto del examen consistió en unas preguntas sobre un texto, a contestar en inglés; poner palabras en orden para formar una frase, que sorprendentemente estaban en francés; poner las preposiciones adecuadas, también en francés; y finalmente traducir unas preguntas del inglés al francés. Vamos, en resumidas cuentas el examen fue asequible, más en inglés que en francés, y con mis lapsus entre idiomas. Media asignatura quitá de en medio.
Por la tarde, tras la clase y tutoría, me dí una vuelta por el centro comercial del centro, que tenía un encarguillo de mi hermana.

Miércoles 17. Ya 3 meses por aquí. Esto pasa volao, para bien o para mal :) Como cualquier miércoles, prácticamente, por la mañana no hice otra cosa que dormir. Por la tarde, mientras estaba con el ordenador, escuché como unos golpes de balón en mi puerta. Una y otra vez. Venían del pasillo, y creía que eran de Hailey, porque Sandrine estaba estudiando para su examen de alemán y Simon no había dado señales de vida durante el día. ¿Estaría jugando al fútbol? Mi intriga y yo abrimos la puerta, y vi un balón, pero de rugby. Ella está en un equipo de rugby femenino, y por lo visto estaba practicando el golpeo de balón en el pasillo. De lo más normal. Me uní a la causa, y allí que estuvimos unos minutos en el pasillo, entre golpeos de balón e intentos de pasar la pelota ovalada. No he jugado nunca al rubgy, ni lo haré, porque mi físico digamos que no es el más adecuado, pero aún así fui capaz de enseñarle cómo creía que se debía pasar el balón. En ese rato le pilló un poco el truquillo, y al final del entrenamiento las mejoras se hacían patentes.
Por la tarde hablé con Sonia, y me dijo que era probable que fuesen a cenar a un italiano por la noche. Así fue. Quedé con ellos en el centro, y a un italiano que fuimos Sonia, Flavio, Giacomo, Katherine, Shin, Inma y yo. Mi tradicional pizza prosciutto no me la quita nadie. Curiosa (por decir algo, vamos) fue la conversación de si creíamos en los fantasmas y las experiencias de algunos de ellos. Que tengan cuidao, que yo me cago enseguida.

El jueves tampoco tenía clase, y dormir que tocaba. Por la tarde estuve un rato sacando unas ideas de un libro para el Project, que los libros no me los voy iba llevar a Murcia y eso me podía servir para trabajar sobre ello en Espein.
Teníamos pensao, a sugerencia mía, ir a cenar a la calle y/o hacer algo todos juntos; me refiero a los 4 del piso, más la hermana de Sandrine que también estaba allí de paso. Entre los horarios e historias de unos y otros, no hemos compartido excesivos momentos los 4 juntos, y eso es algo que se podría mejorar. Al final, la idea de cenar se desechó por la escasez de liquidez de Sandrine, con lo que quedaba la opción de hacer “algo”. Hailey comentó que había una pista para patinar sobre hielo por el centro, y que podría estar bien ir. Simon fue la primera baja, porque por lo visto, aparte de que estudia Fashion y no le tira nada el deporte, sus rodillas sufren algún tipo de problema cuando hace alguna actividad física más allá de la rutinaria. Las gemelas también se rajaron, diciendo que no tenían dinero ni ganas. Lo primero se lo podíamos prestar; lo segundo no. Nos habíamos hecho la idea de salir a hacer algo, así que pese a las bajas, Hailey y yo nos fuimos para el centro.
Me enseñó la tienda de alimentación sana donde trabaja, y pasamos por el mercado navideño, al lado del ayuntamiento.
Llegamos a la pista de hielo, nos enfundamos las botas previo pago de un puñao de libras, y nos pusimos a “patinar” durante una hora. Hailey se creía que era un patoso y que me iba a caer a la primera de cambio, y aunque ni mucho menos soy un virtuoso, me mantenía en pie y conseguía avanzar, que no era poco. Eso si, no pude evitar caerme una vez, todo sea dicho. Ella tenía más soltura y se movía con más facilidad. Estuvo bastante bien, la verdad. Mereció la pena.

El viernes ya tocaba volver a casa por Navidad, como el turrón. Me levanté a las 10 y me puse a pensar qué iba a meter en la maleta y qué no. Mientras tanto, intenté grabar las fotos y otros archivos en un dvd, pero se ve que mi portátil no admite semejante compleja operación de grabar un dvd. Ni siquiera con unos dvds que compré en los paquistanis (los chinos de aquí) pude grabar algo. Me tocó pasar todo a medias entre un par de pen drive y el mini-pc, al que llamaré a partir de ahora Pocoyó.
Tras dudar qué maletas traerme, y qué ropa y cosas meter, conseguí decidirme a dar por finalizada la tarea y cerrar las 2 maletas. Una de equipaje de mano y otra para facturar.
El vuelo salía a las 15:55, y quería estar 2 horas antes allí, aunque al final llegué algo más tarde, y “sólo” con hora y media de adelanto para facturar, ver la puerta de embarque y esas cosas.
Allí me encontré con 3 chicas de Alicante, y una de ellas se puede decir que la conocía porque iba conmigo a francés, aunque no habíamos pasao mucho más allá del hola y adiós. Comprobamos los billetes, y vimos que cada uno estaba en una punta. Mi punta estaba al principio, en la fila 2.
En el avión, y como siempre, nada más entrar estaban los de la clase Business, y luego el resto. Creía que mi asiento en la fila 2 estaría justo tras la clase guay, pero cuando me vine a dar cuenta, vi que me tocaría sentarme en clase Business. No había pagado más por el billete ni nada, pero se ve que ya me consideran un International Business-man. No gocé de grandes lujos, ni mucho menos, pero sí que podía estar más ancho y podía estirar las piernas ampliamente.
El vuelo debía durar 3 horas, pero previsiblemente por las corrientes de aire y los aires a favor, iba a durar unos 40 minutos menos. Mejor. El viaje se pasó rápido, y aproveché para pegar una cabezadica. Cuando quise ir al servicio, justo un tío entró antes que yo. Esperé 1 minuto, 2, 3, 4, 5,... un par de personas se unieron a mí en la cola, pero el tío no salía. Al final, yo diría que a los 10 minutos, el apurado hombre salío con un “Sorry” y una evidente cara de alivio.
Ya en Alicante, cogí mi maleta y fui a la sala de llegadas, donde me estaba esperando mi padre. Coche y en hora una ya en Murcia. En la puerta de mi casa me esperaba un letrero hecho por mi hermana en el que decía: “Pajaroto: bienvenido a casa por Navidad”. Estaré 3 semanas por aquí, hasta el 10 de enero.

Me voy a tomar unas ligeras vacaciones en cuanto a poner al día el blog e informar de lo que voy haciendo.

Feliz Navidad y que empecéis con buen pie el año 2009.

Juanmi.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Penúltima semana 2008

El lunes, para variar, clases por la mañana y el curso de inglés por la tarde. Como creo que ya dije en su día, los cursos duran 5 semanas, se centran en distintas habilidades guiris (que sí escribir, hablar,…) y luego nos dan un diplomilla de asistencia. No es que sirva para mucho, pero bueno, pillo algunas fotocopias quizá interesantes. Según nos dijo la profesora, esta vez los certificados tendríamos que recogerlos en la secretaría de la facultad, que por lo visto se les había olvidado llevarlos.
De francés tenía que escribir una pequeña redacción sobre la comida y la bebida que me gustaba, así que estuve pensando un ratillo y escribí algo que más o menos tenía sentido.
Por cierto, que el sábado habrá doble party. La francesa me dijo que iba a invitar a gente el sábado por la tarde, y que se lo dijese a mi gente. Eso sí, cuando me dijo la hora me quedé muerto: desde las 7:30 de la tarde hasta que la gente quisiese. ¿Fiesta o más bien merendola? Me quedé con la duda hasta el mismo sábado. Y Josema también nos dijo que por la noche, a partir de las 9-10, última fiesta del año en su piso, para variar. Así que haría doblete.

El martes hicimos una pequeña revisión de cara al examen que teníamos la siguiente semana. Conjugar algunos verbos irregulares es lo más chunguillo, además de que algunas palabras lo mismo las sé en francés y en español, pero no en inglés, que es como me las piden.
Aprovechando que Sonia iba a la biblioteca de otro campus que pilla de camino a mi residencia, me fui con ella a tomarnos un chocolate calentito y un tarta también de chocolate, por supuesto. Sienta que no veas, y aunque eran ya las 3 y pico de la tarde, pudimos ver algunos rayos de sol y todo. Sí, increíble, había salido el sol.
Sandrine tuvo a bien corregirme mi redacción en gabacho. A algunas palabras les faltaba alguna letra, a otras les faltaban y alguna cosa estaba puesta en el orden equivocado. También había alguna expresión que ni ella la entendía :)
Ví CSI Miami, como no podía ser menos. Esta vez diré que alguien se despide de la serie, sin dar más datos. Al final de capítulo, en su despedida, sonó una canción que me gustó muchísimo. Me puse como un loco a buscarla, y al final la encontré: Jeff Cardoni - Farewell Alex. Cuando me da por una canción, me puedo tirar varios días seguidos escuchando la misma canción. De hecho, hasta ese momento, había estado con otra con igual grado de flipamiento: Leona Lewis – Homeless.
Por cierto, ya sé de dónde es Hailey (la inglesa). Me ha costao lo mío, pero el martes me dijo que era de Plymouth. En su día se lo pregunté, pero no me quedé con la copla. Me sonaba el nombre, porque aparece en los mapas del tiempo, ya que está en el suroeste y debe ser de lo más grande de la zona.

Quiero avanzar algo con los trabajitos y Project antes de navidad. Por eso el miércoles me puse, por fin algo más en serio, y escribí un par de páginas para el Project. “A poco a poco”, ¿no, Gemi?
Por la noche, en vez de acostarme, decidí que tocaba ponerse a prueba con los sudokus. Ya lo comenté en su día: los difíciles no había manera de hacerlos. Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando me puse a poner numeritos y numeritos, y al final… no había ningún hueco y todo cuadraba. Impresionante. Me acosté a las 3:30, pero con una sensación más buena que ná.

El jueves se confirmaron las sospechas. Hice el julay. Me saqué el vuelo para el viernes que viene, y definitivamente el martes terminaba con las clases. Así que me podía haber sacado el vuelo para el martes o miércoles. Aunque también podría aprovechar que estoy aquí con libros de la biblioteca para avanzar con los quehaceres universitarios.
Hablando de biblioteca… Por la tarde me digné a ir a la biblioteca en busca de algún libro o algo interesante. Además, me llevé mi nuevo mini-pc para escribir lo que encontrase. No llegué a estar ni 5 minutos. Fue sacar el ordenador, encenderlo, buscar una red inalámbrica y… Premio. Sonó la alarma antiincendios. Una voz nos decía que cogiésemos nuestros bártulos y saliésemos lo antes posible. Nos quedamos todos en la puerta de la facultad, con el fresquillo que caía. Como quiera que ya me habían chafao mi plan, decidí largarme de allí. Al final me quedé con la duda de qué era lo que realmente había pasado. Supongo que sería una falsa alarma, o lo mismo un simulacro, aunque me imagino que en ese caso lo habría dicho y me habría enterado.
Tenía mono de conectarme a Internet con el mini-pc, para hablar con el Skype, así que hice una parada en el McDonald. Hay un gran letrero que pone que hay wi-fi gratis, y aunque debía ser sobre las 7, iba a hacer merienda-cena pidiéndome un menú Big Mac y ver si conseguía conectar el trasto. Mientras la comida iba cayendo, iba probando. Tenía que registrarme, y no tenía ganas, así que al final con las mismas me fui a la residencia.
En el frigorífico digamos que tenemos 3 espacios para poner nuestras cosas. Y somos 4. Falta una leja. Los primeros días le cedí la mitad de mi compartimento a la francesa, mientras conseguíamos una leja. Hemos ido como 10 veces a la recepción, y rellenado otras tantas un formulario donde se apuntan las cosas que se han roto y cosas así. Si no te va el agua caliente, lo tuyo va lo primero. Y se ve que lo nuestro no tiene importancia ninguna, porque pasan de nosotros. Podemos aguantar así, porque al tener aquí debajo el Lidl y el Tesco las compras las hacemos prácticamente a diario, pero aún así a ver si nos ponen ya la dichosa leja para tener algo mas de espacio.

El viernes no fue muy productivo. Me levanté tarde y no hice gran cosa. Por la tarde vino Clemence, la hermana gemela de Sandrine, y otra amiga. Por lo visto, la hermana se quede hasta el otro domingo, y se van las 2 juntas para París. A Clemence ya la conocía, por así decirlo, porque los primeros días hablé con ella un par de veces con la webcam de Sandrine. Son casi iguales, pero se las puede distinguir, porque una tiene el pelo más corto que la otra.
Por la noche, jugué a las cartas un rato con Hailey. Me intentó enseñar a jugar al póker, pero yo nunca había jugao y le costó. Así pasamos el rato.

El sábado por la mañana hice lo que se dice nada. Hablé un rato con mi hermana, que me sugirió la idea de cambiar el vuelo del viernes al martes. Habría que pagar un buen puñao de libras, pero quizás merecía la pena. Lo estuve pensando…
Por la tarde fui con Sandrine y compañía francesa al Lidl para ver qué comprábamos para la fiesta, pre-fiesta diría yo. Compramos más bien cosas de picoteo-cena: pizzas, pistachos, golosinas, chocolate, patatas fritas, coca-cola y algún que otro vino y similar. Por mi parte, al final vinieron Sonia, Flavio y Kate, a los que se unió José Alberto luego más tarde. Los 3 primeros están en Mill Point, y vinieron a pata, lo que me hace agradecerles más aún su visita :) Giacomo me llamó diciendo que no se encontraba muy bien, Josema tenía que comprar cosas (el tío se va el martes) e Inma iba a pasarse más tarde, pero se lió y no vino al final.
También estaban Geraldine, Vinciane (amiga de Clemence), Cecilia y Caterina para completar la gente italiana, y Eva (belga que ya no vuelve por aquí tras la Navidad). Me cae muy bien Bélgica.
Creía que estudiaba en la MMU, que significaba Manchester Metropolian University, pero por lo visto la rivalidad entre las 2 universidades de aquí hace que algunos nos llamen como los de la Mickey Mouse University. Dato curioso aportado por Caterina. A mí me gusta Mickey, Bugs Bunny y toda esa gente, así que por mí encantao.
¿Qué posibilidad hay de que conozcas a varios gemelos a la vez? En mi colegio ya había 4 gemelos en la misma clase, que no estaba nada mal estadísticamente hablando. Pues aparte de Sandrine, Caterina también tenía una gemela. Y para rematar, Simon (mi inglés) también tiene 2 hermanas que son gemelas. Parecía que el raro era yo por no tener un gemelo.
Kate, Flavio y Sonia se irían sobre las 11 para la fiesta en el piso de Josema, mientras que yo me fui con José Alberto ya sobre las 12 largas, tras dejar el salón-cocina más o menos limpio. Aquello estaba lleno, con gente que como siempre se auto-invita. A mí particularmente me gustan más las que estamos gente que más o menos nos reconocemos, pero bueno. Allí estuvimos hasta que tocó el turno de coger el autobús y volver a casa, a eso de las 4.

El domingo, siguiendo la estela de los últimos 3-4 días, me volví a levantar más tarde de las 12. Menos mal que iba a aprovechar estos días para avanzar con los trabajitos y eso, que si no… Realmente no hice nada, ganduleando, en un estado de empanamiento y medio-empanamiento. En 5 días estaré ganduleando por Murcia.

martes, 9 de diciembre de 2008

Fría semana Erasmus

Como ya dije en la anterior entrada, el frío de verdad ya venía. Y efectivamente, ya ha hecho acto de presencia.

El lunes me levanté a eso de las 10. Abrí la ventana, me asomé, extendí mi mano y pequeños copitos de nieve se posaron en ella. Era agua-nieve, y me venía a decir que en cualquier descuido nevaría de verdad.
A media mañana, fui en busca de mi supervisora del Project, y allí que la encontré. Me tenia que dar el feedback de la propuesta que hice hace ya unas semanas. La tía es bastante agradable y siempre te dice las cosas con buena cara. Preguntes lo que le preguntes, siempre te dice que no te preocupes y que le mandes un email o le hagas una visita para cualquier cosa. Entré al despacho, me enseñó mi propuesta, impoluta, y me dijo que todo estaba bien. La verdad es que dudo que se la haya leído, porque no tenía ninguna anotación: ni buena ni mala. Pero en fin, le hablé de las cosas que me gustaría hablar en el trabajo y me dijo que sí, todo bien, que me ponga en ello y que le visite para cualquier cosa. Eso haré.

Teniendo en cuenta que el martes tocaba levantarme a las 8, y avisado por la posible nieve, nada más levantarme fui a la ventana para ver cómo se presentaba el día. No nevaba, pero hacía frío. Así que cogí la cámara por si acaso y me la llevé al francés. A mitad de la clase, alguien comentó que estaba nevando, y sí, era cierto. Molaba. Creo que nunca he visto nevar, aunque sí la nieve. Le dije al profesor que si se íbamos a terminar la clase, pero se ve que él está acostumbrado a ver el blanco elemento y me dijo que no. Al acabar la clase ya había parado de nevar, pero mi cámara y yo volvimos a casa a pata (en vez de en autobús) para ver si caía la breva, digo, la nieve. No nevó en el camino. Lástima.
Por la tarde tenía la presentación grupal sobre CSR. Tras ajustar el proyector, pa'llá que fuimos. Empezó Josema, continué yo, me siguió Giacomo y remató Flavio. Quien más y quien menos leyó lo que tenia previsto, y con más o menos gracia se presentó. Nos quedó decentemente y creo que dijimos las cosas claras sobre el tema. La profesora, la misma del Project, debió quedar convencida porque nos puso un 95%, con lo que ya tenemos 0,95 puntos de esa asignatura :)
Era el cumpleaños de Sonia, que cumplía 21. Nos citó a partir de las 9 en Mill Point, en su piso. No faltaron tartas, “pihcolabih” y bebidas. Y cómo no, regalos. Muchas fotos con algunos de nosotros en ellas, una película, un par de colgantes o cosas para el pelo, alguna que otra cosa más, y el mejor regalo de todos: el nuestro. Un pijama con una vaca tocando la guitarra, y una tarjeta firmada con dibujos “Made in Flavio” de nosotros. Peter, Giacomo, Flavio, Josema y yo dibujados especialmente cachas, porque “Our friendship is so strong...”. La verdad es que estuvo muy bien, y creo que Sonia se lo pasó bien, que es lo que importaba. Por allí estuvieron, además: Kate, Pauline, Jessica, Gaelle, Stella, Jon, Alexis, y alguna que otra persona más. Sobre las 3, vuelta a casa.

El miércoles me levanté tarde, y lo único que hice fue seguir maquinando cosas para el Project y leerme unos cuantos Speeches (discursitos) del Banco de Inglaterra. Justo a la vuelta de Navidad tengo que entregar un trabajo, y podemos sacar ideas y referencias de esos discursos. Cogeré alguna idea y me apuntaré las mejores frases por si luego me interesa reproducir alguna.

El profesor de la clase del jueves por la tarde es un personajillo. Hemos estado muchas semanas que sólo hacíamos presentaciones nosotros. De hecho, ésta era la tercera vez que él explicaba. Y tampoco explica mucho. Más bien de dedica a contarnos su vida, a hacer alguna que otra gracia y poco más. La clase es de 2 horas, pero entre que llegamos todos, nos ponemos, el proyector se pone en huelga, hacemos un descanso de casi 15 minutos, explica (poco) y luego salimos generalmente antes… pues no hacemos nada. Y encima ahora dice que lo más seguro es que la clase del último jueves antes de Navidad no la demos, porque como mucha gente se va… Lo podía haber dicho antes, porque yo me saqué el vuelo el viernes por ser buen estudiante y no perderme la clase del jueves. Ya veré en qué queda el asunto.
Luego estuve un ratillo hablando con Irene, de la que no sabía ná. Por lo visto, en Enero ya nos hacemos las fotos de la orla de graduación. Eso si que es previsión.

El viernes ganduleé por la mañana. Por la tarde/noche venían unas amigas de Inma. Una llegaba por la mañana, y el resto por la tarde previo paso por Liverpool. Conocía a 2 de ellas, porque también habían estudiado conmigo: Maria José y Almudena. Sobre todo conocía a Maria José, que coincidimos ya en 1º de ADE y había cierta amistad. Aprovechando que venían, que había cierta confianza y que mi madre me quería mandar una “sorpresa”, mi hermana se puso en contacto con ella para ver si era posible que ella se trajera “eso”. Se supone que era una sorpresa, y también se supone que mi hermana me había chivado lo que era: un calendario de adviento personalizado. Algo raro, sí, pero eso esperaba.
Tras las presentaciones y reencuentros, Maria José me dio una bolsita con el regalo. Nada más abrirla, me encontré con Pocoyó en forma de peluche. Me gusta Pocoyo y sus amigos Pajaroto, Eli y Lula. Son unos dibujos para críos pequeños, pero me hacen gracia. Luego saqué de la bolsa un adaptador/enchufe, lo que ya me hizo dudar totalmente. Se supone que esperaba algo de chocolate, no nada eléctrico. Ya lo siguiente me lo aclaró todo: una funda ASUS. Sabía lo que me esperaba dentro. Un mini-portátil con Linux que por lo visto se lo está comprando tó dios en Murcia porque están dando unas ayudas de 200 € por la compra de un ordenador con conexión a Internet, o algo así. Sorpresa, sorpresa :)
Luego íbamos a celebrar el cumpleaños de Sonia nuevamente, también aprovechando que estaban aquí las amigas de Inma. Fuimos a M2 (em chú), que era una discoteca en la que pusieron toda la noche música jaus repetitiva. No es mi música preferida, ni mucho menos, pero todo por una buena causa.
Tras pasar brevemente por Mill Point, esperé un rato el autobús y a las 5 llegué a casita.

El sábado volví a levantarme tarde. Probé un poco el nuevo ordenador, y lo puse a cargar. Luego hablé un rato con mi hermana, mi madre, mi padre (es verdad, no te he mencionado mucho!!!), y con mi abuela, mi tío y mi prima, todo vía Skype. Prácticamente no gasto teléfono. Habrá que hacerle un monumento a los del Skype y el Messenger.
A las 7:30 era el concierto navideño en el que actuaba Sandrine. Era en la catedral, y quedé a las 7:15 allí con Eva, belga que conocí el segundo día por aquí y que sólo me había cruzado otra vez más. También vino Geraldine, amiga francesa de Sandrine. Y allí que nos sentamos los 3 fans en un banco. Otra amiga suya había llegado antes y había cogido buen sitio. A nosotros nos tocó ponernos casi en un lateral y con una hermosa columna casi en nuestra cara. Empezaron los del coro, y tras casi una hora, hicimos un descanso en el que nos ofrecieron té y alguna galletita. Sandrine todavía no había hecho acto de presencia. En la segunda parte fue el turno de los instrumentos, y allí que se sentó Sandrine. La vimos casi de espaldas, pero por lo menos la veíamos. Eso sí, durante todo el concierto pasé un frío… estaba helado. Tienen que poner calefacción central en las catedrales, que si no no va a ir ni Dios (nunca mejor dicho). Al final le tocó el turno al público de canturrear algo. Yo creía que el concierto era de villancicos y cosas así, pero estaba equivocado, así que no me sabía ninguna canción, ni siquiera de oidas. Tras mover unos minutos la boca, se dio por terminado el concierto.
Tras hacernos alguna que otra foto, nos fuimos a cenar a Pasta Hut (sí, Pasta, no Pizza), pero estaba cerrado. Así que nos tocó buscar algo alternativo y acabamos en… McDonald. Big Mac entre pecho y espalda.
Serían las 11 y media, y en vez de volver a casa, me iba a reenganchar con Inma & company. Iban a hacer una cena española, con tortilla de patatas, jamón serrano, … El problema es que todo eso me lo perdí, porque cuando llegué ya no quedaba nada, salvo la sangría. Estuvimos más o menos los de siempre, más de las amigas de Inma. Son yeclanas, y después murcianas. Ya al final, Giacomo se puso a buscar sus zapatillas. Como vive allí mismo y hay moqueta, se había quitado las zapatillas e iba sólo con calcetines. Josema las cogió y las colgó en el palo de las cortinas de las ventajas del salón-comedor. Estaban visibles, pero Giacomo no daba mucho de sí y sólo miraba por el suelo, una y otra vez. Al final nos dio pena, y tras cagarse en todos nosotros, pudo ponerse sus zapatillas para volver a casa. Yo también volví a la mía, pero esta vez en autobús pese a la rasca que caía. Llegué a la parada y justo pasó uno de largo. Tras la espera de media hora del día anterior, decidí echar a andar e ir mirando de vez en cuando por si veía venir al autobús. Cuando estaba ya llegando, vi al autobús pasar. Qué desgraciao. Ya podía haber pasao antes. Con todo, a las 4:15 me acosté en mi camita.

Esta mañana, como estos últimos 2 días, me he vuelto a levantar a las 12 y media. He comido un asado que ha estado muy bueno, aunque he de decir que yo no lo he preparado. Venden raciones individuales en el Tesco, así que sólo te toca poner el horno y esperar unos 20-25 minutos.
Por lo demás, llevo todo el día medio-empanao (o empanao entero), ganduleando en el ordenador y escribiendo estas líneas. Por cierto, que los primeros párrafos los he escrito en el mini-pc, que tengo que ir acostumbrándome a sus teclas diminutas.
Estos días, incluido este fin de semana, se supone que iba a aprovechar para avanzar con los trabajitos, pero me he lucío. No he hecho ná. Como se suele decir: mañana ya me pongo.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Que viene, que viene...

El frío ya apareció hace semanas por aquí, pero por lo visto se acerca el invierno de verdad…
El lunes, sin ir más lejos, ataviado con mi reciente sudadera de la MMU como habíamos quedado Sonia y yo, fui al curso de inglés por la tarde tras las respectivas horas matinales. La clase está en la planta 9, y yo no sé si es que la calefacción sólo llega a las primeras plantas o qué demonios pasa, pero hacía un frío de narices. Algunos se pusieron el abrigo y todo. Yo no me lo puse, porque si no, cuando saliese a la calle, necesitaría más capas de ropa aún.
También puede ser que la MMU no esté al día en el pago de la calefacción, quien sabe. Según nos dijeron una de las primeras semanas, la universidad había metido gran parte de sus fondos en diversos bancos, entre ellos algunos de Islandia. Por la famosa “credit crunch” (crisis), se dice que la MMU ha perdido bastante dinero, porque esos bancos se han ido casi a la quiebra. Nos dijeron cifras de 1 millón o 10 millones de libras; creo que fueron 10, aunque me parece una cantidad bastante maja para tratarse de una universidad…

El martes, como no, tocaba francés. El tío nos dio los exámenes que hicimos hace un par de semanas. Y bueno, pa´ empezar no me puedo quejar. Un 7,7. Pinché en alguna traducción de francés a inglés y de francés a inglés. ¿Cómo se traduce “gruyere” (los acentos no se pa´ dónde van) al inglés? Yo puse en guiri: queso (tipo especial de queso en Francia). Y me la puso como mala. Teníamos que haber puesto simplemente gruyere, porque eso no tiene traducción. En fin… :)
Josema nos comentó que el sábado, sobre las 5 de la mañana, nevó. Yo me fui de la fiesta a las 3, pero si lo hubiese sabido me hubiese quedado allí más tiempo sólo por eso. O incluso me hubiese levantado de la cama. Estaré alerta la próxima vez.
La semana que viene tenemos una presentación en grupo: Flavio, Giacomo, Josema y yo. Así que nos dividimos el trabajo. Es sobre CSR, que traducido al español viene a ser Responsabilidad Social de las Empresas. A mi me tocó/elegí buscar información sobre cómo afectan a las empresas y su importancia.
Fui otra vez al banco. Hace semanas que estoy esperando mi tarjeta de Barclays, pero todavía no me ha llegado nada. Según me di cuenta después, en mi dirección puse un 5 en vez de un 3, y un Larch House en vez de un Maple House. Así que fui, les dije que corrigieran eso, y me dijeron otra vez que en unos 5 días me llegaría una carta con la tarjeta y el código PIN. A ver si es verdad…
No sé si lo dije, pero Sandrine está en la orquestra de la universidad. Bueno, no sé si es de la universidad, pero eso creo. Resulta que hacen el concierto típico de Navidad, y nos dijo que si queríamos ir. Había que pagar 5 libras, pero bueno, todo por una buena causa.
La inglesa, por la tarde noche, siempre va a la cocina a llenar de agua caliente una botella de esas que te la puedes poner por el cuerpo para estar más calentito. Le dije que si no era mejor hacer como yo: enchufar la calefacción a tope. Y me dijo que no, que eso no era bueno para el medio ambiente, y que ella la calefacción no la solía poner nunca. No me lo explico, porque yo sin calefacción tendría que estar con un jersey puesto como muy poco. Estos ingleses…

Esta semana me tocaba limpiar la cocina, así que el miércoles me puse manos a la obra. Le di una pasadita por la encimera, por la hornilla y por el horno. Más o menos se me debió quedar decente, porque no se me han quejado de momento.
Luego me tomé un cocido, cortesía de una de las latas que me mandó mi madre el otro día.
Ya por la tarde, estuve buscando información para la presentación de CSR. Encontré un artículo y un informe de una organización bastante apañaos, así que prácticamente ya tenía hecha mi parte.

El jueves, aparte de las clases correspondientes, estuve un rato en la biblioteca para terminar de rematar lo de la CSR. Di con una publicación interesante, y me copié un imagen/figura. Hice un poco el tonto, la verdad, porque cuando llegué a mi habitación busqué dicha publicación, y me salía el archivo PDF e incluso unas diapositivas. Así que no tuve más que “copiar y pegar” la diapositiva con la figura.
Recibí una carta, pero para mi decepción era para una votación sobre el transporte en Manchester. Sabía de qué iba, porque todos los días cojo el autobús y había visto carteles sobre eso. Hay que votar con un Sí o un No. Es para evitar atascos en las horas punta y para cuidar el medio ambiente. Básicamente, el Sí implica que el gobierno central destinaría buenos fondos para poner más autobuses y más líneas (fomentar el transporte público), mientras que impondría ciertas tasas a los vehículos que circulen en las horas punta. Yo he votado que sí.

El viernes no hice gran cosa. Fui a la lavandería y también puse la secadora, con lo que ya se me fue la mañana en eso. Por la noche, Inma y compañía (reducida, porque Sonia y Giacomo estaban en Londres en una feria de trabajo o algo así) no iban a salir, y como tampoco me iba a morir si no salía, pos me quedé en casita calentito. Lo de “calentito” se va apreciando cada día más.

El gimnasio ya me echaba de menos, así que le hice una visita el sábado por la tarde. Corta, como siempre, para que no se emocione demasiado. Aparte de las típicas máquinas, también puedo ir a la piscina, spa, jacuzzi (creo) y sauna. Todavía no he ido, pero vamos, con el tiempo que hace como me meta en la sauna no me saca ni Dios. En Kokkola (Finlandia) ya la caté, y aunque al principio te da un sofocón que te mueres, después le pillas el gustillo.
Nunca me había hecho una sopa. El otro día compré un sobre de sopa con pollo. Bueno, más bien es sopa con sabor a pollo, porque pollo pollo había poco. Sienta que no veas.
Los trabajillos que tengo que hacer (Assignments, para ser más técnico y más guay) ya me están diciendo que a ver si empiezo ya, que si no luego me va a pillar el toro (el bull, que se diría por aquí). Estuve pensando y dándole vueltas, leyendo los enunciados de 2 trabajos, para ver si me venía la inspiración sobre qué tipo de cosas podía escribir. Pero no me vino, y sólo me sirvió para darme cuenta de que tengo que empezar ya mismo.
¿Alguien se acuerda de “La noche de los castillos”? No sé por qué, pero me salió la vena friki y me acordé de ese programa. Hasta busqué algún video por Youtube, para recordar viejos tiempos. Hay cada perla en Youtube que te quedas muerto.

El domingo le dedique alguna hora a continuar pensando sobre qué cosas puedo hablar en el Project, y en los respectivos trabajillos. En uno de ellos, por ejemplo, tengo que hablar sobre el dinero, los créditos, cómo afecta todo a la economía y la actual crisis. Escribí algunos párrafos: en español, en inglés y en espanglish. Si fuese en español podría explicarlo todo con más calidad, porque en inglés me da la impresión de que uso siempre las mismas expresiones.

Seguiremos informando.