domingo, 28 de junio de 2009

Así estudiaba, así, así

Lunes día 4 de mayo de 2009. Día antes de un examen y, como tal, para mí es un día básico. Es cuando más estudio, con presión, y cuando creo que se me quedan las cosas mejor. Así que me levante a las 9:30, y estuve estudiando por la mañana. Y después de comer más de lo mismo. Descansé un ratillo, hablé por el Skype e incluso ví algo de CSI.
A las 11:30, ya harto de echarle vistazos a mis apuntes, encendí el ordenador y ví algunos videos en YouTube. Básicamente, de Britain´s Got Talent, donde una tal Susan Boyle y alguno que otro no lo hacía nada mal. Satisfecha mi ansia musical, continué con lo mío hasta bien entrada la noche.

El martes tuve mi primer examen en Manchester, el primer examen en inglés. Me levanté a las 7:30, aunque bien es cierto que desde mucho antes estaba ya despierto. El examen era a las 9:30, pero no quería llegar tarde como de costumbre, así que me planté allí sobre las 9. El lugar no era en la facultad, sino en un edificio cercano al centro con amplios salones para convenciones y cosas así. Nos asignan un número, buscas tu asiento y ahí plantas el huevo. Nos examinamos en la misma sala gente de distintas asignaturas, estando en una misma fila los que hacían el mismo examen. No sé decirlo exactamente, pero estábamos allí por lo menos unas 250 personas. La cosa me fue bien, o eso creo yo. Eran 7 preguntas, a elegir 4. Escogí las 4 que más o menos me había preparao, y me puse a escribir. Escribí unas 2 caras por pregunta, así que en total escribí 8 caras. Más de lo que yo creía que iba a escribir. Así que muy bien. Hay gente que escribió más, como suele pasar, pero yo más rápido (si quiero hacer una letra legible) no soy capaz de escribir. Así que contento en ese sentido.
Por la tarde aproveché para dormir lo que no había dormido por la noche. Luego ví el Arsenal-Manchester United, en el que el señor Ronaldo hizo de las suyas y llevó al United a la final de la Champions. Después de cenar no hice nada productivo.

El miércoles me levanté sobre las 10. Aparte de estudiar y eso, estuve entretenido con el YouTube y comprando algo de comida. Al igual que el día anterior, tocó ver fútbol por la tarde. Esta vez fue el Barça en el que se clasificó pa la final, con un milagroso gol de Iniesta en el descuento frente al Chelsea. También me saqué (bueno, mi hermana me sacó, como siempre) el vuelo para el día 28 de mayo, justo el día de mi graduación en Murcia. Llegaría el jueves por la mañana, cuando la graduación es por la tarde, pero teníamos planeao un viaje por Escocia los días anteriores, y no se podía sacar antes. Me saqué el mismo que Inma, así que ambos nos pegaríamos el madrugón ese día. Todo sea por graduarnos en Murcia.

El jueves tocaba lavandería. Me levanté a las 10:30, gandulee un rato y luego fui a la lavandería. Ya se sabe: 50 minutos de lavado y luego 38 de secado, así que se va la mañana tranquilamente. Entre una cosa y la otra, aproveché para escribir una entrada pal blog.
Comí, estuve haciendo cosillas, y fui a pelarme. Última vez que me iban a tomar el pelo por el módico precio de 6 libras. Al salir eran ya las 8:30 pasadas, y el gimnasio lo cerraban a las 9. Aún así, me digné a ir aunque fuesen unos minutillos, y así fue. 7 minutos de reloj en la bici, y pa´rriba. Duchita, cena, y a estudiar Marketing, que era el siguiente examen.

El viernes volví a levantarme sobre la misma hora que últimamente, sobre las 10:30. Tras mi desayuno de leche con crispis, me puse al tajo. Comí, y más tajo. Descansé, cené, y más tajo. Un poco monótono, aunque como es habitual en mí, tras 1 hora o así de estudio, hacer esquemas o algo parecido, hago un parón, ya sea para perder el tiempo en el ordenador o pa descansar un ratillo. Después de cenar seguí con marketing. Me acosté a las 2:30 tras ver un rato la NBA.

El fin de semana lo comencé a las 11. Estudiar, comer, y más marketing. Por la tarde jugaba el CB Murcia el último partido de liga contra el CAI Zaragoza, en tierras aragonesas, y quien ganase se salvaba. Conseguí conectar con un canal, y justo pude ver los últimos 3-4 minutos del encuentro. Estuvo emocionante, porque la cosa estuvo ajustada hasta la última jugada. ¿Al final qué? Pos ganó el Murcia, y se queda otra añito en la ACB. Después empecé a prepararme una de las preguntas de IBE (International Business Environment), que era el último examen de los 4 que tenía, pero justo al día siguiente tenía otro, así que tenía que preparármelo a la vez que los otros. Ese examen iba a consistir en 15 preguntas, a elegir 3 cualquiera. Así que me iba a preparar sólo 3 preguntas. La que me preparé ese día fue de los Clusters.
Era el cumpleaños de Inma, así que fui pa Mill Point pa la hora de cenar. Fue una sorpresa encontrarme allí a su novio Pedro, que está de Erasmus cerca de Viena. Vino sin decirle nada a ella, y apareció en la habitación de Inma debajo de un puñao de globos. Estuvo gracioso. Y luego la típica fiesterita habitual MillPointera. A las 2:30 fue mi retiro, y parte del camino de vuelta lo hice con Victor. Al llegar a mi residencia, ví algo de basket. Seguí también un poco con la pregunta de los Clusters, y pa la cama.

El domingo me puse en pie a las 11:30. Al mediodía ví la Fórmula 1, amenizada con unos tallarines a la parmesana. Luego pasé a FDI (Foreign Direct Investment), la segunda pregunta de las 3 que me iba a preparar pal mencionado examen. Ví como el Barça no ganaba la liga aún (gol del Villareal en el último minuto), y cambié a estudiar Marketing. Tras la cena, más Marketing.

sábado, 20 de junio de 2009

Vuelta a Manchester y 4ª visita

Tras un largo retraso, aquí estoy de vuelta. Voy a poner al día el blog, el cual he tenido totalmente abandonado estas últimas semanas.

Tras el concierto de Riki López, quedar con los amigos, ver a la familia, gandulear un poco, empezar a ir haciendo esquemillas pa los exámenes venideros y la comunión de mi prima Rocío, esto es, tras pasar un mes en Murcia con la excusa de las vacaciones de la Semana Santa, el lunes 27 de Mayo tocaba volver a Manchester. Madrugón bien temprano, mi madre me da una tortilla (se ha convertido en un ritual) y pa Alicante, que el avión me espera.
El recibimiento en Manchester, al mediodía, fue frío, como siempre: 9 grados. Tras colocar un poco la ropa y los bártulos, un descansillo en mi cama no vino mal.
En el salón me sorprendió una cosa. Todo el suelo estaba lleno de globos. No sabía si había habido algún cumpleaños, alguna fiesta o alguna celebración en (por) mi ausencia. Hailey me aclaró las dudas: era porque sí, por nada en concreto. Más sorprendente aún si cabe.
Por la noche estuve leyendo alguna cosilla, que el primer examen era a la semana siguiente.

El martes volví a coger el autobús rumbo a mi facultad. Ya no había clases ni nada, pero fui a recoger el trabajo de Strategic Management, asignatura de la que era el primer examen, el cual no tenía aún en mis manos. Justo antes de las vacaciones, fui uno de los agraciados con únicamente el resguardo con la nota del trabajo, pero no el trabajo en sí, que fue a parar a un examinador externo o algo así. Destacable fue el autobusero. Un negro (esto no era lo sorprendente) que no paraba de decir a los bajaban del autobús un “Have a good day”. O es el tío más simpático del mundo o le había tocado la lotería o algo así. O ambas cosas. A mi me sacó una sonrisa, cuanto menos.
A las 12 ya estaba de vuelta. Antes de comer estuve haciendo cosillas, y tras comer tortilla made in mi madre, también. Por la tarde también ví un poco el Barça-Chelsea, aunque no hubo mucho que ver, porque quedaron 0-0.

El miércoles fue más de lo mismo. Toca estudiar, hacer resúmenes, esquemas,... Eso sí, le dedico más tiempo a escribir que a estudiar. Ya que el examen es de desarrollo y, no olvidemos, en inglés, pos todo lo que se escriba se puede ir reteniendo. Para evitar posibles faltas e intentar quedarme con las palabras clave.
Fui al gimnasio, cosa que a estas alturas cabe mencionar, dada mi escasa asistencia al mismo.

El jueves trajo una novedad. Mi padre venía, e iba a estar 3 días, hasta el domingo. Por la mañana hablé con mi hermana por el Skype, costumbre casi diaria en estos meses erasmuseros. Gran invento éste del Skype. Estuve haciendo cosillas a lo largo del día, hasta que a última hora de la tarde cogí el autobús rumbo al aeropuerto. ¿Qué traía debajo del brazo? A estas alturas sobra decirlo: otra tortilla. Al llegar aquí de vuelta, cenamos (tortilla, claro) y luego nos acostamos temprano, a eso de las 12, que ambos estábamos reventados.

Bien tempranito se abrieron mis ojos el viernes. Aquí, en Guirilandia, la industria de las persianas no existe. Así que claro, cuando amanece, pues ya van entrando los rayitos de sol. Es cierto que aquí el sol no es el nuestro de España, pero aún así, entra luz. Tengo una cortina que la intento poner bien todas las noches para no dejar ni un hueco por dónde entre la luz. Pero aún así entra. Otro tema del que también se podría hablar es el de los grifos. Aquí tienen un grifo de agua fría y otro de agua caliente, distintos. Así que si quieres agua templada o normal, te toca ir pasando la mano de un grifo a otro para no congelarte o no quemarte la mano. Estos guiris… También ayudaron los ronquidos de mi padre, que por lo visto no se le habían quitado desde su última visita.
A las 9:30 mi padre cogió su autobús y se fue para el centro. Yo me levanté a las 10, y estuve estudiando por la mañana. A mi padre le encanta eso de irse por ahí y perderse, patearse la ciudad. Así que por él encantao de ir solo por ahí. A las 2 quedé con él en Picadilly Garden. Estaba lloviendo, así que me lleve 2 paraguas (pa dejarle a él 1 después). Fuimos a comer a un Fish and Chips. Lo dejé para que siguiera con su turné por ahí, y yo me vine a mi residencia pa ver si hacía algo de provecho. A las 8 y pico volvió, cenamos y luego estuvimos por aquí.

El sábado me levanté más bien que ná. Dormí de lujo. Mi padre atendió mis quejas e intentó dormir en posición fetal, que por lo visto así no se ronca o se ronca menos. No sé si fue eso o es que realmente no durmió ná y estaba despierto, pero la cuestión es que yo no escuche ná. Mi padre se fue a Trafford Centre, algo tipo la Nueva Condomina, a la que por cierto yo todavía no había ido. Volvió sobre las 2. Para comer: pasta y tortilla, buena mezcla. Por la tarde se dio otra pequeña vuelta.
Vino temprano, porque luego teníamos cita con un Real Madrid-Barça, nada más y nada menos. A través de Justin.tv encontré un canal en el que empezamos a ver el partido, el cual vimos con una calidad como nunca antes había visto ningún partido. El partido empezó bien pal Madrid, pero al final fue un auténtico paseo del Barça: 2-6. La liga ya decidida, por si había alguna duda.
Tras cenar una pizza, mi padre se dio otra vueltecita, mientras yo aprovechaba para mirarme alguna cosilla del examen. Última noche de su corta estancia.

El domingo nos pusimos sobre las 9 y pico arriba. De nuevo con ronquidos, jeje. Desayunamos y preparamos la maleta, aunque era pequeña y no nos llevó muchos minutos. Cogimos el autobús sobre las 11, algo más tarde de lo previsto y deseado. Las 2 veces que mi padre ha venido y que hemos querido coger el autobús para ir al aeropuerto, éste ha pasado más tarde de lo que marcaba su horario. Casualidades de la vida. Llegamos allí y los de Yet2 nos hicieron meter la maleta de mano para ver si cumplía con las medidas exigidas. Las cumplía si la poníamos “pa´rriba”, pero no por un pelo si la poníamos “de lao”, aunque al fin y al cabo podemos considerar como “ancho” y como “largo” la parte que queremos, pero bueno…
Y otra despedida más. La 4ª (la 2ª de mi padre). La vuelta en autobús fue aburrida y triste, como las otras. Al llegar, compré algo aquí abajo, y a las 2 ya estaba de nuevo en mi residencia.
El resto del día estuve ordenando un poco la habitación, descansando y estudiando, que era lo que tocaba.

jueves, 7 de mayo de 2009

Fin de Project

La única clase del lunes era la de Marketing, y el tío nos estuvo comentando cómo estaba organizado el examen, los temas más importantes, etc.
Tras eso, estuve haciendo tiempo en los ordenadores pensando las últimas cosas del Project. A la 1 quedé con mis compañeros de Francés, que al día siguiente teníamos que hacer una presentación y todavía no sabíamos qué era lo que había hecho cada uno. Al final, José Alberto y yo hablaremos de Murcia, Jonathan de una excursión que hizo a los Pirineos y Huan hablará un poco de su país de origen, Vietnam. Juntamos todo en un paguerpoin y enlazamos todo a base de preguntas entre unos y otros. Algo decente.
Después le hice la última visita a la supervisora del Project, Dr Nuran Fraser.
Ya de vuelta, y como recompensa a tanto trajín, me pegué un homenaje y comí en el Mcdonald. Menú Big Mac pa´dentro. A las 4 llegué a mi residencia.
Por la tarde seguí con el proyecto. Se entregaba el miércoles, y todavía tenía que imprimirlo y encuadernarlo, así que tocaba ponerse.
A eso de las 8 decidí cambiar un poco. Le enseñé a Sandrine la presentación que habíamos hecho para que viera nuestros grandes conocimientos gabachos, y también le echó un vistazo a la redacción sobre mi casa/habitación, de la que corrigió alguna cosa que otra.
Luego más y más Project. Básicamente lo que hice del proyecto fue juntarlo todo, ponerle la misma fuente y letra, los títulos en azul,… Y así, a las 3, dí por finalizado el señor Project. Lo pasé a pdf. Al día siguiente sólo quedaría imprimirlo y encuadernarlo, pero ya no pensaba cambiar ni una coma. C´est fini.

Tras dormir apenas 5 horas, último día de Francés. Nuestra presentación fue la tercera, si no recuerdo mal. Se notó que no éramos franceses, pero se hizo lo que buenamente se pudo, así que satisfecho. También le entregué la redacción. El tema de la nota y eso ya nos lo dirán junto con el resto de asignaturas, creo. Pero eso ya será bien entrado junio, si no me equivoco.
Tras decirle salut a la asignatura, fui a mi facultad para imprimir el proyecto (59 páginas en total que hice). Lo imprimí 2 veces en color, a 10 céntimos la hoja. Se imprimió muy bien y me gustaba cómo se quedaba.
Al salir, recogí el trabajo de Marketing, y fui en camino de dónde encuadernaban con tapa dura los trabajos. Creía que eran 22 libras, pero al final fueron 36 porque cobraban aparte las impresiones en la tapa. Después, ya aquí al lado de mi residencia, fui a encuadernarlo “normal”, por una libra y un resultado bastante apañao.
En clase de la tarde, la profesora nos estuvo también comentando cómo sería el examen. Nos enumeró 15 temas con pequeñas indicaciones de lo que se podría decir. Es mejor que nada, pero realmente nos ha dicho que prácticamente entran todos los temas que se han tratado durante el curso. Eso sí, de esas 15 preguntas, tendremos que elegir sólo 3, así que se tratará de prepararse 4 o 5 preguntas y ya está.
Tras la clase, fui a recoger ambas encuadernaciones. El de la tapa dura me había llamao al móvil, porque me había dicho que trataría que estuviera por la tarde, dada la relativa urgencia de mi pedido. Eso sí, mis apellidos no los puso. Se ve que leyó Juan Miguel y se creería que Miguel era mi apellido. Pero bueno, aún así, se quedaba bien. Y también recogí la encuadernación normalita.
Ya en mi residencia, tocaba no hacer nada, descansar. Y así fue. Ya por la noche, sesión de CSI en la tele.

El miércoles fui a la facultad a entregar ambas copias del Project. Imprimí una hoja como justificante de que no me había pasado en el % de plagio permitido, y entregué todo definitivamente. Una cosa (gorda) menos.
Después me tocó pasar el resto de la mañana en la lavandería, que ya iba tocando.
Tras comer, tocaba nuevamente descansar, ya que poca cosa había que hacer. Eso sí, por la tarde me digné a ir al gimnasio a hacer el paripé, que hay que amortizar (algo) la inversión que hice en septiembre en él.

El jueves se supone que había clase de revisión sobre el examen de Financial Markets and Institutions, pero vamos, fue un timo en toda regla. La “clase” no duró ni 5 minutos. No éramos ni 10 personas, y el tío nos despachó rápido sin soltar prenda. Si lo sé no me levanto.
Después de comer tocaba otra clase que, pensándolo bien, era la última de mi carrera. Aunque quizá la última fue la que “tuve” por la mañana, porque no llegué ni a entrar por la puerta. Llegué a las 4:05 o poco más, y cuando me disponía a abrir la puerta, ví como mis compañeros ya salían. El profesor ya nos había despachao también. Así que ni siquiera tuve una ultima clase.
Tras tan dura clase, me fui con Inma, Alexis y Dirk al Tribeca a tomarnos algo. Yo, como siempre, ni cervezas ni hostias: una coca-cola como dios manda.
A las 5 fui con Inma en busca de Peter, compañero guiri de Flavio y Giacomo. Está dando Español de nivel básico, y su grupo tenía también una presentación al día siguiente, así que quería alguien les escuchará y les corrigiese. La verdad es que me sorprendieron, porque para ser la primera vez que estudiaban nuestra gran lengua, más o menos habían sido de hacer frases coherentes. Hombre, al hablar se notaba que eran guiris, pero es lo que hay.
Después estuvimos hablando, aunque no mucho, del viaje a Escocia que haremos a finales de Mayo, justo tras acabar los exámenes. Estuvimos viendo las posibles fechas en los que cada uno podía ir, las preferencias de los sitios, el itinerario,… pero todo así por encima. Ya lo hablaríamos más en profundidad.

El viernes era ya el día de la partida a Murcia. Aún así, por la mañana tenía que ir a la universidad. Me levanté a las 10 y fui para recoger el trabajo de Strategic Management sobre Wal-Mart. El profesor había dicho que algunos trabajos habían sido seleccionados al azar para que un examinador externo les echara un vistazo, no sé si para ver el nivel de los alumnos o del profesor al corregir. Y qué casualidad, que justo a mí me tocó la china. El de la oficina donde se recogen los trabajos me dijo que lo sentía, pero que el trabajo en sí no podía dármelo, pero sí la copia/resguardo con los comentarios del profesor y la nota. Algo es algo. Y tenía un 64%, que teniendo en cuenta que en una de las preguntas había llegado a una conclusión errónea según el profesor (yo sigo pensando lo mismo que puse, jeje), pos no estaba nada mal.
De vuelta a mi residencia, tocaba hacer la maleta. Todo a última hora, como debe ser. Comí una pizza, como siempre que salgo a las 4 o 5 de la tarde, cogí mi autobús 43 y me planté en el aeropuerto.
Ya en el avión, entre cabezada y cabezada, estuve hablando con un guiri llamado Derrick, que daba clases a grupos de chavales. Le pedí un boli a la persona mayor que estaba a mi izquierda y me hice un sudoku.
Ya sobre las 8, con mis maletas y tras despedirme del guiri, salí y me encontré con mi padre, que fue a recoger al hijo pródigo.
Hasta el 27 de abril, justo un mes, me tiraré en Murcia. Aprovecharé para intentar no hacer nada, aunque justo a la vuelta de vacaciones tengo los exámenes, así que me tocará pringar un poquito.

Hasta entonces, me despido.

martes, 21 de abril de 2009

Project y Host

El lunes me levanté con sueño, como no podía ser de otra forma. Tras las clases de la mañana, comí allí mismo en la facultad. Sobre decir qué. Estuve haciendo tiempo en la biblioteca, escribiendo la parte introductoria del Project y algo también de la conclusión. Le hice una visita a la supervisora del Project, y después fui a ver a la profesora de inglés, para ver qué correcciones me había hecho. Me corrigió y cambió más cosillas de las que yo creía, dándole un toque más profesional al trabajo. Después visité de nuevo a la supervisora. Llegué a mi residencia prácticamente a las 7, tras un día especialmente académico.

El martes llegué tarde a francés, lo que tampoco me sorprendió mucho ya que tampoco me afano mucho por llegar a tiempo. Tras la clase, los 4 que tenemos que hacer la presentación en grupo de francés (José Alberto, Huan, Jonathan y servidor) estuvimos unos minutillos en la cafetería de esa facultad viendo cómo íbamos a enfocar definitivamente el asunto.
Junto a José Alberto, estuve dando una vuelta por varios posibles en los que poder encuadernar el Project. Si quiero ponerle una tapa dura, en plan libro, hay que desembolsar un buen puñao de euros, pero ya que viene a ser lo más “gordo” que he hecho nunca, pos quizá merezca la pena.
Clase por la tarde, y un rato de siesta, que eso no lo quita nadie. Seguí trabajando un poco, hasta que empezó CSI. Esta vez era Las Vegas. Goodbye, Grissom.
Tras la cena, estuve buscando fotos de Murcia y de comida típica española para ponerlas en las diapositivas de mi parte de trabajo de francés. Diré dónde esta Murcia, los platos de comida más conocidos, y los ingredientes necesarios para hacer una tortilla de patatas. Y luego más Project. Y así hasta las 5.

El miércoles, evidentemente, no madrugué, y a eso de las 2 me levanté. Comí, dormí, y Project, para ser originales. Luego fui a la peluquería. La tercera vez desde que estoy en Manchester. Esta vez no me tocó el mismo peluquero de las otras 2 veces, así que me pregunté que qué hacía allí, de dónde era,… Y me salió bien la cosa, porque los estudiantes tenemos descuentos en la peluquería, así que me costó 6 libras en vez de 7. No sabía yo eso. La próxima vez ya me encargaré yo de decir que soy estudiante.
Y luego más francés. También empecé una redacción que tenía que hacer sobre mi habitación/casa. Igualmente a las 5, para no ser menos que el martes, fui a la cama.

El jueves me levanté a las 12. Tocó ir a la clase de la mañana y también a la de la tarde. Después me pasé por la biblioteca (ordenadores) para imprimir el itinerario de trenes/autobuses con las respectivas horas de la visita del fin de semana con la familia inglesa. Al día siguiente me iba, y era recomendable saber todas las horas y destinos, que había que hacer varios trasbordos.
Estuve escribiendo/retocando casi las últimas cosas del Project, con la ayuda de Mary Chad (la profesora del ELSIS) y Ana Rosa, una amiga-compañera de mi madre, a las que les había mandao alguna cosilla por email y me habían contestao con algunas correciones y/o sugerencias.

El viernes bien temprano empezó mi fin de semana con la familia inglesa. Quedé a las 8:20 en la puerta principal de la estación de tren con Jiang, el chino cudeiro que también iba a la misma familia. Estudia también algo de Business, pero en la University of Manchester (rival de mi MMU). A lo largo del viaje y trasbordos estuvimos hablando, lógicamente. Tiene 28 años, y me sorprendió que me dijo que estaba casado. Se casó el septiembre pasado, y justo al mes siguiente se vino pa Manchester.
Íbamos a St Bees, pero el tren nos dejó sobre la 1 en Whitehaven, un pueblo algo más grande que estaba a 4 millas del pueblo abejero. En la estación nos recogió Ian, el hombre de la familia. Nos llevó en coche hasta St Bees, donde nos esperaba su mujer Aileen. Ya allí, el chino le dio un pequeño obsequio/detalle a ellos (algo que ya nos habían recomendado a hacer) y yo les di un abanico tipicalespanis y un par de postales de Murcia. Durante el trayecto me había tomao un sándwich por si ya no comíamos, teniendo en cuenta que según el horario inglés a las 12 uno ya está comiendo. Pero al llegar nos pusieron de comer. Mola. Merluza rebozada con tomatitos. Sobre las 3 llegó Betty: de Etiopía pero estudiando en Liverpool. Yo era el primer estudiante europeo que recibían, y Betty la primera africana. Hasta ahora, sólo habían recibido a americanos y sobre todos asiáticos. Curioso.
Por la tarde, la mujer nos llevó en coche con destino a un lago. La zona donde ellos viven se conoce con Lake District: oficialmente sólo hay un lago (otros son “water”,…). Bordeamos el lago, y empezamos una caminata ascendente. La tía, a pesar de estar ya jubilada, estaba muy ágil, y está acostumbrada a andar. De hecho, ella abría el paso y nosotros íbamos detrás con la lengua casi fuera. Al menos yo. La bajada se hizo más amena. Menudas vistas. En el coche, de vuelta, me enteré que Betty tenía 30 años y que tenía una cría y tó.


Cenamos, y nos llevaron a un conciertillo de música. Eran un trío, y tocaron cosas de varios autores, entre ellos Mozart. No conocía ninguna canción. Entre en público, Jiang, Betty y yo éramos los más jóvenes. Con mucha diferencia. Yo estaba que me dormía, porque entre el madrugón y tanto tren y tal, estaba muy cansao.
Al llegar de nuevo a la casa, re-cenamos y pronto nos fuimos a la cama. Antes de las 12, algo inaudito en mí.

El sábado a las 9 habíamos quedao en tomar el desayuno, así que antes tocó la sesión de ducha, con Jiang en la cabeza, seguido por mí y luego Betty. Tras el desayuno, Ian nos llevó a dar una vuelta por el pueblo. Es pequeñito, con playa al lado, y con vista a la Isla de Man normalmente. Pero dio la casualidad que había nieblilla, por lo que no se veía ná. Mañana bastante fresquita. En el camino de vuelta, visita por la iglesia del pueblo.
Comimos, y luego… Otra vez en coche en busca de otro lago, esta vez más lejano. Esta vez no tocó subir y bajar, ya que fue más bien bordearlo. Las vistas y los colores de aquello, igualmente de lo mejorcito.
Tras la cena, Aileen llamó por teléfono para asegurarnos de los horarios del día siguiente (domingo), que al ser un pueblo pequeño y encima haber reparaciones en la línea, no estábamos seguros. Jiang y yo teníamos que hacer 3 trasbordos, combinando trenes y autobús, pero lo visto tampoco servía y las horas estaban mal. Lo miramos por Internet, y se confirmó lo que le habían dicho a la mujer por teléfono. Al final, Ian se ofreció a llevarnos a los 3 a un pueblo intermedio, para ahorrarnos un par de trasbordos y esperas. Qué lujo. Después, estuvimos viendo un documental de Darwin en la tele, y pronto a la cama.

El domingo, último día de la visita Host, estuvimos por la mañana en Whitehaven, dando una vuelta por el pueblo y la zona del puerto.
Comimos, y nos despedimos de la mujer. El hombre nos llevó en coche a los 3 a Oxenholme, que estaba a unas 2 horas o algo así, dónde nos dejó y se despidió de nosotros. Se supone que íbamos a ir en tren hasta Preston, donde Betty tiraría pa Liverpool y nosotros a Manchester, pero el tren sólo nos duró hasta Lancaster. Allí nos tuvimos que bajar del tren y coger un autobús hasta Preston, que tardó una hora más o menos. Justo al llegar a la estación, un tren salía hacia Liverpool, el cual Betty pudo coger por los pelos tras despedirse de nosotros.
Tras esperar unos 40 minutos, Jiang y yo nos montamos en el tren con destino Manchester. Me despedí igualmente de mi chinito, y a las 8:30 llegué a mi habitación. Nada más llegar, lo primero que hice fue llamar a la familia guiri, que nos había dicho que les llamásemos. Mu buena gente. En definitiva, un fin de semana muy bueno, muy bonito, diferente. Y todo por apenas 23 libras (el tren) y gracias a la gentileza de Mr y Ms Rule, Ian y Aileen, que abren su casa y ofrecen su tiempo a alumnos internacionales como yo, de forma totalmente altruista. Por amor al arte. Y también muy a gusto con Jiang y Betty, mu buena gente. 100% recomendable, sin lugar a dudas.

miércoles, 8 de abril de 2009

Más de lo mismo

Otra semanita más, y prácticamente más de lo mismo. Básicamente con el Project y alguna cosilla más que otra.

El lunes, tras las clases de la mañana, comí en la facultad. ¿Qué comí? Habichuelas con ketchup y patatas fritas, por supuesto. Quería ver a la supervisora del Project pa hacerle algunas preguntillas, y también quería ver a la profesora del ELSIS (de inglés) para que me corrigiese algo de lo que ya tenía escrito. Fui al despacho de Nuran Fraser y más o menos me aclaró algunas cosillas de cómo presentar el trabajo (letra, fuentes, referencias, numeración,…), a la misma vez que también le echó un vistazo al capítulo que ya tenía prácticamente acabao. Éste también lo imprimí y después fui en busca de Mary, la profesora de inglés. Desde Octubre he ido a varios cursos de hablar, redacción y eso. No solía ir casi nadie, pero estas últimas semanas son para que revisen un poco nuestros trabajos y hay una cola de cuidao. Así que cuando fui, me dijo que se lo entregase y que el lunes siguiente fuese a las 5 para ver lo que me había corregío. La verdad que este servicio que nos ponen a los alumnos de fuera está mu bien.

Tras haberme quedao dormío la semana anterior, el martes no falté a mi cita gabacha. Me dieron la nota del examencillo de hace un par de semanas que vale un 5% de la nota total. Un 86%. Pedazo de número. Siempre quiero sacar un 13 o un 86, así que teniendo en cuenta que era sobre 100, pos mejor un 86 que un 13 :)
La clase y la tutoría de la tarde dieron paso a una nueva sentá con el Project. Luego estuve siguiendo por Internet el partido entre el Liverpool y el Real Madrid, de la vuelta de los octavos de final. Y como suponía, baño al Madrid. 4-0 del Liverpool y pa casa.

El miércoles tocaba ir a la lavandería, así que tampoco me levanté muy tarde. Como otras veces, entre la lavandería y la secadora, pos prácticamente se pasó la mañana. Comí, y seguí escribiendo cosillas del Project. Luego estuve un rato con el “ehquipe”, hablando con mis padres y mi hermana. Y por la noche también un poco con Irene.

Lo más destacable del jueves, tras las clases del día, es que tuve sesión de gimnasio gratis. El ascensor no iba, así que me tocó subir y bajar por las escaleras. Yo ya no estoy para tanto trote, que subir/bajar 4 plantas cansa, teniendo en cuenta que mi vida en Manchester no es precisamente muy deportiva, como en mis viejos tiempos. Así que tras “ir” al gimnasio, tocó trabajar.

El viernes me levanté a las 12.30. Buena hora. Después de comer, estuve con el Project alguna que otra hora. Sobre las 8 o así, yo creo que animado tras haber logrado subir y bajar las escaleras el día anterior, fui de verdad al gimnasio. Fui a hacer el paripé, como digo yo, porque 30 minutos tampoco dan para ponerse en forma y cachas, pero bueno, algo es algo. Menos da una piedra. Al salir, fui al Tesco a ver si había algo que mereciese la pena. Y sí, así fue. Por 60 céntimos, creo recordar, me compré un sándwich y una manzana. Vamos, casi la cena. Sin embargo, tenía pensao comprar una hamburguesa con patatas fritas y Coca-cola del bareto de la esquina para cenar, así que me dejé el sándwich para bien entrada la noche. Continué con el Project, que parecía que me estaba cundiendo, y sobre las 2, me zampé el sándwich, que a esas horas luego a luego ya hay hambre. A las 5 me acosté.

El sábado había fiesta en Mill Point, en el piso de Josema, para variar. Así que intenté aprovechar más el día, que la noche iba a estar ocupada. Me levanté a la 1 y me puso con el Project. Y después de comer, pos también.
Había hablao con Inma y me había dicho que me pasase antes por Mill Point para cenar con ellos. Así que yo, encantao, acepté. Allí suelen quedar para cenar juntos, pero además esta vez había venío un “amiguito” (como diría mi abuela) de Sonia, así que había otra excusa para comer todos. Por lo visto, ese día les tocaba cocinar a las chicas, así que Inma, Sonia y Kate prepararon la cena (mejicana, por cierto). Nos zampamos las fajitas con guacamole y otras salsas picantes, y al rato, cambiamos de bloque para ir al piso de Josema. Su novia estaba otra vez por Manchester, y allí había un porrón de gente, como siempre. Incluso me encontré a Sandrine, a la que no me esperaba por ahí. A las 2 estaba ya reventao y puse rumbe a mi residencia, previa sesión autobusera. Eso sí, no sé si fue porque me había un Red Bull (falso), pero lo cierto es que empecé a espabilarme al poco de llegar a mi habitación. Pasaron los minutos, las horas,… Incluso aproveché para hacer algo más del Project. Y a las 7, tras ver la claridad del amanecer del día, me acosté.

El domingo fue tranquilito. Levantarme tarde, comer, y Project. Es lo que tocaba. Ya va quedando menos pa liquidarme el Project y entregarlo. A ver si me lo quito de en medio ya :)

viernes, 3 de abril de 2009

"Project"ando

Tras las clases de la mañana, la comilona y dormir un rato, el lunes empezó la hora del Project. Para el día 25 tenía que escribir 8.000 palabras de un tema de ámbito internacional. Yo me decidí por analizar un poco el tema de Google en China (básicamente por la censura), y ver la situación de los buscadores allí. En Diciembre escribí unas 3-4 páginas, con lo que partía de unas 1.000 palabras y “sólo” 7.000 por escribir. Como ya no tenía otros trabajitos por hacer, digamos que tenía todo el tiempo del mundo para centrarme en el Project.

El martes, para variar Francés. Es a las 9, con lo que pongo el despertador a las 8 y 10, generalmente. No sé por qué, pero me abrí los ojos a eso de las 7. Todavía me quedaba un ratito de poder estar en la cama, así que decidí dormir un poco más… A los 5 minutos (para mí), miré el reloj y… eran las 10. Cojonudo. Ya no llegaba al francés ni de coña. Como ya estaba levantado, pensé que era buena idea compensar la fuga francesa con el proyecto. Y así fue. Entre esa mañana, la tarde y parte de la noche, como me gusta a mí, me cundió una cosa mala. En total escribí unas 2.000 palabras, la cuarta parte del proyecto total. Impresionante. Aunque también es cierto que algunos párrafos fue un corta y pega de partes de los otros trabajos entregados, de los que algo de teoría también iba a usar en mi trabajo.

Sobre las 11 puse los pies sobre la maqueta de mi habitación el miércoles. Por la mañana estuve con el análisis SWOT (DAFO pa los españoles), que básicamente analiza las Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades de la empresa, tanto en el ámbito interno como externo.
Después de comer recibí un email. El lunes había comentado el profesor de Marketing que le podíamos mandar un email para que él nos dijese la nota del trabajo. Y así fue. Un 61%. No estaba mal, pero la verdad es que esperaba algo más. Comparado con el anterior trabajo (70%), éste me había gustado más cómo me había quedao, así que esperaba algo más. Aunque aún así, estaba muy bien.
Por la tarde seguí con Google, y escribí unas 700-800 palabras. Conforme voy escribiendo algo, le voy dando a contar palabras en el Word. A veces creo que he escribo bastante, le doy, y me pone que apenas he escrito unas decenas o centenas de palabras. Hay que ir sumando palabras, “a poco a poco”.

El jueves prácticamente empalmé con la clase de la 1. Pizza pa comer, y nuevamente a clase. Por la tarde no hice mucho del Project. Hice tanto el martes que me podía permitir algún que otro día de relax.

El viernes no madrugué mucho. Me levanté también a eso de las 12. Ganduleé un rato y comí. Por la tarde estuve escribiendo sobre la marca Google y las características de su página web.
Tras esperar unos días para ver si alguien se animaba a hacerme una visita a finales de marzo, cuando acabo las clases, y viendo la respuesta negativa, pos me saqué los vuelos de Semana Santa antes de que subiera el precio. Voy pa Murcia el día 27 de marzo, y vuelvo el 27 de abril. Justo un mes, sí. Quizá sea demasiao, pero justo el 26 es la comunión de mi prima Rocío, así que aprovecho, me quedo algún día más, y no me la pierdo. Me tendré que llevar libros y/o apuntes, porque prácticamente nada más volver a Manchester ya tengo los exámenes. En inglés, claro.

El sábado seguí sin hacer gran cosa. Levantarme tarde, comer y algo del Project. También estuve viendo un rato atletismo en la tele. El deporte es el deporte…

El domingo casi más de lo mismo que el día anterior. También se sabe el calendario de exámenes definitivo. Ahora los tengo el 5, 14, 21 y 22. Si la graduación sigue siendo el 21, como se sospecha, pos no podré graduarme. Ya se verá.
Las implicaciones sociales de Google fue lo que estuve tratando de analizar para el Project. Esto va “a poco a poco”; sin prisa pero sin pausa :)

jueves, 26 de marzo de 2009

Tercera visita

Tras unas semanas en las que he tenido abandonado este rinconcillo, aquí estoy de vuelta para dejarlo al día.

El lunes 23 de febrero lo empecé con sueño, nada nuevo a estas alturas de la vida. En las clases de la mañana pasó algo cuanto menos sorprendente para mí. Aquí hacen clases específicas de preparación al examen, comentando las preguntas más importantes e incluso cómo estructurar las respuestas: introducción, ejemplos, referencias a autores, etc. Te lo dan masticao, vamos. En Murcia no es así: si vas a clase, puedes intuir qué pueden preguntar, y luego está tu habilidad o suerte de saber qué es lo más importante. La cuestión es que aquí tienes más claro qué pueden preguntar. Pos mejor.
Por la tarde tocó dormir un rato, para luego continuar con la última pregunta del trabajo de Wal-Mart.

El martes Fraçais, y luego aproveché para tumbarme una horita antes de comer. Tras la comilona, rumbo a clase de IBE. Al acabar, recogí el trabajo de FMI (Financial Markets and Institutions), con la calificación global y una hoja con comentarios del profesor. Un 70%, así que de lujo. No sé si ya lo he comentao, pero aquí se aprueba a partir de un 40%, que viene a ser nuestro 5 de toda la vida. Eso sí, aquí eso de obtener más de 80-90% es muy extraño, mientras que en España si lo bordas puedes tener un 10. A la hora de que me convaliden las notas de aquí, creo que ese 7 viene a ser como un 8 o más en Murcia, con lo que no me puedo quejar. Tras eso, tutoría de la misma asignatura, a la que asistimos 4 gatos contaos.
Después me fui a la oficina de turismo para preguntar cómo se podía llegar al estadio del Manchester City, que el jueves iba a ir con mi padre y quería saber la mejor forma de ir. Me dijeron que cogiese el autobús 216, si no recuerdo mal, desde el centro.
Ya en mi habitación, dejé prácticamente finiquitao el trabajo de Wal-Mart.

La mañana del miércoles la pasé en la lavandería, aprovechando los tiempos entre el lavado y el secado para escribir la anterior entrada del blog.
El calendario de los exámenes ya está fijao, y tengo 4 exámenes en las 3 primeras semanas de mayo. Después: nada, soy libre.
Pasé la aspiradora, y acabé definitivamente lo de Wal-Mart.
Por la noche, cogí el autobús rumbo al aeropuerto, que tenía que recibir a mi tercera visita: mi padre. Su mini-equipaje y él aparecieron puntuales en lo que iba a ser una estancia hasta el domingo.

El jueves nos dimos una vuelta por el centro de Manchester: la plaza principal, la noria, el barrio chino,…



Le enseñé mi facultad, y vio cómo imprimía y entregaba el trabajo de Wal-Mart, con el tema de rellenar la hoja y meterlo en el buzón. Lo abandoné durante una hora, porque tenía clase. En ella, Josema me comentó que por lo visto justo uno de los exámenes coincide con el día de nuestra graduación en Murcia. ¡Qué bajón! Yo que tenía pensao graduarme 2 veces y todo… jejeje.
Fuimos a comer a un buffet oriental. Picoteamos de aquí y de allí. Mi padre se hinchó a comer especialmente :) Después lo volví a abandonar, porque tenía clase, aunque iba a ser presumiblemente corta. En efecto así fue. A los 30 minutos, de las 2 horas que dura la clase, ya estábamos despachaos, así que lo llamé para encontrarnos de nuevo. Nos dimos otra pequeña vuelta, y fuimos a tomarnos el ya clásico hot chocolate.
Cogimos el autobús. Destino: Manchester City Stadium. Tocaba ver el partido entre el City y el Copenhagen danés. Estaba lloviendo y hacía fresquillo, la verdad. Eso sí, aquí lo tienen tó controlao, y reparten ponchos, así que nos cogimos un par de ellos. Aún así, no los usamos. Nos había tocado ponernos en uno de los laterales prácticamente a ras de césped, pero preguntamos (pregunté) si nos podíamos poner en esa zona pero en la última fila, cubiertos de las inclemencias meteorológicas. Y así fue como pudimos ver a Robinho y compañía. El partido al descanso fue 0-0, aunque finalmente el City se puso las pilas con un 2-0, mientras que los danese metieron un gol en el descuento para dejar el marcador final en un 2-1.
Cenamos en el Burger King del centro, porque era tarde y había hambre. Al llegar a casa, entré en la web del Liverpool, y compré 2 entradas para el museo y visita al estadio para el día siguiente.

Tenía que imprimir el resguardo del pago, así que el jueves, antes de coger el autobús con rumbo a Liverpool, fui rápidamente a mi facultad, que está al lao, para imprimir eso. Subí a la sala de ordenadores, le di a imprimir el pdf que tenía y… no tenía crédito/saldo. El día anterior había gastado el dinero que tenía en mi cuenta de la universidad imprimiendo el trabajo de Wal-Mart, y no me había percatao del asunto. Teniendo en cuenta que no me daba tiempo material a bajar, meterle dinero, y volver a subir, le pregunté a uno que había en los ordenadores a esas horas de la mañana (8.30) que si tenía saldo en su cuenta, para si no le importaba imprimirme 2 hojas. Al segundo intento, un guiri me dijo que sí, que sin problemas. Le di 20 céntimos (aunque realmente sale a 5 céntimos la copia, pero fui muy generoso dándole 10 centimillos de propina, jeje), y corriendo pa la estación, que iba justo de tiempo. Llegué, y al poco salió el autobús.
Ya en Liverpool, pasamos por la calle de las compras (comprando únicamente un café, no muy bueno según mi padre, que yo de eso no tomo), y fuimos a Albert Dock, que es la zona del puerto y una de las cosas que más podía gustarle a él. Nos dimos una vuelta, y fuimos a Anfield, que a las 2 teníamos nuestra reserva. Bonito estadio, y curiosa devoción que tienen a los españoles, sobre todo a Rafa Benítez (el entrenador del equipo). Gran parte del museo está centrado en la Liga de Campeones del 2005, en la que de forma épica remontaron un 3-0 al descanso para imponerse en los penaltis. Curioso me pareció también un hecho que desconocía: hubo un penalti a favor del Liverpool en la 2ª parte, que lo tiró Xabi Alonso, pero lo tiró él porque el capitán Carragher se “rajó” y no tuvo lo que hay que tener para lanzarlo.
Rumbo de vuelta al centro, y a comer. Mi padre estaba castigao por el buffet oriental del día anterior, y sólo quería/podía comer manzanas, así que compramos unas manzanas. Yo me agencié un Big Mac. Nos dimos una última vuelta, y nos despedimos de Liverpool.

El sábado tocaba la tercera visita futbolera: Old Trafford. Vimos el museo y el estadio (“El teatro de los sueños”).

Ambiente de los “diablos rojos” por los cuatro costados. Vestuario elegante, recuerdo a los futbolistas víctimas de un accidente en los año 59 (creo recordar) del que sobrevivió un tal Bobby Charlton, Cristiano Ronaldo, el triplete del último año, etc.
Cruzamos el río/canal, y ya estábamos en Salford. Quisimos entrar al museo, pero justo acababa de cerrar, así que fuimos al centro comercial a comer. Mi padre siguió con su dieta de la manzana (me salió barata su visita), y yo mientras fui al Burger King. En estas visitas es cuando peor como, porque generalmente como en mi residencia de una forma más o menos variada y nutricional, sin tanto Burger o McDonald. Pero cuando sales a dar vueltas y ver cosas, a veces es la opción más segura y mejor.
Cogimos de nuevo el tranvía destino a casa, y cenamos. Después dimos una vuelta por la Curry Mile, contemplando los baretos indios, paquistanís y similares de esta zona.

El domingo nos dimos la última vuelta conjunta por el centro. Comimos aquí en mi residencia, y cogimos el autobús para el aeropuerto. El 43 tardo un poco más de lo esperado en pasar, así que no llegamos con 2 horas antes del vuelo, sino con 1 hora y media o algo así. Viendo que había cola al facturar, que mi padre sólo tenía una mini-bolsa, y que la mayoría que estaban facturando era para otro vuelo posterior, le pregunté a una pareja si le importaba que nos colásemos, puesto que también nuestro vuelo iba antes. Y coló. Acompañé a mi padre de forma clandestina, puesto que no debía haber pasao de una cierta puerta, y allí que me despedí de mi padre. Tenía ciertas dudas de que se decidiera a venir, aunque finalmente lo hizo y pudo verme y ver más o menos cómo estoy por estas tierras. ¿Siguiente visita?

domingo, 8 de marzo de 2009

2ª Red Week = 2ª visita

El lunes fuimos tempranito a la estación de autobús: los Beatles nos esperaban con los brazos abiertos. Al llegar, visita obligada por un par de centros comerciales y sus correspondientes tiendecitas de ropa y cosas varias. Sigo sin entender por qué no tienen en cuenta al sexo masculino y ponen sillas, bancos o incluso sofás en las tiendas. En fin, creo que eso es una batalla perdida.
Tras hacernos una foto con John Lennon y ver The Cavern, me vengué y me compré una sudadera de los 4 de Liverpool. Incluso me compré un par de zapatillas: 35 libras las 2, lo nunca visto.

Fuimos a la zona del puerto, que se llama Albert Dock. Teníamos pensado comer al ver aquello, pero vimos el museo de los Beatles y allí que entramos. Nos pusieron unos cascos en los que nos iban contando historietas (en español) de ellos, mientras íbamos viendo distintas salas con distinto material. Al final nos esperaba el “Imagine” y su blanco piano. Interesante.
Comimos en un restaurante que estaba justo al lado, y después fuimos al barrio chino (algo más grande que el de Manchester, que no es ná) y a la catedral. A media tarde nos tomamos un par de hot chocolate, para no faltar a la costumbre, y a las 6:30 cogimos el autobús de vuelta. Cuando nos quisimos dar cuenta, ya estábamos aquí.
Por la noche le estuve echando un vistazo al libro de francés, porque al día siguiente tenía un examen. Valía un 5%, así que tampoco me preocupaba mucho.

Tocó examen de gabacho el martes tempranito. Me salió mejor de lo esperado, como casi siempre. A ver si al final va a ser verdad que tampoco sabía tan poco. Tras la clase, quedé en el centro con mi madre. Ella había hecho uso de su bonobús semanal y se había dado una vuelta por las tiendas, aunque por lo visto tampoco le dio tiempo a ver mucho.
El plan era ir a Salford. Mi madre, antes de venir, había visto una foto que se supone que era de Manchester que le había gustao, con un río o algo así. Yo le había dicho que eso no era Manchester, que en todo caso sería a las afueras. Así que fuimos a la oficina de información y allí se confirmaron mis sospechas: se trataba de Salford, que quedaba a unos 15 minutos en tranvía. Antes de poner rumbo pa yá, nos quedamos un rato por el centro. Aquí a una noria, a imitación de la de Londres. Es más pequeñita, y mi madre insistió en montarnos. Yo accedí. Eso sí, menudo giñe pasé cuando nuestra cabina empezó a subir. Joder, miraba pa´bajo y me daba un vértigo que no veas. He estao en bichos más altos (la Torre Eiffel es así lo primero que me viene a la cabeza), pero nunca me había dado vértigo ná.
Pos para todo hay una primera vez. Estuvimos haciendo unas cuantas fotos, y a los 10 minutos o así nos tocó bajarnos.
Entonces pusimos rumbo a mi facultad, que no quedaba lejos de allí. Le enseñé un poco aquello: la cantina, unos cuantos pasillos, y un par de clases. Tampoco nada del otro mundo, pero es dónde me toca pringar, así que es importante.
Nos montamos en el tranvía. Llegamos a Salford, y allí que vimos el edificio que mi madre había visto por Internet. Tampoco era pa tanto, pero tenía mucho interés en verlo. Nos hicimos unas cuantas fotos por la zona (se veía el estado del Manchester United, que queda por allí), entramos brevemente a un museo que había por ahí, y fuimos a otro centro comercial. Allí vimos (vio) alguna tienda que otra, y comimos un poco allí mismo en un turco. Al rato, rumbo de vuelta. Entramos al Arndale en busca de tiendas y puestecitos. Sobre las 6, comí-cené de verdad: un Big Mac. En el turco no había comido casi, que no tenía hambre.
Volvimos a la residencia, y luego ya cenamos. Después, nos dimos una vuelta por la Curry Mile, que es la zona india que está aquí debajo de mi residencia. Estuvimos viendo los restaurantes rollo indio, unos llenos y otros vacíos, y cuando nos cansamos dimos media vuelta.

El miércoles fuimos nuevamente al centro, a darnos una última vuelta y de compras. Medio comimos, y pusimos rumbo al aeropuerto. La visita de mi madre llegaba a su fin. ¿La siguiente visita? Bueno, en una semana viene mi padre :) (No me libro de uno y viene el otro, jeje)
El resto de la tarde no hice prácticamente nada, salvo descansar y estar por aquí ganduleando.

El jueves teníamos la entrega del trabajo de IBE. Quedé con José Alberto a las 10, porque teníamos que terminar de imprimir 3 páginas y encuadernar el trabajo, así que fuimos a una facultad de aquí al lado para hacer eso. Después, pusimos rumbo a la nuestra facultad, donde entregamos el trabajo en el buzón correspondiente, acompañado de un cd con el archivo en formato Word, que creo que así la tía después se apunta las palabras totales del trabajo. Nos quedó bastante decente el trabajo.
Comí, y por la tarde, a dormir. Llevaba unos días de aquí para allá, así que me ¿merecía? descansar. Mientras yo creo que soñaba y tó, llamaron a la puerta. Era Hailey, para ver si me iba con ella a la lavandería, que tenía que ir, y como al lado hay un billar, para ver si me animaba a jugar. Por supuesto que sí.
Cené, y me puse con el siguiente trabajo: el de Wal-Mart. La entrega era el jueves siguiente, así que tenía una semana para hacerlo. Eran unas 3.000 palabras más o menos (unas 8 páginas), y teníamos que desarrollar 4 preguntas.

Mi fin de semana de 3 días comenzó a las 10:30 del viernes, que fue cuando me levanté. Me puse con la primera pregunta de Wal-Mart. Después de comer me acosté a descansar (a descansar de qué, que dirán algunos). Y luego me porté como todo un campeón, yendo al gimnasio un rato, que pagué un pastón en septiembre y a veces me da remordimiento y me digno a ir. Por la noche seguí con lo de Wal-Mart, que es lo que toca.

El sábado no cambió mucho el panorama. Levantarme antes de las 12 y pasar a hacer la segunda pregunta del caso. Comer y dormir, para no faltar a la costumbre. Y tras la cena, que es cuando más rindo, más Wal-Mart.
Y el domingo… más de lo mismo. Esto de los trabajitos es un asco. Prefiero mil veces hacer exámenes, o trabajos en español, jeje. Que a veces te atrancas para poner alguna cosa y no veas. Eso sí, se nota que este es el cuarto trabajo: todo sale más fluido y ya no escribo algo en español y luego lo traduzco, sino que me pongo a darle a las teclas directamente en inglés, y a ver lo que sale. Y cada poco dándole a “Contar palabras”, a ver si se acerca al número que hay que llegar.
Por la tarde seguí con mi amiga Wal-Mart, versión tercera pregunta. Cierto es que los sábados y domingos en lo que pringo, tampoco es que me tire todo el día trabajando. Siempre estoy con el Marca, viendo resultados de deporte y cosas así, con lo que claro, me entretengo más que un tonto y luego a lo mejor sólo he estado un par de horas de verdad intentando hacer algo de verdadero provecho. Pero lo primero es lo primero (estar informado del deporte, por supuesto). Por las noches, generalmente, es cuando remonto y realmente hago cosas.

miércoles, 4 de marzo de 2009

De trabajo en trabajo... y tiro porque me toca

Bueno, aquí estoy de nuevo. A pesar del retraso en poner al día el blog, por aquí seguimos, al pie del cañón.

Una semana más. Lunes. Tras un par de clases y una práctica (tutoría que le llaman aquí), me pasé con Josema por el despacho de Nuran Fraser, que es la profesora de IBE y también nuestra supervisora del Project. La visita fue sorprendentemente productiva: estuvimos viendo unos trabajos de IBE de cursos anteriores. Teníamos pensando organizar el trabajo de una manera, pero tras ver los índices de esos trabajos, llegamos a la conclusión de que era mejor hacerlo como la gente de otros años. Esto es: primero explicamos todas las teorías en plan rollete, luego hablamos del Banco Santander y aplicamos las teorías posibles, lo mismo con el Mitsubishi UFJ Financial Group, y para acabar hacemos una comparación global. Perfecto.
Comí en la cantina (sobra decir qué, a estas alturas), con Giacomo, que me lo encontré casualmente por ahí echando una mirada por entre las mesas por si conocía a alguien. Sí, estaba yo.
He llegao a una conclusión. Bueno, a ser verdad ya lo sabía de antes, pero ahora ya lo he confirmao. Los ingleses no saben escribir. Las clases del ELSIS de las últimas semanas tratan de escribir. Lógicamente, a los guiris (este caso, nosotros) nos cuesta poner bonitos nuestros escritos, llegando a un punto que da la impresión que uno siempre usa las mismas estructuras y recursos. Pero es lo que hay. Sin embargo, hay un par de ingleses también en el curso éste de inglés, y no los veo mucho mejor que nosotros. Seguramente eso también pasará en España, que hay gente que escribe que da pena. En fin...
A las 6 ya estaba de vuelta en la residencia, aunque el resto de la tarde no hice gran cosa. Ver alguna cosilla del Project y ya está.

El martes, tras el Francés, quedé con Josema para que me dejase un Project del año pasado, más que nada para fotocopiármelo y echarle un vistazo. Pasé por el centro comercial Arndale: tenía que ver cómo iba el ritmo de venta de las entradas para el partido de la UEFA entre el Manchester City y el Copenhague para el día 26 de Febrero. ¿Por qué? Se supone que mi padre me iba a hacer una visita aprovechando para ver un partido del Manchester United, pero viendo que eso se antoja sorprendentemente complicado, pos tendrá que conformarse con el City. Y mejor en Febrero que en Marzo, que estaré centrao en el Project (me imagino); luego viene Semana Santa y en Mayo los exámenes, así que luego a luego tampoco va quedando tanto tiempo para visitas. Me dijo un tío que había entradas de sobra.
Por la tarde me fui a jugar a los bolos. El sitio estaba anca-dios, y pa yá que fuimos en autobús mucha gente de Mill Point y servidor. He de decir que no estuve muy fino, porque no gané ninguna de las 2 partidas. Pero bueno, a poco a poco. Ya prácticamente se me fue la tarde, porque me fui sobre las 5:30 y volví a eso de las 9:30.
Por la noche ya se confirmó la tercera visita: mi hermana le sacó los billetes de avión a mi padre, del 25 de Febrero al 1 de Marzo. Tiene truco: tampoco son tantísimos días, porque recuerdo que Febrero tiene 28 días :)

El miércoles por la mañana fui en búsqueda y captura de las entradas del partido. Me tomaron los datos, me dieron una tarjetita y las 2 entradas previo pago de 40 libras en total. Pude elegir asiento (al lado de uno de los pasillos de salida) y me ahorré 3 libras, que era lo que me costaba por reservarlas por Internet.
Para comer “hice” carne con patatas fritas. Un par de filetes de carne con salsa que venden en el Tesco, y patatas fritas congeladas de bolsa, al horno. Me quedó queniquelao.
Por la tarde quedé en la puerta del Lidl con el chino cudeiro con el que me voy dentro de unos fines de semanas con una familia guiri. Estaba en la puerta y veía pasar a chinos y más chinos, y claro, no tenía ni idea de cuál iba a ser el mío. Al final se me presentó, me pagó los tickets de tren que yo le había sacado por Internet, y se los dí. La cosa no doy pa más. Estamos en contacto por cualquier cosa, y si no pasa nada antes, pos ya lo veré el 20 de Marzo.
Por la noche tuve una pequeña ración de fútbol: España-Inglaterra, nada más y nada menos. Fui un poco el partido aquí en la cocina-comedor, pero sin mucho forofismo, que tampoco es que yo sea muy juligan.
Seguí con el trabajo de IBE, y a eso de las 3 y pico desconecté a mi cama.

El jueves me levanté para ir a las clases respectivas. Una de 1 a 2, vuelta a casa a comer, y vuelta a la universidad para la clase de 4 a 6. El profesor estuvo comentando las preguntas del trabajo de tenemos que hacer, que es sobre Wal-Mart. Viene a ser la cadena de super-hiper-mercados más grande del mundo. Ahí es ná.
Por la noche, bajé con Hailey a la recepción. Aquí somos buena gente y reciclamos y todo. Eso sí, el contenedor del papel no nos pilla aquí debajo, y tenemos que ir a la recepción para que nos abren un candao para echar los papeles y cartones. Uno de la recepción se empeñó en que sólo teníamos que meter los papeles, que los cartones de crispis y esas cosas no se debían poner. Van aparte, por lo visto. Según me dijo la inglesa, aquí los contenedores de papel no son azules, como en España: son de otro color (aunque ahora mismo no recuerdo cuál me dijo, jeje). A las 4 cerré el negocio.

Viernes 13. Buen número. Me levanté tarde, a las 1:45, así que prácticamente lo primero que hice fue comer. Un sobre de pasta muy bueno. Estuve escribiendo la entrada anterior del blog, y continué con el trabajo de IBE. Estuve pringando juntando las 3 partes del trabajo: la de Josema, José Alberto y la mía. Tres jotas, como los buenos jamones. Me puse con el índice, poniendo apartados y todo el rollo ese, que me llevó un buen rato.
Antes de acostarme, ví algo del partido de los Rookies de la NBA por Internet, que jugaban Marc Gasol y Rudy Fernández. Como si no tuviera ya bastante, encendí el flexo y me puse a intentar acabar los sudokus que de vez en cuando intento hacer. Está claro que el 13 es un buen número, porque conseguí terminarlo entero. Creo que es el segundo que consigo acabar. Qué buena forma de acabar el día :) (¿Suena muy friki?)

El sábado tocaba hacerle una visita a la lavandería, porque la ropa se la lava sola ni luego aparece bien doblada en el armario, como siempre había pensado. Me levanté a la 1 y media, y con el paso por la lavandería ya se pasó la mañana.
Por la tarde ya rematé el trabajo de IBE. Se lo mandé a José Alberto, que él haría la portada y pondría los números de página al índice. Se supone que eran unas 5.500 palabras, pero hemos llegado a unas 9.000. En total, más de 50 páginas, cuando creía que no íbamos a llegar ni a las 15.
Era el cumpleaños de Kate, así me invitó a pasarme por Mill Point, dónde iban a tomar alguna copichuela y tarta. Fui por ella y por lo segundo, evidentemente. También estaba allí su hermana, que por lo visto llevaba aquí ya unos días. Sobre las 2 me retiré a mi morada, que el siguiente tenía que madrugar: venía mi madre. Aún así, al venir me puse a ver el concurso de mates de la NBA. Competía Rudy, y en uno de los mates contó con la ayuda de Gasol. Tras varios intentos, hizo un mate bastante bueno, pero en las valoraciones de sus mates hubo un poco de patriotismo y el europeo se quedó fuera a las primeras de cambio. La diminuta-kriptonita Robinson ganó a superman Howard.

A las 12 me puse en pie el domingo. Desayuné y me fui en busca de mi madre, que llegaba a las 13:30. Tardó un poco en salir, pero salió. Venía pa 3-4 días con una tortilla debajo del brazo: ya teníamos qué comer. Unos filetes de carne con tortilla española… qué rico. La semana que entraba era otra vez la Red/Reading Week, así que estaba libre de compromisos académicos salvo el Francés, que no perdona una.
No nos entretuvimos mucho, que tenía que enseñarle algo de Manchester. Nos dimos una vuelta por del centro de la ciudad, para que se hiciese una idea así por encimilla. A las 7 y pico la abandoné: la dejé en el autobús de vuelta a mi residencia, y yo me fui a cenar con Peter y compañía, que era su cumpleaños. Fuimos a una pizzería, y yo en cuanto terminamos me fui a mi residencia, que tampoco era plan de irme por ahí y dejar a mi madre aburría en la habitación. Decir que mi madre me “obligó” a ir, que decía que no quería que dejase de hacer cosas por su culpa. Así, a las 10:30 ya estaba de vuelta. Hinchamos el colchón en el que me tocaría ¿en suerte? Dormir estos días, y al poco caímos rendidos. Había que descansar, que el lunes tocaba Liverpool.

viernes, 13 de febrero de 2009

Nieve, Gasol y Jamón York

Con un poco de retraso, sí, pero aquí estoy de nuevo, diciendo un poco (un mucho) lo que he hecho durante la última semana.
El lunes nevó. Y más que las otras veces. Como quiera que por Murcia no nieva mucho, por así decirlo, había que dejar constancia de que efectivamente había visto nevar. Tampoco nevó tantísimo como para poder hacer un muñeco de nieve, pero bueno, por lo visto eso era pedir demasiado. Había que tener alguna foto para el álbum:

Por la tarde las clases de inglés, y después más nieve. Al llegar a mi residencia lo que me apetecía era algo calentito. Un vaso (“bol”) de leche con Cheerios… qué bien que me sentó.
Luego no hice prácticamente nada productivo (salvo felicitar a mi padre por su 25 cumpleaños a las 0:00), y me iba a acostar no muy tarde. Sin embargo, decidí que tocaba ver un partido de la NBA, con Bryant (61 puntos, ná mas y ná menos) y Gasol. Puse Justin.tv en el interné, y ahí que me puse a ver un partido. Dudo de su legalidad, pero bueno, el caso es que mientras furule, no me quejaré. Me gusta el baloncesto. Me gusta la NBA. Acabó a las 4.

El martes ya se sabe: madrugón pal Francés. Puse el despertador como siempre, a las 8:10, que entro a las 9. Pero apenas había dormido 4 horas, así que, cuando sonó la alarma, la apagué. A los 5 minutos abrí los ojos y miré el reloj: eran las 8:50, y no habían pasado 5 minutos, sino 40. Con media hora de retraso llegué a la clase. El tío me dio la nota de una redacción que hice en diciembre, creo. Un 70%. Está mu bien, teniendo en cuenta que creo que lo máximo que iba a poner era un 75, ya que de ahí pa´rriba lo pondría si se notase nuestro rico lenguaje gabacho, como si prácticamente fuésemos franceses. Y evidentemente, no lo somos.
A la vuelta, una hora en la cama, que había que dormir lo que no había dormido por la noche. Eso sí, antes pasé por el Tesco, para ver si compraba algo. Y compré. Lo que no acabo de entender es algo que me suele pasar en la caja del Tesco. Cuando me dicen lo que hay que pagar, siempre cojo mi tarjetita del Tesco Club Card (te van dando 1 punto por cada libra gastada, y si acumulas muchísimos, algún descuento puedes pillar), pasan su código de barras, y seguidamente le doy mi tarjeta de crédito para que se cobren. Muy pocas veces este último paso se sustituye por la entrega física de pounds. Y aquí viene lo curioso, por así decirlo: toca firmar el ticket. Pos no sé cómo se las apañan, pero los bolígrafos brillan por su ausencia. Muchas veces se ponen a buscar algún boli o incluso lápiz de entre los bolsillos, se los piden entre Tesqueros, … Al final, dependiendo de la suerte que tenga ese día, tardan más o menos en encontrarme algo con lo que hacer un garabato. Alguna vez he firmado con un permanente gordo.
Por la tarde, estuve retocando y poniendo el trabajo de Marketing bonito, que el jueves se entregaba y ya lo quedaría dar definitivamente por terminado, con portada, índice y todo. Me acosté antes que el día anterior, a eso de las 2:30.

El miércoles me levanté a las 11, y pasé el resto de la mañana en la lavandería. También puse la secadora, porque metí sábanas y toallas y no era plan de ponerlo todo luego a secar en mi habitación, porque si no me podía morir. Entre una cosa y la otra, compré en los pakistaníes el moquillo ese que sirve para pegar posters a la pared. ¿Cómo se llama eso? ¿Tiene algún nombre? Para mí sí: el moco o moquillo ese. Tenía pendiente colgar el poster de los Beatles que me regalaron por mi cumpleaños. Los 4 de Liverpool ya decoran mi habitación.
Por la tarde, se supone que habíamos quedado los del grupo de Strategic Management a las 4:30 en la biblioteca del campus de All Saints. Y digo se supone porque allí sólo nos encontramos Dirk y yo; del resto, nada de nada. Me dijo que haría él algo en su casa, que me lo mandaría por el Skype, y eso sería lo que presentaríamos al día siguiente en clase. Por cierto, que en esa zona repartían gratuitamente algo llamativo: papel de liar. Yo pasé por ahí y me dieron 1. Para darle un samaritano uso, se lo di a un quinqui que estaba enfrente liándose algo. Me lo agradeció y me dijo si también tenía “cheinch”. Evidentemente, moneditas no le di. Aquí en Manchester te sueles encontrar gente que va repartiendo mucha propagando por la calle, incluso con puestecitos, sobre todo por la zona de la universidad. Bares, discotecas, restaurantes, actividades,… Pero hasta ese día, no había visto que fomentasen tan directamente el fumar.
Después me fui a que me tomasen el pelo. Fui a la misma peluquería que la otra vez, y me tocó el mismo tío. 7 libras por 15 minutos de reloj. Cada vez tengo más claro que me equivoqué de carrera/profesión: los peluqueros se lo montan de miedo.

El jueves me levanté un poco antes de lo normal, sobre las 11, porque estaba pendiente de recibir un PowerPoint de Dirk. Me lo encontré por el Skype, y me dijo que lo sentía, pero que no había hecho ná y que no tenía pensao ir a clase. Yo iba a ir, aún sin tener nada hecho. También fui a imprimir el trabajo de Marketing, que ese día se entregaba. Creo que me timaron, porque cada copia en color era a 70 céntimos o algo así, que a mí me parece un timo en toda regla. También es verdad que estoy acostumbrad que todo me lo imprima mi padre desde su trabajo, ya sea en blanco y negro o en color, y claro, se nota la diferencia.
Por la tarde tocaban las presentaciones. Bueno, la no presentación nuestra. El profesor preguntó si habíamos hecho algo, y las 2 personas de mi grupo que tuvimos la decencia de ir a clase, dijimos que no y pusimos cara de pena. Él ya había dicho que entendía que no hiciéramos mucho/nada, porque sabe que estamos liaos con trabajos e historias similares, así que tampoco pasó ná.
Luego fui con Josema y José Alberto a la biblioteca, para seguir viendo cómo íbamos a organizar el trabajo en grupo de IBE (International Business Environment, que aquí las siglas también se llevan).
A la vuelta me estuve leyendo unas fotocopias para otro trabajo, y estuve subrayando algo. Eso sí: lo hacía mientras veía el partido entre los Lakers y los Celtics, así que tampoco es que estuviese muy centrado en lo que leía. A las 4:30 me despedí de Gasol, felicitándole por la victoria, y me acosté.

El viernes empezó para mí a eso de la 1, con lo que prácticamente fui directamente a comer. Por la tarde, seguí leyéndome las mencionadas fotocopias.
Fui al gimnasio. Impresionante. Después de varias semanas (o incluso meses, porque creo que desde diciembre no iba) me decidí a ir. No lo habían cerrao ni ná de eso. Estuve una media hora o así, y fue más que suficiente. Me duché, me quedé como nuevo, y después estuve como si me hubieran dao una paliza. Tenía agujetas y tó.

El sábado estuve cansado todo el día, hecho un perro. El mini-sesión de gimnasio del día anterior tenía la culpa.
Por la tarde, me puse con el trabajo de IBE, desarrollando un poco las teorías que tenemos que aplicar en el caso del Banco Santander.
Sobre las 2 o quizá un poco más me fui a la cama. El día siguiente tocaba madrugar para ir a York, así que quería ir algo descansao, o por lo menos no muy cansao. No sé por qué, pero no conseguí dormirme, y continuamente miraba el reloj. La última vez que vi la hora en el reloj, éste marcaba las 4:50. Teniendo en cuenta que había puesto el despertador a las 6:50, tampoco iba a dormir mucho…

Efectivamente, a las 6:50 de un domingo me puse en pie. No me hice el remolón, porque no quería quedarme en tierra. Íbamos a York (sin el Nueva delante). Sí, de donde viene el Jamón York. Eso es lo único que sabía de York antes de ir, la verdad.
Fuimos Sonia, Giacomo, Shin, Patricia, Inma, Pedro y yo mismo. Durante el viaje en tren, vimos que todo estaba muy nevado desde prácticamente la salida de Manchester. Eso sí que era nieve en condiciones, aunque no nevaba en ese momento. Los paisajes nevados me recuerdan la Navidad, el frío, el norte, Papá Noel y su trineo,… Estaba chulo, la verdad.
Una vez allí, preguntamos por lo que había que ver. Sonia preguntó que dónde estaba la catedral, y la tía entendió que decía que qué era una catedral, y claro, se quedó sorprendida. Una catedral es… una catedral, un edificio,… Seremos extranjeros, pero no tontos :)
Tras darnos una vuelta por un parque y tras ver la catedral, mis compañeros de fatigas se empeñaron en ir a una Haunted House (una casa encantada, vamos). Había varios anuncios sobre lo mismo; no sé si es que York es famosa por ese tipo de cosas, pero me sorprendió. Allá que fuimos, previo pago de 5 libras cada uno. Puaf, menudo timo. A mi esas cosas no me gustan, que me dan jiñe. Pero es que aquello ni daba miedo ni daba ná. Pa mi gusto, 5 libras tó de(saprovechadas). Después vimos algunas callejuelas más, que me recordaban un poco a Chester, pero algo más grande. Para comer, tocaba el McDonald (qué si no). Me tomé el típico Big Mac y una Cheeseburger de regalo, que por lo visto, si eres estudiante te regalan una. Ya lo sé pa otra vez. Pa hacer bien la digestión, estuvimos un buen rato hablando y comentando sobre diferentes palabras en distintos idiomas (español, italiano, japonés), que hay que culturizarse en todos los sentidos :)
Por la tarde, seguía haciendo un frío de cuidao, y nos metimos a tomarnos unos hot chocolate. Mientras, caían algunos copillos de nieve, y Patricia se volvía loca (nunca había visto nevar, porque en Sevilla tampoco es que suela nevar mucho).
Para la vuelta, teníamos los billetes a las 7:45. Como quiera que el frío nos echaba pa´tras, y estábamos ya cansaos, decidimos jugárnosla y coger el tren una hora antes. Los tickets, al comprarlos in advance (son más baratos) ya vienen con la hora fija. Allá que nos metimos en el tren con nuestra excusa: si nos decían algo, íbamos a decir que habíamos venido todos a ver a Patricia, y que a ella se le había olvidado cambiar la hora española a la inglesa; nos haríamos los suecos en Inglaterra. O más bien los españoles, sin más. A la ida no pasó ningún revisor, pero justo al poco de montarnos pasó la revisora. Vio los billetes y digo que no correspondían, que era el siguiente tren. Patricia miró los tickets (nosotros, mientras, también), miró su reloj y nos hicimos los sorprendidos, los longuis. La revisora nos dijo que tendríamos que pagar 20 libras, pero que por esta vez lo dejaba pasar, no sé si porque coló o porque simplemente le dimos pena. Pa otra vez ya lo sabemos, pero conseguimos nuestro objetivo de llegar antes a Manchester, que con el frío que caía apetecía llegar pronto a casa.
A las 8:30 ya estaba en mi residencia, calentito. Hablé con la family por el Skype un poco, vi el Marca (esto es obligatorio) y cené. Pensaba acostarme pronto, pero al final creo que se me hicieron cerca de las 2.

martes, 3 de febrero de 2009

El Teatro de los Sueños

El lunes comenzó con una clase y una tutoría para hablar sobre el trabajo de Marketing que tenemos que hacer sobre el Santander. Por la tarde, para no faltar a la cita, tocó la clase de inglés. Básicamente voy para pillarme alguna fotocopia práctica sobre palabras y expresiones útiles a la hora de escribir. Después fui al centro comercial, a la tienda donde me compré el móvil inglés en el ya lejano mes de septiembre. Tocaba meterle perras al móvil. Me vino con 20 libras y así había sobrevivido estos meses. Pero me quedaban sólo un par de libras y había que se previsor. A ver lo que me duran estas nuevas 20 libras.
Ya en mi residencia, Flavio me llamó al móvil. El grupillo de Mill Point había comprao entradas para ir a ver al Manchester United frente al Everton, que se supone que iba el martes día 2 de febrero. Yo, cuando quise intentar sacarla (la entrada), vi que no quedaban, así que me conforme pensando en que ya iría en otra ocasión, presumiblemente aprovechando una visita de mi padre. Pues bien, la cuestión es que el partido se adelantó al sábado, y justo esos días iba a venir una amiga argentina de Flavio a pasar unos días por aquí, por lo que él no podía ir a ver el partido y dejar a la amiga colgá. Así que me llamó para ver si me interesa su entrada, que Inma le había comentado que me podía interesar. Obviamente le dije que sí, que le pagaría las 40 libras de la entrada. Favor doble: uno se quita la entrada de encima y otro la aprovecha.

El martes tenía un sueño que me moría. Me había acostado a las 3, y me levanté a las 8 y poco para ir al francés. Una vez allí, tuvimos que hacer unos grupos para una presentación que tenemos que hacer por marzo, que viene a ser el examen. Grupo de 4 con José Alberto (que justo ahora empezará a ir a mi hora, porque iba al mismo nivel pero miércoles por la tarde), un par de tíos de Manchester y yo. Sí, todo tíos. A la vuelta, dormí casi una hora. Comida y pa clase de nuevo.
Por la tarde, recibí un email del chino cudeiro que se viene conmigo a lo de la visita del Host. También me agregó al Mesenlleh, y me comentó que había estado mirando trenes para ir al pueblo al que vamos. Lo estuvimos viendo y nos convenció el precio de la vuelta (6 libras). Eso sí, fuimos a sacarlo y no se podía porque la página estaba en mantenimiento o algo así. Al día siguiente lo veríamos.
Seguí con el trabajo del Santander, y conseguí escribir un par de páginas más. Básicamente por la noche, que es cuando más rindo, no sé por qué. A las 4 me voy pa la cama.

El miércoles, a pesar de no tener clase, no me quise levantar tarde para ver si me sacaba el billete de vuelta de la visita guiri. A las 12 me levanté. Buena hora. Me saqué el billete de vuelta por 6 libras, y luego se lo comenté al chino, para que no se descuidase y se lo sacase pronto. Me dijo que no tenía tarjeta de crédito, así que bueno, me ofrecí a comprárselo yo y que ya me pagaría él el dinero. Eso sí, a mí (él) le costó 8 euros, que por lo visto los billetes de tren que compras con antelación cambian de precio como los billetes de avión, por lo que tienes que ser pájaro y comprarlos cuando los veas bien de precio.
Por la tarde, más trenes. Inma y compañía habían comprao los billetes de tren para ir a York el domingo día 8. Me apunté. A ellos le costaron 14 libras, y a mí 20, por aquello de haberlo comprao unos días más tarde, simplemente. Y para dejar listo lo de la visita guiri, también saqué los billetes de ida para mí y el chino. El día anterior habíamos visto que salía por unas 40 libras, pero el miércoles estaban a 15 (creo que cambiamos la ruta o algo así), así que aprovechamos el momento para comprarlos. Todo por Internet, que luego toca ir a la estación que tú quieras/pongas a recogerlos.
La hermana de Sandrine llegó por la tarde. No sabía nada, y menos que venía con un tío. Al día siguiente uní cabos, y por lo visto es su novio/noviete, aunque creo que es italiano y no inglés como había pensao en un primer momento.
Mi progreso marketinero siguió con otra hojita más. “A poco a poco”.

El jueves volví a levantarme tarde, sobre la 12. Casi que fui directo a clase, previo paso por la ducha y un yogur, eso sí. Tras la clase de la tarde, quedé con Josema y José Alberto para ver algo más concretamente cómo nos íbamos a distribuir el trabajo de IBE, que lo vamos a hacer del Santander y de un banco japonés, el Mitsubishi-Bank of Tokio, que no me sonaba de nada pero por lo visto es un grande. Bueno, sí, Mitsubishi me sonaba, pero a coches; por lo visto es conglomerado que engloba varias empresas en diversos sectores. Tras eso, fue a la estación de tren a recoger todos los billetes que había comprao por Internet: ida y vuelta a Whitehaven (cerca de St Bees, dónde realmente vamos) para mí y el chino cudeiro, así como ida y vuelta a York. Me llevó un buen rato, porque tenía que ir introduciendo la tarjeta y un código para casi cada billete.
Ya de vuelta a mi residencia, decidí pasarme por el Londis. Iba a ir sólo a comprar una merluza congelada, que está bien de precio y hay que intentar llevar una alimentación equilibrada. Pero vi una caja de cereales Cheerios a una libra. Hace ya varios años que no tomo leche ni cereales regularmente, salvo los biofrutas del Mercadona y alguna que otra barrita de cereales. Pero nunca leche con cereales para desayunar o merendar, porque hubo una época que no me sentaban bien y ahí lo dejé. Decidí pasarme a los zumos y, posteriormente, al yogur. Quería comprar esos Cheerios. Eso sí, inmediatamente me di cuenta de que si los quería, tendría que comprar también leche y cola-cao, porque no tenía. Hice la pequeña ruta entre Tesco-Lidl-Londis, unos 50 metros en total, para comparar un poco los precios y comprarlo todo. Al final, leche semi-desnatada (no recordaba qué leche solía comprar y me decidí por esa), Nesquik, y los Cheerios. Todo por los Cheerios :)
Cargado mentalmente de fuerza por los Cheerios, di prácticamente por acabado lo del trabajo de Santander. Haré algunos pequeños cambios, el índice, la portada y una revisión un poco de todo. Pero lo doy por hecho. Entre unas cosas y las otras, se me hicieron las 5.

El viernes me superé, y me levanté a las 12 y media. Al poco, tocaron a la puerta. El día anterior había pasado por la recepción, y había rellenado un folio para decir que no tenía luz en mi cuarto de baño. Si son cosas urgentes, en unas 24 horas se comprometen a venir. Igual que con la leja del frigo, vamos. Así que venía para arreglarme la luz. También le dije que una luz del salón-comedor y otra del pasillo no iban. Pero resulta que éstas no iban porque por lo visto desde la recepción las habían apagado en todos los pisos. Será por el ahorro energético o algo de eso, aunque podía haber avisado para no confundirnos. Ahora ya puedo ver lo que cago :)
Por la tarde, le dije a la inglesa que si íbamos al gimnasio, a la piscina o algo de eso, que tenemos que aprovechar el haber pagao casi 200 libras al año por el gimnasio y demás. A la 7 y pico fuimos a la piscina, al jacuzzi y a la sauna. No es que sean enormes las instalaciones, pero está más que apañao para pasar un rato relajado. Y así fue.
Al poco de los remojones y el calor, me llamó Sonia. Venían a cenar a mi territorio, a la Curry Mile, y era para ver si me apuntaba. Me apunté al plan indio. Fuimos a un restaurante indio, y allí que pedimos (pidieron, porque me dejé aconsejar, teniendo en cuenta mi incultura culinaria india). Todo picantillo en la primera vez que iba a un indio.
A eso de las 11 y media ya estaba de vuelta. Me puse a ver artículos para el Project, viendo los artículos y páginas webs que me servían y lo que no. A las 3 desistí y me acosté.

El sábado tocaba ir a Old Trafford, The Theatre of Dreams. Me levanté tarde, comí, y fui en busca de Sonia, Giacomo y Peter, que íbamos a coger el tranvía para ir al estadio. A Inma y a Pedro, su novio, los veríamos ya allí. El tranvía me recordó al famoso autobús 39 que me solía subir y bajar a la facultad en Murcia: como latas en sardina. Aquí se cabe era más exagerao, más personas entranviadas por metro cuadrao. Tras bajar del tranvía y andar unos 5 minutos, llegamos al estadio. Llegamos una media hora antes del partido. Cuando empezó, se vivió el ambiente, la atmósfera y los cánticos de un partido de la liga inglesa. No todas las aficiones son iguales. Tampoco es que suela ver partidos en directo muy a menudo. Rooney no jugó por estar lesionado, pero la clase de Berbatov le sustituyó. Cada vez que Tévez demostraba su garra, cánticos de “Argentina, Argentina” se escuchaban desde la grada. Y por supuesto, el más mediático de todos: sí, el señor Cristino Ronaldo. El partido en sí tuvo sus oportunidades de gol y su emoción. Al borde del descanso, penalti a favor del Manchester, y allá va Ronaldo que la mete (la pelota) por el centro. Gol. Esperaba más goles en la segunda parte, pero no fue así. 1-0 resultado final. Me quedé con la ovación que le dieron al galés Giggs cuando salió a calentar (y luego jugar), un jugador que lleva en el Manchester 15 años o así. El Teatro de los Sueños.


No es lo mismo ver los partidos en estos estadios en la tele que verlos en directo. Mereció la pena :)
La vuelta en el tranvía fue más enlatada, si cabe, que la ida. Y hacía un frío que pela. Por la noche estuve leyéndome más cosillas del Project, hasta que a las 4 caí rendido.

El domingo madrugué. Esta vez va en serio. Cierto es que no para estudiar, pero bueno, algo es algo. Me levanté a las 8 y media, que una final del Australian Open entre Nadal y Federer bien merecía la pena. Empezó el partido bien para Nadal, que ganó el primer set, aunque Federer se resarció ganando el segundo. Viendo que el partido se iba a alargar, a las 10:45 me volví a la cama. A las 12:30 me levanté, pensando que quizá el partido ya habría acabado y que me había perdido el final del partido. Ni mucho menos. Todavía quedaba una hora. ¿Quién ganó? Un extraterrestre llamado Nadal, un animal física y mentalmente que fue capaz de hundir tanto a Federer que en la entrada de trofeos éste no pudo contener las lágrimas. Dos grandes campeones y dos grandes personas que tienen un gran respeto mutuo. Por eso me gusta el deporte. Eso es DEPORTE.
En los trabajos hay que poner de una forma seria las referencias de libras, artículos y noticias que uses, y eso fue lo que estuve haciendo por la tarde. Tiene lo suyo, porque hay que poner la edición, el lugar de impresión, las páginas,… También estuve con la portada y el índice; algo sencillo, como me gusta a mí.
La nieve volvió a hacer aparición. Por lo visto viene otra vez el frío de finales de noviembre – principios de diciembre. O según se dice, incluso más. La inglesa, cuando llegó de trabajar por la tarde, me dio una pequeña bola de nieve. Ya le dije en su día que en Murcia poca nieve había visto, y que quería ver nevar. Ella me dijo que ya me despertaría cuando nevase. Lo primero es lo primero.
Por cierto, ya tengo confirmada una visita. Mi madre vendrá del 15 al 18 de febrero. Queda menos para disfrutar de una tortilla de patatas :)

martes, 27 de enero de 2009

Supercalifragilística semana

El lunes amaneció sospechosamente nublao, como de costumbre, y con algo más frío que estos últimos días. Justo cuando salía por la puerta me di cuenta de que se me había olvidado el paraguas, pero decidí seguir mi camino ya que ya iba justo (pasado) de tiempo.
Clases normales, comida en la cantina, y las clases del inglés por la tarde. En la última clase de la mañana, empezaron a caer copillos de nieve, aunque no hacía el suficiente frío como para que reposara en las aceras. Sea como fuere, por la tarde cayó la de dios. Estaba en la clase y observaba el blanco elemento con una pequeña sonrisa, esperando que cayera con furia para que pudiese después coger nieve del suelo y tirarle alguna bola a alguien. O incluso a mi mismo. Pero casualidades de la vida, al acabar la clase ya sólo quedaba la lluvia, y como no llevaba la cámara de fotos encima, pues no hay una prueba de la nieve, con lo que os tendréis que fiar de mí.
Llegué a mi residencia y me tumbé un ratillo, que luego tocaba musical. Un super-cali-fragil-ísti-coespi-ali-doso musical. Tocaba ver a Mary Poppins, que en noviembre o así sacamos las entradas. Fui con un grupeto de Mill Point. Y la verdad es que estuvo gracioso y entretenido. Había un par de canciones que recordaba de la película, pero el resto apenas me sonaba. Me enteré decentemente de las conversaciones y de parte de las letras. Algo es algo. Eso sí, en el descanso dijeron que nos iban a hacer el cambiazo de un actor por otro, por cierto motivo que no llegué a enterarme. Mierda. Resulta que nos cambiaron a la niña: pasó de rubia a castaña. Me deducción es que lo mismo tenía algún examen o algo al día siguiente.
Al volver decidí que no tenía ganas de hacerme ná, ni siquiera un sándwich o algo medio hecho. A eso de las 11 pasé por el bareto que tengo aquí en la esquina y me compré una hamburguesa con patatas y coca-cola. Tipo McDonald, más pequeño, más cutre, más rollo indio, pero igual de bueno. Luego tocaría escribir un rato para mantener informados a mis lectores.

El martes, como no podía ser menos, francés. Después me tocó hacer unas gestiones. Pagué el 2º plazo de la residencia, que toca por estas fechas y la libra está barata, luego fui a ver si me hacían un justificante de haber pagado para ver si en España doy pena y me dan algunos euros, y para terminar fui al banco a cambiar un puñado de euros a libras. Todo ello amenizado con un frío sol.
Por la tarde, la clase correspondiente. Y luego estuve con el trabajo de marketing sobre el Santander. Son 4 apartados, y como mucho 15 páginas en total. Menos mal que no hay mínimo. Aún así, más o menos sé de lo que había a hablar en cada apartado, y me acercaré a ese máximo. Por hoy, una página.

El despertador quiso que el miércoles me levantara a las 10, como había acordado con él, pero como quiera que me había acostado a las 3 el día anterior, pues me levanté pasadas las 12. El resto de la mañana estuve en la lavandería, que entre el lavado y el secado, se me van una hora y media.
Por la tarde recibí un email de Host, la organización que lleva lo de pasar un fin de semana con una familia guiri. Me comentaron que me ofrecían pasar un par de días con una familia para el último fin de semana de marzo. Y venía con sorpresa: también irían una de Etiopía y un chino cudeiro. El encargado de esa zona me tomó por italiano, pero aclaradas las cosas, le pedí que me confirmara la fecha para aceptar definitivamente. Me respondió con que al final se tendría que hacer el fin de semana anterior. Me venía mejor la fecha original, pero aún así acepté.
Por cierto, llevo unos días en los que me ha dado por comer bastante fruta. Antes compraba kiwis y fresa de vez en cuando, pero ahora ya he hecho de plátanos e incluso naranjas mi postre. Bueno, a ser verdad, compré una naranja, porque aquí se compran por unidad. En el Lidl sí que venden fruta por kilos, pero no es plan de comprar un kilo, porque entonces tendría que tomar esa fruta para desayunar, comer y cenar para que no se echase a perder. A pesar de ese aporte vitamínico, las vejigas han hecho su aparición, aunque parece que esta vez no me van a dar guerra. ¡Ganaré!

A las 12 abrí un ojo y, y a los pocos segundos, el otro. Sí, era jueves. Tenía clase a la 1, así que no me dio tiempo para mucho. Leí el correo, y vi que lo del Host estaba oficialmente aceptado. Me dieron algunos datos de la familia, el nombre del pueblo y algunas recomendaciones.
Por la tarde, Hailey me invitó a pasarnos el balón de rugby un rato en el pasillo. Algunos golpeos con el pie siempre caen. Esta vez incluso en plan profesional con el tee y todo. Fueron unos minutillos. Simon decidió salir al piso de enfrente, en el que vive una mu amiga suya: si no está ella por aquí, Simon está allí. Como buen inglés, se fue con una taza (de té, presupongo). Cuando abrió la puerta para salir, a mi compañera de juego le dio por hacer la gracia y intentar darle. Evidentemente, falló. Simon se había escondido tras la esquina, pero volvió a aparecer y a estar en el punto de mira de Hailey, sin ella percatarse de ellos. Segundo pateo de balón y… ¡premio! Taza al suelo, y todos nosotros perplejos. No sé si por compasión ante Simon o por admiración ante semejante atino con el balón. Fin del juego sin grandes cabreos.
Para cenar, decidí añadir el Londis a mis clásicos voltios por el Tesco y el Lidl para ver si compro algo que merezca la pena, que me llame la atención, o simplemente que esté de oferta. Está también en los bajos de la residencia, al doblar la esquina por el otro lado, junto a la entrada principal a la residencia. Un inciso: recuerdo que yo entro destrangis por otra puerta, al estar ser mi bloque unos de los 3 marginados del resto. Vi la mercancía, y me decidí a comprar una merluza con patatas. Congelado, por supuesto. Lo nunca visto: comiendo pescado y tó. Impresionante. Cuando se lo cuente a mi madre le va a dar algo.
Por la noche, le escribí a la familia guiri para dar señales de vida y que me comentasen cosas sobre el mejor modo de ir allí, ya que el trasporte de Manchester al sitio es lo único que yo pago y en lo que me tengo que buscar la vida.

El viernes volví a eso de las 12. La libra se está depreciando ante el euro. Está por los suelos, si se compara con hace unos años o simplemente con septiembre. Aprovechando la coyuntura, decidí ir al Accommodation Office y realizar el 3er pago de la residencia. Habría que hacerlo en abril, pero bueno, voy a ser un poco pájaro y hacerlo ahora que la libra está barata. Espero que no baje más, porque si no me habré pasado de listo para convertirme en un tintín. Aún así, este último pago “sólo” es el 20% del total. También volví a pasarme por el banco para cambiar otro puñao de euros a libras.
Por la tarde, me contestó el hombre de la casa (de la familia guiri, se entiende). Me dijo que tocaría coger tren, haciendo un trasbordo, y el domingo para la vuelta tendría que hacer un trasbordo más, porque hay menos combinaciones. Pos vale. Situé el pueblo abejero (St Bees, que se llama) en el mapa con ayuda de nuestro amigo Google, y estuve mirando trenes por Internet para ver cómo y cuando ir y venir. Para la vuelta del domingo no ví nada. Les escribí otro email contándoles mis pequeños avances treneros y pidiéndoles algún consejillo, porque no lo veía claro.
Seguí con el trabajito que tengo entre manos. Hasta que no termino uno casi que no me pongo con otro, que no puedo hacer dos cosas a la vez. Una página más pá la saca. Creo que este ritmo no es malo, el de un página por día. Eso sí, creo que llegará el momento en el que tenga que escribir alguna que otra más. Pero para coger un ritmo y tal, no está mal.
Cuando terminaba de cenar, empezó una película. Era de Denzel Washington, trataba de venganza, y estaba ambientada en México. Me puse a verla un rato… y terminé viéndola enterita. Estuvo bien, la verdad. Con su mensaje de fondo.

El fin de semana se presentaba tranquilo. Sin salidas programadas y con trabajo por hacer. Lo del trabajo va a ser la tónica de las próximas semanas. Es lo que tiene, entre otras cosas, no haber hecho nada hasta Navidad.
Así las cosas, el sábado volví a levantarme a las mil. Compré unas cosillas, y comí a eso de las 4. Se me ha pegao poco el estilo inglés de comer sobre las 12. Ya es que ni sigo el español: me paso de hora y todo.
La tarde y la noche me cundieron. Un par de páginas escritas. Vamos progresando. A las 2, sonó el teléfono que tengo en la habitación. Alguna vez me han llamado mis padres o mi hermana, sobre todo al principio, pero el resto de veces han sido equivocaciones. Cogí el teléfono con un “Yep”, y me salió un tío cabreado diciendo que a ver si paraba el “fucking-fucking”, que estaba intentando dormir pero que no lo conseguía. Le dije que que más quisiera yo, que se había equivocado de número y habitación. Bueno, a ser verdad sólo de dije lo segundo. El tío siguió en sus trece, diciéndome que parase el tema. Por lo visto, curiosamente, en ese justo momento la pareja feliz decidió no hacer sufrir más a mi pobre amigo, con lo que me colgó. A ver si la próxima vez me llama justificadamente ;)

El domingo seguí con la rutina. Levantarme tarde, comer más tarde, y trabajar por ratos. Acabé la segunda parte del trabajitllo y dejé más o menos organizados los apartados que iba a usar en los 2 siguientes.
Por la tarde, volví a recibir un email de mi family. Me aclararon lo de la vuelta: no hay trenes directos desde St Bees a Manchester, ni siquiera con un trasbordo por ser domingo. Y además, la mujer había llamado por teléfono a la estación para informarme: por lo visto están reparando la línea o realizando operaciones de mantenimiento. Me comentó que le habían recomendado un plan para mí: primero ellos me llevarían en coche a otro pueblo cercano, y luego vendrían más trasbordos. No sólo en tren, sino que también cogería el autobús. Un poco jaleo, pero bueno, mejor estar informado de todo y estar preparado para el ajetreo de la vuelta. Me dijeron que me esperase a comprar los billetes un poco. Resulta que el chino cudeiro que va allí también está en Manchester, aunque todavía no han hablado con él. Probablemente quede con él para comprar los billetes juntos, que encima así nos puede salir más barato.

martes, 20 de enero de 2009

Semana 23añera

Martes. 13. Cumplí 23, pero no dejaba de ser martes, con lo que empecé bien tempranito mi día.
En francés cada vez somos menos. Se supone que sólo puedes faltar 3 días, o algo así me pareció entender, pero entonces habría gente que ya estaría en la lista negra. Sea como fuere, a los pocos que fuimos el profesor nos dio el examen de diciembre. Como comenté, no fue muy difícil, quizá también por ser español y por parecerse muchas palabras francesas a las nuestras. Un 84%, que viene a ser un 8´4, con lo que no me quejo.
Por la tarde, clase habitual. Aunque fue menos habitual de lo normal, porque al principio fue un tío para darnos consejos para prepararnos para los exámenes y cosas así. Después, para retomar el año y tener un día calentito, tocaba un hot chocolate y una tarta de chocolate con Sonia. Se empeñó en invitarte, que no todos los días se cumplen años.
Al volver a casa, compré vasos y platos de plástico, que se sumaron a un puñao de pizzas, patatas fritas, bebidas y unas cosas de picoteo pa la noche. Había dicho de quedar a las 8.30 aquí, para cenar y tomarnos algo. Entre los que se lo había dicho en persona y entre los pocos a los que se lo había dicho por Facebook, al final fuimos: Inma, Josema, José Alberto y Victor (si me sumo yo, completamos el quinteto murciano), Sonia, Flavio, Giacomo, Kate, Peter y Andreas. Teniendo en cuenta que tampoco viven cerca de aquí, y que estamos liadillos con trabajos y entregas, pos se agradece especialmente que vinieran.


De mis compis de piso no hubo casi ni rastro. Hailey estuvo al principio, pero no podía comer ni beber nada en todo el día debido a que tenía que hacer alguna extraña prueba (de las suyas, de nutrición). Sandrine al final tampoco estuvo presente, porque su amiga Caterina requirió sus servicios de amigo por algún motivo que todavía desconozco, pero que era importante. Y luego Simon, que digamos que es palomita suelta :)
A uno siempre le hace ilusión recibir regalos, y esta vez no iba a ser menos. Me regalaron una tarjetita mu “marrana”, el cd de Coldplay del penúltimo disco, un poster de los Beatles, el dvd de Pulp Fiction y una sudadera azul chula. Eso sí, la sudadera es para cuando engorde un poco o para cuando me haga rapero.
La verdad es que se pasó un buen rato, entre pizza y pizza, sándwiches, bebidas, música y buena compañía. No faltó la tarta (2 pequeñas) y las velas (“Happy Birthday”).
A eso de las 2, los invitados pusieron rumbo de vuelta. Y entonces fue cuando llegó el turno de la limpieza. Tampoco habíamos sido muchísimos como una fiesta normal de fin de semana, y eso también me ayudó a que no tardara mucho en dejar esto ordenao. Además, sonaba la música del portátil para amenizar el rato. Y luego, por si fuera poco, me acordé de que los martes suelen poner un partido de NBA en la tele, que para colmo vino a ser uno de Gasol y compañía. En el descanso del partido aproveché para responder las felicitaciones que me habían mandao por Facebook (los emails serían al día siguiente), y luego ya reenganché para ver ganar a los Lakers. Con la tontería, me vine a acostar casi a las 5.

El miércoles me levanté más allá de las 12. El día (la tarde, mejor dicho) la dediqué, básicamente, a retocar el trabajo que tenía que entregar el día siguiente. También contesté a los emails que me habían mandado felicitándome.
Y por cierto, notición. Ya tenemos la famosa leja en el frigo. Nos ha costao 4 meses, pero finalmente está aquí. Eso sí, la ha comprado Sandrine, que por lo visto tomó nota de la marca y de las medidas del frigo para agenciársela. La verdad es que se agradece, porque ahora vengo a tener el doble de espacio de antes y puedo tener más reservas alimentarias.

El jueves tocaba la primera entrega seria de un trabajo. Lo imprimí allí mismo en la facultad. A principio de curso nos dieron 1 £ de cortesía para imprimir. Lo curioso es que todavía me queda dinero, cuando la gente le ha metido un buen puñado de libras para imprimir apuntes. Ya lo imprimiré… Puse el trabajo en una fundita, con la correspondiente hoja-formulario para que quede registro de la entrega, y lo metí en los buzones específicos que hay para ello. Distintos buzones según el apellido.
Tras la clase matutina, llegó la vespertina. Al acabarla, me quedé un rato con Josema en la biblioteca, porque tenemos que hacer un trabajo de 2 empresas para el mes que viene, del que no teníamos ni las empresas elegidas. Si no cambia la cosa, lo haremos del Banco Santander (para aprovechar un Project que él tiene del año pasado) y de un banco japonés, que si no me equivoco era algo así como Mitsubishi Tokio Bank. Ya habrá tiempo de buscar información sobre él.

El viernes por la mañana volví a levantarme tarde y a no hacer nada productivo. Para comer abrí uno de esos sobres de pasta: Espaguetis a la piamontesa. Dudé entre hacer la mitad del sobre o hacerlo entero y guardar la mitad para el día siguiente. Me decanté por la segunda opción y lo hice todo. Empecé a tomármelos, y parecía que me iba a hinchar pronto, pero seguí comiendo. Llegué a la mitad del enorme plato, pero como quiera que estaba viendo snooker (parecido al billar, vamos) en la tele, continué sin pensarlo mucho. Ya quedaban pocos, y total, como no iban a ser suficientes como plato único para otro día, decidí terminármelos. Así que me metí 2 platos de espaguetis entre pecho y espalda. Eso sí, debo decir que hasta bien entrada la noche no me dio por cenar, porque estaba realmente hinchao.
Por la tarde me vine a dar cuenta de una cosa. Estaba hablando con mi hermana cuando le dije que le iba a hacer una visita al señor Roca. Lo pensé un poco, y caí en que aquí seguro que no iba el señor Roca ni Sir Rock el que me recibiera. Nunca me había fijado en la marca del váter. Acerqué mi vista y vi un nombre: PANDA. Aquí las rocas son pandas, curioso. Por cierto, para completar diré que la marca del lavabo es TRES. Estos ingleses…

También ayudé a mi hermana con una asignatura. Normalmente no le soy de mucha ayuda, porque aunque estudie lo mismo que yo (con un par de años de diferencia, que no somos ni gemelos ni mellizos) parece que estudiamos cosas distintas. O le dan la vuelta al temario, o he olvidado lo que me pregunta, como pasa en la gran mayoría de veces. Espero que lo que estoy diciendo no implique que se lo piensen dos veces antes de darme el título. Eso sí, hay un puñao de asignaturas que requieren de algunos cálculos que me gustan especialmente. No son de las asignaturas más difíciles, pero sí que me quedé bien con la copla y además me gustan los cálculos esos. Así que me pude sentir útil :)
Para no ser menos, también le dediqué una hora o así a leer y subrayar el libro que me puede servir de guía para el siguiente trabajo, que se entrega el 5 de febrero. Tres semanas por delante: mucho y poco a la vez.

El sábado me levanté a las 11.30, con lo que se puede decir que madrugué. Entre que me desperezaba y se hacía la hora de comer, hablé con el Skype con mi madre, mi abuela y mis primas lorquinas. Por la tarde ya empecé a escribir algo para el trabajo. Sólo fue una página, pero bueno, por algo se empieza.
Por la noche tocaba celebrar el cumpleaños de Flavio. Fue el miércoles, pero él prefirió posponerlo para el fin de semana. Yo prefiero algo que sea menos “fiesta” pero en el día original, como así fue en mi caso. Fueron más o menos los habituales los que nos pasamos por ahí sobre las 10. Era después de cenar, por lo que lo que reinaba eran las bebidas. Eso sí, se notó la presencia femenina de Mill Point, porque por ahí se vio algún que otro postre casero. A la vuelta acompañé a Patricia, sevillana que he mencionado como poco en un viaje a Chester que hice, y a las 3 llegué aquí.
Me acosté más tarde, porque me puse a indagar en el ordenador. Y no sé cómo, pero llegué a una noticia que me llamó especialmente la atención: Lorena Bernal había aparecido en un capítulo de CSI Miami. No me lo podía creer. Cuando la vi en el certamen de Miss España (1999, como refresqué) supe que iba a ganar de calle, como así fue. Me encantó. Vi por Youtube la parte del capítulo, y me gustó verla hablando en inglés. También es verdad que me hubiese gustado verla igual si hablase chino, o lo que fuera. Por lo visto me debí perder algún capítulo entre los que había visto en Murcia y los guiris que había visto aquí. Por cierto, que al año siguiente volví a acertar con la ganadora de las guapas. Aprovecho para decir una cosa que he pensado más de una vez: conozco a gente mucho más guapa que algunas de las que se presentan a guapa de España. En fin: se ve que no estoy mu ciego y no tengo mal gusto. Yo me pido una como ella :)

Siguiendo la racha madrugadora de los últimos días, ayer domingo abrí los ojos a la 1. La verdad es que no hice mucho relacionado con los trabajos, como debería haber hecho, pero bueno. Mientras comía, estuve viendo más snooker. No es como el billar típico de los baretos, que se juega a colar las lisas o las rayadas. Aquí hay un puñao de bolas rojas, una negra, una rosa, una azul, una amarilla, una marrón y una verde. Se trata de hacer combinaciones de bolas rojas con las otras de color, básicamente. Era la final del Masters de este deporte típicamente británico. En Eurosport ya había visto varios partidos y me había impresionado de cómo juegan los tíos. No sólo cuelan la bola, sino que digamos que se la ponen a huevo para estar en disposición de seguir colando más. Algunas tiradas son espectaculares. La cuestión es que el partido del mediodía continuó por la tarde y acabó por la noche. Y no me lo pude perder. La cosa estuvo igualada, pero jugaba el señor Ronnie O´Sullivan, que viene a ser el Maradona del snooker. Mago y genio jugando, pero particular fuera, lo que muchas veces le ha traicionado su juego. Como deseaba, este tío ganó en un final de infarto. Me gustaría tener una mesa de billar o snooker. ¿Alguien se anima y me compra una mesita? Y ya de paso, ¿una habitación o casa más grande para poder meterla? Hay queda dicho eso…

PD:
Sé que algunas entradas son un poco largas. De hecho, algunas veces lo pongo por partes. Aún así, entre examen y examen viene bien despejarse un rato, lees algo distinto y te distraes dejando un comentario ;)