martes, 3 de febrero de 2009

El Teatro de los Sueños

El lunes comenzó con una clase y una tutoría para hablar sobre el trabajo de Marketing que tenemos que hacer sobre el Santander. Por la tarde, para no faltar a la cita, tocó la clase de inglés. Básicamente voy para pillarme alguna fotocopia práctica sobre palabras y expresiones útiles a la hora de escribir. Después fui al centro comercial, a la tienda donde me compré el móvil inglés en el ya lejano mes de septiembre. Tocaba meterle perras al móvil. Me vino con 20 libras y así había sobrevivido estos meses. Pero me quedaban sólo un par de libras y había que se previsor. A ver lo que me duran estas nuevas 20 libras.
Ya en mi residencia, Flavio me llamó al móvil. El grupillo de Mill Point había comprao entradas para ir a ver al Manchester United frente al Everton, que se supone que iba el martes día 2 de febrero. Yo, cuando quise intentar sacarla (la entrada), vi que no quedaban, así que me conforme pensando en que ya iría en otra ocasión, presumiblemente aprovechando una visita de mi padre. Pues bien, la cuestión es que el partido se adelantó al sábado, y justo esos días iba a venir una amiga argentina de Flavio a pasar unos días por aquí, por lo que él no podía ir a ver el partido y dejar a la amiga colgá. Así que me llamó para ver si me interesa su entrada, que Inma le había comentado que me podía interesar. Obviamente le dije que sí, que le pagaría las 40 libras de la entrada. Favor doble: uno se quita la entrada de encima y otro la aprovecha.

El martes tenía un sueño que me moría. Me había acostado a las 3, y me levanté a las 8 y poco para ir al francés. Una vez allí, tuvimos que hacer unos grupos para una presentación que tenemos que hacer por marzo, que viene a ser el examen. Grupo de 4 con José Alberto (que justo ahora empezará a ir a mi hora, porque iba al mismo nivel pero miércoles por la tarde), un par de tíos de Manchester y yo. Sí, todo tíos. A la vuelta, dormí casi una hora. Comida y pa clase de nuevo.
Por la tarde, recibí un email del chino cudeiro que se viene conmigo a lo de la visita del Host. También me agregó al Mesenlleh, y me comentó que había estado mirando trenes para ir al pueblo al que vamos. Lo estuvimos viendo y nos convenció el precio de la vuelta (6 libras). Eso sí, fuimos a sacarlo y no se podía porque la página estaba en mantenimiento o algo así. Al día siguiente lo veríamos.
Seguí con el trabajo del Santander, y conseguí escribir un par de páginas más. Básicamente por la noche, que es cuando más rindo, no sé por qué. A las 4 me voy pa la cama.

El miércoles, a pesar de no tener clase, no me quise levantar tarde para ver si me sacaba el billete de vuelta de la visita guiri. A las 12 me levanté. Buena hora. Me saqué el billete de vuelta por 6 libras, y luego se lo comenté al chino, para que no se descuidase y se lo sacase pronto. Me dijo que no tenía tarjeta de crédito, así que bueno, me ofrecí a comprárselo yo y que ya me pagaría él el dinero. Eso sí, a mí (él) le costó 8 euros, que por lo visto los billetes de tren que compras con antelación cambian de precio como los billetes de avión, por lo que tienes que ser pájaro y comprarlos cuando los veas bien de precio.
Por la tarde, más trenes. Inma y compañía habían comprao los billetes de tren para ir a York el domingo día 8. Me apunté. A ellos le costaron 14 libras, y a mí 20, por aquello de haberlo comprao unos días más tarde, simplemente. Y para dejar listo lo de la visita guiri, también saqué los billetes de ida para mí y el chino. El día anterior habíamos visto que salía por unas 40 libras, pero el miércoles estaban a 15 (creo que cambiamos la ruta o algo así), así que aprovechamos el momento para comprarlos. Todo por Internet, que luego toca ir a la estación que tú quieras/pongas a recogerlos.
La hermana de Sandrine llegó por la tarde. No sabía nada, y menos que venía con un tío. Al día siguiente uní cabos, y por lo visto es su novio/noviete, aunque creo que es italiano y no inglés como había pensao en un primer momento.
Mi progreso marketinero siguió con otra hojita más. “A poco a poco”.

El jueves volví a levantarme tarde, sobre la 12. Casi que fui directo a clase, previo paso por la ducha y un yogur, eso sí. Tras la clase de la tarde, quedé con Josema y José Alberto para ver algo más concretamente cómo nos íbamos a distribuir el trabajo de IBE, que lo vamos a hacer del Santander y de un banco japonés, el Mitsubishi-Bank of Tokio, que no me sonaba de nada pero por lo visto es un grande. Bueno, sí, Mitsubishi me sonaba, pero a coches; por lo visto es conglomerado que engloba varias empresas en diversos sectores. Tras eso, fue a la estación de tren a recoger todos los billetes que había comprao por Internet: ida y vuelta a Whitehaven (cerca de St Bees, dónde realmente vamos) para mí y el chino cudeiro, así como ida y vuelta a York. Me llevó un buen rato, porque tenía que ir introduciendo la tarjeta y un código para casi cada billete.
Ya de vuelta a mi residencia, decidí pasarme por el Londis. Iba a ir sólo a comprar una merluza congelada, que está bien de precio y hay que intentar llevar una alimentación equilibrada. Pero vi una caja de cereales Cheerios a una libra. Hace ya varios años que no tomo leche ni cereales regularmente, salvo los biofrutas del Mercadona y alguna que otra barrita de cereales. Pero nunca leche con cereales para desayunar o merendar, porque hubo una época que no me sentaban bien y ahí lo dejé. Decidí pasarme a los zumos y, posteriormente, al yogur. Quería comprar esos Cheerios. Eso sí, inmediatamente me di cuenta de que si los quería, tendría que comprar también leche y cola-cao, porque no tenía. Hice la pequeña ruta entre Tesco-Lidl-Londis, unos 50 metros en total, para comparar un poco los precios y comprarlo todo. Al final, leche semi-desnatada (no recordaba qué leche solía comprar y me decidí por esa), Nesquik, y los Cheerios. Todo por los Cheerios :)
Cargado mentalmente de fuerza por los Cheerios, di prácticamente por acabado lo del trabajo de Santander. Haré algunos pequeños cambios, el índice, la portada y una revisión un poco de todo. Pero lo doy por hecho. Entre unas cosas y las otras, se me hicieron las 5.

El viernes me superé, y me levanté a las 12 y media. Al poco, tocaron a la puerta. El día anterior había pasado por la recepción, y había rellenado un folio para decir que no tenía luz en mi cuarto de baño. Si son cosas urgentes, en unas 24 horas se comprometen a venir. Igual que con la leja del frigo, vamos. Así que venía para arreglarme la luz. También le dije que una luz del salón-comedor y otra del pasillo no iban. Pero resulta que éstas no iban porque por lo visto desde la recepción las habían apagado en todos los pisos. Será por el ahorro energético o algo de eso, aunque podía haber avisado para no confundirnos. Ahora ya puedo ver lo que cago :)
Por la tarde, le dije a la inglesa que si íbamos al gimnasio, a la piscina o algo de eso, que tenemos que aprovechar el haber pagao casi 200 libras al año por el gimnasio y demás. A la 7 y pico fuimos a la piscina, al jacuzzi y a la sauna. No es que sean enormes las instalaciones, pero está más que apañao para pasar un rato relajado. Y así fue.
Al poco de los remojones y el calor, me llamó Sonia. Venían a cenar a mi territorio, a la Curry Mile, y era para ver si me apuntaba. Me apunté al plan indio. Fuimos a un restaurante indio, y allí que pedimos (pidieron, porque me dejé aconsejar, teniendo en cuenta mi incultura culinaria india). Todo picantillo en la primera vez que iba a un indio.
A eso de las 11 y media ya estaba de vuelta. Me puse a ver artículos para el Project, viendo los artículos y páginas webs que me servían y lo que no. A las 3 desistí y me acosté.

El sábado tocaba ir a Old Trafford, The Theatre of Dreams. Me levanté tarde, comí, y fui en busca de Sonia, Giacomo y Peter, que íbamos a coger el tranvía para ir al estadio. A Inma y a Pedro, su novio, los veríamos ya allí. El tranvía me recordó al famoso autobús 39 que me solía subir y bajar a la facultad en Murcia: como latas en sardina. Aquí se cabe era más exagerao, más personas entranviadas por metro cuadrao. Tras bajar del tranvía y andar unos 5 minutos, llegamos al estadio. Llegamos una media hora antes del partido. Cuando empezó, se vivió el ambiente, la atmósfera y los cánticos de un partido de la liga inglesa. No todas las aficiones son iguales. Tampoco es que suela ver partidos en directo muy a menudo. Rooney no jugó por estar lesionado, pero la clase de Berbatov le sustituyó. Cada vez que Tévez demostraba su garra, cánticos de “Argentina, Argentina” se escuchaban desde la grada. Y por supuesto, el más mediático de todos: sí, el señor Cristino Ronaldo. El partido en sí tuvo sus oportunidades de gol y su emoción. Al borde del descanso, penalti a favor del Manchester, y allá va Ronaldo que la mete (la pelota) por el centro. Gol. Esperaba más goles en la segunda parte, pero no fue así. 1-0 resultado final. Me quedé con la ovación que le dieron al galés Giggs cuando salió a calentar (y luego jugar), un jugador que lleva en el Manchester 15 años o así. El Teatro de los Sueños.


No es lo mismo ver los partidos en estos estadios en la tele que verlos en directo. Mereció la pena :)
La vuelta en el tranvía fue más enlatada, si cabe, que la ida. Y hacía un frío que pela. Por la noche estuve leyéndome más cosillas del Project, hasta que a las 4 caí rendido.

El domingo madrugué. Esta vez va en serio. Cierto es que no para estudiar, pero bueno, algo es algo. Me levanté a las 8 y media, que una final del Australian Open entre Nadal y Federer bien merecía la pena. Empezó el partido bien para Nadal, que ganó el primer set, aunque Federer se resarció ganando el segundo. Viendo que el partido se iba a alargar, a las 10:45 me volví a la cama. A las 12:30 me levanté, pensando que quizá el partido ya habría acabado y que me había perdido el final del partido. Ni mucho menos. Todavía quedaba una hora. ¿Quién ganó? Un extraterrestre llamado Nadal, un animal física y mentalmente que fue capaz de hundir tanto a Federer que en la entrada de trofeos éste no pudo contener las lágrimas. Dos grandes campeones y dos grandes personas que tienen un gran respeto mutuo. Por eso me gusta el deporte. Eso es DEPORTE.
En los trabajos hay que poner de una forma seria las referencias de libras, artículos y noticias que uses, y eso fue lo que estuve haciendo por la tarde. Tiene lo suyo, porque hay que poner la edición, el lugar de impresión, las páginas,… También estuve con la portada y el índice; algo sencillo, como me gusta a mí.
La nieve volvió a hacer aparición. Por lo visto viene otra vez el frío de finales de noviembre – principios de diciembre. O según se dice, incluso más. La inglesa, cuando llegó de trabajar por la tarde, me dio una pequeña bola de nieve. Ya le dije en su día que en Murcia poca nieve había visto, y que quería ver nevar. Ella me dijo que ya me despertaría cuando nevase. Lo primero es lo primero.
Por cierto, ya tengo confirmada una visita. Mi madre vendrá del 15 al 18 de febrero. Queda menos para disfrutar de una tortilla de patatas :)

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Que materialista que eres... quieres que vaya mamá a verte para que te haga tortilla de patatas... Dí la verdad, reconocelo, tb quieres que vaya para que te haga mimitos, vea por donde te mueves... es o no??

Bueno, a ver si los siguientes somos papucho y yo!!

Ánimo y continúa con tu dura tarea de los trabajitos...

Juanmi dijo...

Sister: Te recuerdo una cosa que ya sabes: soy fan de la TORTILLA DE PATATAS (en Facebook). Con eso te lo digo tó :)

Anónimo dijo...

Te recuerdo que eres fan gracias a mi... por cierto... para este finde a ver si me hace una buena tortillita q hace tiempo q no hace... Ya te contaré si está buena o no.... :-D

Guille dijo...

Habrá que enviarte de esas del mercadona que vienen ya al vacío. No son como las de una madre... pero creo que te las comerás con la misma gana ;).

Juanmi dijo...

Dónde esté una buena tortilla... ;)

Anónimo dijo...

espero que te guste la torilla de patatas que yo te haga allí y a ver si ya te enseño a hacerla bien
Yo tengo gana de hacerte mimitos aunque tú te dejas poco pero yo siempre lo intento
un besito y hasta pronto