jueves, 26 de marzo de 2009

Tercera visita

Tras unas semanas en las que he tenido abandonado este rinconcillo, aquí estoy de vuelta para dejarlo al día.

El lunes 23 de febrero lo empecé con sueño, nada nuevo a estas alturas de la vida. En las clases de la mañana pasó algo cuanto menos sorprendente para mí. Aquí hacen clases específicas de preparación al examen, comentando las preguntas más importantes e incluso cómo estructurar las respuestas: introducción, ejemplos, referencias a autores, etc. Te lo dan masticao, vamos. En Murcia no es así: si vas a clase, puedes intuir qué pueden preguntar, y luego está tu habilidad o suerte de saber qué es lo más importante. La cuestión es que aquí tienes más claro qué pueden preguntar. Pos mejor.
Por la tarde tocó dormir un rato, para luego continuar con la última pregunta del trabajo de Wal-Mart.

El martes Fraçais, y luego aproveché para tumbarme una horita antes de comer. Tras la comilona, rumbo a clase de IBE. Al acabar, recogí el trabajo de FMI (Financial Markets and Institutions), con la calificación global y una hoja con comentarios del profesor. Un 70%, así que de lujo. No sé si ya lo he comentao, pero aquí se aprueba a partir de un 40%, que viene a ser nuestro 5 de toda la vida. Eso sí, aquí eso de obtener más de 80-90% es muy extraño, mientras que en España si lo bordas puedes tener un 10. A la hora de que me convaliden las notas de aquí, creo que ese 7 viene a ser como un 8 o más en Murcia, con lo que no me puedo quejar. Tras eso, tutoría de la misma asignatura, a la que asistimos 4 gatos contaos.
Después me fui a la oficina de turismo para preguntar cómo se podía llegar al estadio del Manchester City, que el jueves iba a ir con mi padre y quería saber la mejor forma de ir. Me dijeron que cogiese el autobús 216, si no recuerdo mal, desde el centro.
Ya en mi habitación, dejé prácticamente finiquitao el trabajo de Wal-Mart.

La mañana del miércoles la pasé en la lavandería, aprovechando los tiempos entre el lavado y el secado para escribir la anterior entrada del blog.
El calendario de los exámenes ya está fijao, y tengo 4 exámenes en las 3 primeras semanas de mayo. Después: nada, soy libre.
Pasé la aspiradora, y acabé definitivamente lo de Wal-Mart.
Por la noche, cogí el autobús rumbo al aeropuerto, que tenía que recibir a mi tercera visita: mi padre. Su mini-equipaje y él aparecieron puntuales en lo que iba a ser una estancia hasta el domingo.

El jueves nos dimos una vuelta por el centro de Manchester: la plaza principal, la noria, el barrio chino,…



Le enseñé mi facultad, y vio cómo imprimía y entregaba el trabajo de Wal-Mart, con el tema de rellenar la hoja y meterlo en el buzón. Lo abandoné durante una hora, porque tenía clase. En ella, Josema me comentó que por lo visto justo uno de los exámenes coincide con el día de nuestra graduación en Murcia. ¡Qué bajón! Yo que tenía pensao graduarme 2 veces y todo… jejeje.
Fuimos a comer a un buffet oriental. Picoteamos de aquí y de allí. Mi padre se hinchó a comer especialmente :) Después lo volví a abandonar, porque tenía clase, aunque iba a ser presumiblemente corta. En efecto así fue. A los 30 minutos, de las 2 horas que dura la clase, ya estábamos despachaos, así que lo llamé para encontrarnos de nuevo. Nos dimos otra pequeña vuelta, y fuimos a tomarnos el ya clásico hot chocolate.
Cogimos el autobús. Destino: Manchester City Stadium. Tocaba ver el partido entre el City y el Copenhagen danés. Estaba lloviendo y hacía fresquillo, la verdad. Eso sí, aquí lo tienen tó controlao, y reparten ponchos, así que nos cogimos un par de ellos. Aún así, no los usamos. Nos había tocado ponernos en uno de los laterales prácticamente a ras de césped, pero preguntamos (pregunté) si nos podíamos poner en esa zona pero en la última fila, cubiertos de las inclemencias meteorológicas. Y así fue como pudimos ver a Robinho y compañía. El partido al descanso fue 0-0, aunque finalmente el City se puso las pilas con un 2-0, mientras que los danese metieron un gol en el descuento para dejar el marcador final en un 2-1.
Cenamos en el Burger King del centro, porque era tarde y había hambre. Al llegar a casa, entré en la web del Liverpool, y compré 2 entradas para el museo y visita al estadio para el día siguiente.

Tenía que imprimir el resguardo del pago, así que el jueves, antes de coger el autobús con rumbo a Liverpool, fui rápidamente a mi facultad, que está al lao, para imprimir eso. Subí a la sala de ordenadores, le di a imprimir el pdf que tenía y… no tenía crédito/saldo. El día anterior había gastado el dinero que tenía en mi cuenta de la universidad imprimiendo el trabajo de Wal-Mart, y no me había percatao del asunto. Teniendo en cuenta que no me daba tiempo material a bajar, meterle dinero, y volver a subir, le pregunté a uno que había en los ordenadores a esas horas de la mañana (8.30) que si tenía saldo en su cuenta, para si no le importaba imprimirme 2 hojas. Al segundo intento, un guiri me dijo que sí, que sin problemas. Le di 20 céntimos (aunque realmente sale a 5 céntimos la copia, pero fui muy generoso dándole 10 centimillos de propina, jeje), y corriendo pa la estación, que iba justo de tiempo. Llegué, y al poco salió el autobús.
Ya en Liverpool, pasamos por la calle de las compras (comprando únicamente un café, no muy bueno según mi padre, que yo de eso no tomo), y fuimos a Albert Dock, que es la zona del puerto y una de las cosas que más podía gustarle a él. Nos dimos una vuelta, y fuimos a Anfield, que a las 2 teníamos nuestra reserva. Bonito estadio, y curiosa devoción que tienen a los españoles, sobre todo a Rafa Benítez (el entrenador del equipo). Gran parte del museo está centrado en la Liga de Campeones del 2005, en la que de forma épica remontaron un 3-0 al descanso para imponerse en los penaltis. Curioso me pareció también un hecho que desconocía: hubo un penalti a favor del Liverpool en la 2ª parte, que lo tiró Xabi Alonso, pero lo tiró él porque el capitán Carragher se “rajó” y no tuvo lo que hay que tener para lanzarlo.
Rumbo de vuelta al centro, y a comer. Mi padre estaba castigao por el buffet oriental del día anterior, y sólo quería/podía comer manzanas, así que compramos unas manzanas. Yo me agencié un Big Mac. Nos dimos una última vuelta, y nos despedimos de Liverpool.

El sábado tocaba la tercera visita futbolera: Old Trafford. Vimos el museo y el estadio (“El teatro de los sueños”).

Ambiente de los “diablos rojos” por los cuatro costados. Vestuario elegante, recuerdo a los futbolistas víctimas de un accidente en los año 59 (creo recordar) del que sobrevivió un tal Bobby Charlton, Cristiano Ronaldo, el triplete del último año, etc.
Cruzamos el río/canal, y ya estábamos en Salford. Quisimos entrar al museo, pero justo acababa de cerrar, así que fuimos al centro comercial a comer. Mi padre siguió con su dieta de la manzana (me salió barata su visita), y yo mientras fui al Burger King. En estas visitas es cuando peor como, porque generalmente como en mi residencia de una forma más o menos variada y nutricional, sin tanto Burger o McDonald. Pero cuando sales a dar vueltas y ver cosas, a veces es la opción más segura y mejor.
Cogimos de nuevo el tranvía destino a casa, y cenamos. Después dimos una vuelta por la Curry Mile, contemplando los baretos indios, paquistanís y similares de esta zona.

El domingo nos dimos la última vuelta conjunta por el centro. Comimos aquí en mi residencia, y cogimos el autobús para el aeropuerto. El 43 tardo un poco más de lo esperado en pasar, así que no llegamos con 2 horas antes del vuelo, sino con 1 hora y media o algo así. Viendo que había cola al facturar, que mi padre sólo tenía una mini-bolsa, y que la mayoría que estaban facturando era para otro vuelo posterior, le pregunté a una pareja si le importaba que nos colásemos, puesto que también nuestro vuelo iba antes. Y coló. Acompañé a mi padre de forma clandestina, puesto que no debía haber pasao de una cierta puerta, y allí que me despedí de mi padre. Tenía ciertas dudas de que se decidiera a venir, aunque finalmente lo hizo y pudo verme y ver más o menos cómo estoy por estas tierras. ¿Siguiente visita?

domingo, 8 de marzo de 2009

2ª Red Week = 2ª visita

El lunes fuimos tempranito a la estación de autobús: los Beatles nos esperaban con los brazos abiertos. Al llegar, visita obligada por un par de centros comerciales y sus correspondientes tiendecitas de ropa y cosas varias. Sigo sin entender por qué no tienen en cuenta al sexo masculino y ponen sillas, bancos o incluso sofás en las tiendas. En fin, creo que eso es una batalla perdida.
Tras hacernos una foto con John Lennon y ver The Cavern, me vengué y me compré una sudadera de los 4 de Liverpool. Incluso me compré un par de zapatillas: 35 libras las 2, lo nunca visto.

Fuimos a la zona del puerto, que se llama Albert Dock. Teníamos pensado comer al ver aquello, pero vimos el museo de los Beatles y allí que entramos. Nos pusieron unos cascos en los que nos iban contando historietas (en español) de ellos, mientras íbamos viendo distintas salas con distinto material. Al final nos esperaba el “Imagine” y su blanco piano. Interesante.
Comimos en un restaurante que estaba justo al lado, y después fuimos al barrio chino (algo más grande que el de Manchester, que no es ná) y a la catedral. A media tarde nos tomamos un par de hot chocolate, para no faltar a la costumbre, y a las 6:30 cogimos el autobús de vuelta. Cuando nos quisimos dar cuenta, ya estábamos aquí.
Por la noche le estuve echando un vistazo al libro de francés, porque al día siguiente tenía un examen. Valía un 5%, así que tampoco me preocupaba mucho.

Tocó examen de gabacho el martes tempranito. Me salió mejor de lo esperado, como casi siempre. A ver si al final va a ser verdad que tampoco sabía tan poco. Tras la clase, quedé en el centro con mi madre. Ella había hecho uso de su bonobús semanal y se había dado una vuelta por las tiendas, aunque por lo visto tampoco le dio tiempo a ver mucho.
El plan era ir a Salford. Mi madre, antes de venir, había visto una foto que se supone que era de Manchester que le había gustao, con un río o algo así. Yo le había dicho que eso no era Manchester, que en todo caso sería a las afueras. Así que fuimos a la oficina de información y allí se confirmaron mis sospechas: se trataba de Salford, que quedaba a unos 15 minutos en tranvía. Antes de poner rumbo pa yá, nos quedamos un rato por el centro. Aquí a una noria, a imitación de la de Londres. Es más pequeñita, y mi madre insistió en montarnos. Yo accedí. Eso sí, menudo giñe pasé cuando nuestra cabina empezó a subir. Joder, miraba pa´bajo y me daba un vértigo que no veas. He estao en bichos más altos (la Torre Eiffel es así lo primero que me viene a la cabeza), pero nunca me había dado vértigo ná.
Pos para todo hay una primera vez. Estuvimos haciendo unas cuantas fotos, y a los 10 minutos o así nos tocó bajarnos.
Entonces pusimos rumbo a mi facultad, que no quedaba lejos de allí. Le enseñé un poco aquello: la cantina, unos cuantos pasillos, y un par de clases. Tampoco nada del otro mundo, pero es dónde me toca pringar, así que es importante.
Nos montamos en el tranvía. Llegamos a Salford, y allí que vimos el edificio que mi madre había visto por Internet. Tampoco era pa tanto, pero tenía mucho interés en verlo. Nos hicimos unas cuantas fotos por la zona (se veía el estado del Manchester United, que queda por allí), entramos brevemente a un museo que había por ahí, y fuimos a otro centro comercial. Allí vimos (vio) alguna tienda que otra, y comimos un poco allí mismo en un turco. Al rato, rumbo de vuelta. Entramos al Arndale en busca de tiendas y puestecitos. Sobre las 6, comí-cené de verdad: un Big Mac. En el turco no había comido casi, que no tenía hambre.
Volvimos a la residencia, y luego ya cenamos. Después, nos dimos una vuelta por la Curry Mile, que es la zona india que está aquí debajo de mi residencia. Estuvimos viendo los restaurantes rollo indio, unos llenos y otros vacíos, y cuando nos cansamos dimos media vuelta.

El miércoles fuimos nuevamente al centro, a darnos una última vuelta y de compras. Medio comimos, y pusimos rumbo al aeropuerto. La visita de mi madre llegaba a su fin. ¿La siguiente visita? Bueno, en una semana viene mi padre :) (No me libro de uno y viene el otro, jeje)
El resto de la tarde no hice prácticamente nada, salvo descansar y estar por aquí ganduleando.

El jueves teníamos la entrega del trabajo de IBE. Quedé con José Alberto a las 10, porque teníamos que terminar de imprimir 3 páginas y encuadernar el trabajo, así que fuimos a una facultad de aquí al lado para hacer eso. Después, pusimos rumbo a la nuestra facultad, donde entregamos el trabajo en el buzón correspondiente, acompañado de un cd con el archivo en formato Word, que creo que así la tía después se apunta las palabras totales del trabajo. Nos quedó bastante decente el trabajo.
Comí, y por la tarde, a dormir. Llevaba unos días de aquí para allá, así que me ¿merecía? descansar. Mientras yo creo que soñaba y tó, llamaron a la puerta. Era Hailey, para ver si me iba con ella a la lavandería, que tenía que ir, y como al lado hay un billar, para ver si me animaba a jugar. Por supuesto que sí.
Cené, y me puse con el siguiente trabajo: el de Wal-Mart. La entrega era el jueves siguiente, así que tenía una semana para hacerlo. Eran unas 3.000 palabras más o menos (unas 8 páginas), y teníamos que desarrollar 4 preguntas.

Mi fin de semana de 3 días comenzó a las 10:30 del viernes, que fue cuando me levanté. Me puse con la primera pregunta de Wal-Mart. Después de comer me acosté a descansar (a descansar de qué, que dirán algunos). Y luego me porté como todo un campeón, yendo al gimnasio un rato, que pagué un pastón en septiembre y a veces me da remordimiento y me digno a ir. Por la noche seguí con lo de Wal-Mart, que es lo que toca.

El sábado no cambió mucho el panorama. Levantarme antes de las 12 y pasar a hacer la segunda pregunta del caso. Comer y dormir, para no faltar a la costumbre. Y tras la cena, que es cuando más rindo, más Wal-Mart.
Y el domingo… más de lo mismo. Esto de los trabajitos es un asco. Prefiero mil veces hacer exámenes, o trabajos en español, jeje. Que a veces te atrancas para poner alguna cosa y no veas. Eso sí, se nota que este es el cuarto trabajo: todo sale más fluido y ya no escribo algo en español y luego lo traduzco, sino que me pongo a darle a las teclas directamente en inglés, y a ver lo que sale. Y cada poco dándole a “Contar palabras”, a ver si se acerca al número que hay que llegar.
Por la tarde seguí con mi amiga Wal-Mart, versión tercera pregunta. Cierto es que los sábados y domingos en lo que pringo, tampoco es que me tire todo el día trabajando. Siempre estoy con el Marca, viendo resultados de deporte y cosas así, con lo que claro, me entretengo más que un tonto y luego a lo mejor sólo he estado un par de horas de verdad intentando hacer algo de verdadero provecho. Pero lo primero es lo primero (estar informado del deporte, por supuesto). Por las noches, generalmente, es cuando remonto y realmente hago cosas.

miércoles, 4 de marzo de 2009

De trabajo en trabajo... y tiro porque me toca

Bueno, aquí estoy de nuevo. A pesar del retraso en poner al día el blog, por aquí seguimos, al pie del cañón.

Una semana más. Lunes. Tras un par de clases y una práctica (tutoría que le llaman aquí), me pasé con Josema por el despacho de Nuran Fraser, que es la profesora de IBE y también nuestra supervisora del Project. La visita fue sorprendentemente productiva: estuvimos viendo unos trabajos de IBE de cursos anteriores. Teníamos pensando organizar el trabajo de una manera, pero tras ver los índices de esos trabajos, llegamos a la conclusión de que era mejor hacerlo como la gente de otros años. Esto es: primero explicamos todas las teorías en plan rollete, luego hablamos del Banco Santander y aplicamos las teorías posibles, lo mismo con el Mitsubishi UFJ Financial Group, y para acabar hacemos una comparación global. Perfecto.
Comí en la cantina (sobra decir qué, a estas alturas), con Giacomo, que me lo encontré casualmente por ahí echando una mirada por entre las mesas por si conocía a alguien. Sí, estaba yo.
He llegao a una conclusión. Bueno, a ser verdad ya lo sabía de antes, pero ahora ya lo he confirmao. Los ingleses no saben escribir. Las clases del ELSIS de las últimas semanas tratan de escribir. Lógicamente, a los guiris (este caso, nosotros) nos cuesta poner bonitos nuestros escritos, llegando a un punto que da la impresión que uno siempre usa las mismas estructuras y recursos. Pero es lo que hay. Sin embargo, hay un par de ingleses también en el curso éste de inglés, y no los veo mucho mejor que nosotros. Seguramente eso también pasará en España, que hay gente que escribe que da pena. En fin...
A las 6 ya estaba de vuelta en la residencia, aunque el resto de la tarde no hice gran cosa. Ver alguna cosilla del Project y ya está.

El martes, tras el Francés, quedé con Josema para que me dejase un Project del año pasado, más que nada para fotocopiármelo y echarle un vistazo. Pasé por el centro comercial Arndale: tenía que ver cómo iba el ritmo de venta de las entradas para el partido de la UEFA entre el Manchester City y el Copenhague para el día 26 de Febrero. ¿Por qué? Se supone que mi padre me iba a hacer una visita aprovechando para ver un partido del Manchester United, pero viendo que eso se antoja sorprendentemente complicado, pos tendrá que conformarse con el City. Y mejor en Febrero que en Marzo, que estaré centrao en el Project (me imagino); luego viene Semana Santa y en Mayo los exámenes, así que luego a luego tampoco va quedando tanto tiempo para visitas. Me dijo un tío que había entradas de sobra.
Por la tarde me fui a jugar a los bolos. El sitio estaba anca-dios, y pa yá que fuimos en autobús mucha gente de Mill Point y servidor. He de decir que no estuve muy fino, porque no gané ninguna de las 2 partidas. Pero bueno, a poco a poco. Ya prácticamente se me fue la tarde, porque me fui sobre las 5:30 y volví a eso de las 9:30.
Por la noche ya se confirmó la tercera visita: mi hermana le sacó los billetes de avión a mi padre, del 25 de Febrero al 1 de Marzo. Tiene truco: tampoco son tantísimos días, porque recuerdo que Febrero tiene 28 días :)

El miércoles por la mañana fui en búsqueda y captura de las entradas del partido. Me tomaron los datos, me dieron una tarjetita y las 2 entradas previo pago de 40 libras en total. Pude elegir asiento (al lado de uno de los pasillos de salida) y me ahorré 3 libras, que era lo que me costaba por reservarlas por Internet.
Para comer “hice” carne con patatas fritas. Un par de filetes de carne con salsa que venden en el Tesco, y patatas fritas congeladas de bolsa, al horno. Me quedó queniquelao.
Por la tarde quedé en la puerta del Lidl con el chino cudeiro con el que me voy dentro de unos fines de semanas con una familia guiri. Estaba en la puerta y veía pasar a chinos y más chinos, y claro, no tenía ni idea de cuál iba a ser el mío. Al final se me presentó, me pagó los tickets de tren que yo le había sacado por Internet, y se los dí. La cosa no doy pa más. Estamos en contacto por cualquier cosa, y si no pasa nada antes, pos ya lo veré el 20 de Marzo.
Por la noche tuve una pequeña ración de fútbol: España-Inglaterra, nada más y nada menos. Fui un poco el partido aquí en la cocina-comedor, pero sin mucho forofismo, que tampoco es que yo sea muy juligan.
Seguí con el trabajo de IBE, y a eso de las 3 y pico desconecté a mi cama.

El jueves me levanté para ir a las clases respectivas. Una de 1 a 2, vuelta a casa a comer, y vuelta a la universidad para la clase de 4 a 6. El profesor estuvo comentando las preguntas del trabajo de tenemos que hacer, que es sobre Wal-Mart. Viene a ser la cadena de super-hiper-mercados más grande del mundo. Ahí es ná.
Por la noche, bajé con Hailey a la recepción. Aquí somos buena gente y reciclamos y todo. Eso sí, el contenedor del papel no nos pilla aquí debajo, y tenemos que ir a la recepción para que nos abren un candao para echar los papeles y cartones. Uno de la recepción se empeñó en que sólo teníamos que meter los papeles, que los cartones de crispis y esas cosas no se debían poner. Van aparte, por lo visto. Según me dijo la inglesa, aquí los contenedores de papel no son azules, como en España: son de otro color (aunque ahora mismo no recuerdo cuál me dijo, jeje). A las 4 cerré el negocio.

Viernes 13. Buen número. Me levanté tarde, a las 1:45, así que prácticamente lo primero que hice fue comer. Un sobre de pasta muy bueno. Estuve escribiendo la entrada anterior del blog, y continué con el trabajo de IBE. Estuve pringando juntando las 3 partes del trabajo: la de Josema, José Alberto y la mía. Tres jotas, como los buenos jamones. Me puse con el índice, poniendo apartados y todo el rollo ese, que me llevó un buen rato.
Antes de acostarme, ví algo del partido de los Rookies de la NBA por Internet, que jugaban Marc Gasol y Rudy Fernández. Como si no tuviera ya bastante, encendí el flexo y me puse a intentar acabar los sudokus que de vez en cuando intento hacer. Está claro que el 13 es un buen número, porque conseguí terminarlo entero. Creo que es el segundo que consigo acabar. Qué buena forma de acabar el día :) (¿Suena muy friki?)

El sábado tocaba hacerle una visita a la lavandería, porque la ropa se la lava sola ni luego aparece bien doblada en el armario, como siempre había pensado. Me levanté a la 1 y media, y con el paso por la lavandería ya se pasó la mañana.
Por la tarde ya rematé el trabajo de IBE. Se lo mandé a José Alberto, que él haría la portada y pondría los números de página al índice. Se supone que eran unas 5.500 palabras, pero hemos llegado a unas 9.000. En total, más de 50 páginas, cuando creía que no íbamos a llegar ni a las 15.
Era el cumpleaños de Kate, así me invitó a pasarme por Mill Point, dónde iban a tomar alguna copichuela y tarta. Fui por ella y por lo segundo, evidentemente. También estaba allí su hermana, que por lo visto llevaba aquí ya unos días. Sobre las 2 me retiré a mi morada, que el siguiente tenía que madrugar: venía mi madre. Aún así, al venir me puse a ver el concurso de mates de la NBA. Competía Rudy, y en uno de los mates contó con la ayuda de Gasol. Tras varios intentos, hizo un mate bastante bueno, pero en las valoraciones de sus mates hubo un poco de patriotismo y el europeo se quedó fuera a las primeras de cambio. La diminuta-kriptonita Robinson ganó a superman Howard.

A las 12 me puse en pie el domingo. Desayuné y me fui en busca de mi madre, que llegaba a las 13:30. Tardó un poco en salir, pero salió. Venía pa 3-4 días con una tortilla debajo del brazo: ya teníamos qué comer. Unos filetes de carne con tortilla española… qué rico. La semana que entraba era otra vez la Red/Reading Week, así que estaba libre de compromisos académicos salvo el Francés, que no perdona una.
No nos entretuvimos mucho, que tenía que enseñarle algo de Manchester. Nos dimos una vuelta por del centro de la ciudad, para que se hiciese una idea así por encimilla. A las 7 y pico la abandoné: la dejé en el autobús de vuelta a mi residencia, y yo me fui a cenar con Peter y compañía, que era su cumpleaños. Fuimos a una pizzería, y yo en cuanto terminamos me fui a mi residencia, que tampoco era plan de irme por ahí y dejar a mi madre aburría en la habitación. Decir que mi madre me “obligó” a ir, que decía que no quería que dejase de hacer cosas por su culpa. Así, a las 10:30 ya estaba de vuelta. Hinchamos el colchón en el que me tocaría ¿en suerte? Dormir estos días, y al poco caímos rendidos. Había que descansar, que el lunes tocaba Liverpool.