martes, 9 de diciembre de 2008

Fría semana Erasmus

Como ya dije en la anterior entrada, el frío de verdad ya venía. Y efectivamente, ya ha hecho acto de presencia.

El lunes me levanté a eso de las 10. Abrí la ventana, me asomé, extendí mi mano y pequeños copitos de nieve se posaron en ella. Era agua-nieve, y me venía a decir que en cualquier descuido nevaría de verdad.
A media mañana, fui en busca de mi supervisora del Project, y allí que la encontré. Me tenia que dar el feedback de la propuesta que hice hace ya unas semanas. La tía es bastante agradable y siempre te dice las cosas con buena cara. Preguntes lo que le preguntes, siempre te dice que no te preocupes y que le mandes un email o le hagas una visita para cualquier cosa. Entré al despacho, me enseñó mi propuesta, impoluta, y me dijo que todo estaba bien. La verdad es que dudo que se la haya leído, porque no tenía ninguna anotación: ni buena ni mala. Pero en fin, le hablé de las cosas que me gustaría hablar en el trabajo y me dijo que sí, todo bien, que me ponga en ello y que le visite para cualquier cosa. Eso haré.

Teniendo en cuenta que el martes tocaba levantarme a las 8, y avisado por la posible nieve, nada más levantarme fui a la ventana para ver cómo se presentaba el día. No nevaba, pero hacía frío. Así que cogí la cámara por si acaso y me la llevé al francés. A mitad de la clase, alguien comentó que estaba nevando, y sí, era cierto. Molaba. Creo que nunca he visto nevar, aunque sí la nieve. Le dije al profesor que si se íbamos a terminar la clase, pero se ve que él está acostumbrado a ver el blanco elemento y me dijo que no. Al acabar la clase ya había parado de nevar, pero mi cámara y yo volvimos a casa a pata (en vez de en autobús) para ver si caía la breva, digo, la nieve. No nevó en el camino. Lástima.
Por la tarde tenía la presentación grupal sobre CSR. Tras ajustar el proyector, pa'llá que fuimos. Empezó Josema, continué yo, me siguió Giacomo y remató Flavio. Quien más y quien menos leyó lo que tenia previsto, y con más o menos gracia se presentó. Nos quedó decentemente y creo que dijimos las cosas claras sobre el tema. La profesora, la misma del Project, debió quedar convencida porque nos puso un 95%, con lo que ya tenemos 0,95 puntos de esa asignatura :)
Era el cumpleaños de Sonia, que cumplía 21. Nos citó a partir de las 9 en Mill Point, en su piso. No faltaron tartas, “pihcolabih” y bebidas. Y cómo no, regalos. Muchas fotos con algunos de nosotros en ellas, una película, un par de colgantes o cosas para el pelo, alguna que otra cosa más, y el mejor regalo de todos: el nuestro. Un pijama con una vaca tocando la guitarra, y una tarjeta firmada con dibujos “Made in Flavio” de nosotros. Peter, Giacomo, Flavio, Josema y yo dibujados especialmente cachas, porque “Our friendship is so strong...”. La verdad es que estuvo muy bien, y creo que Sonia se lo pasó bien, que es lo que importaba. Por allí estuvieron, además: Kate, Pauline, Jessica, Gaelle, Stella, Jon, Alexis, y alguna que otra persona más. Sobre las 3, vuelta a casa.

El miércoles me levanté tarde, y lo único que hice fue seguir maquinando cosas para el Project y leerme unos cuantos Speeches (discursitos) del Banco de Inglaterra. Justo a la vuelta de Navidad tengo que entregar un trabajo, y podemos sacar ideas y referencias de esos discursos. Cogeré alguna idea y me apuntaré las mejores frases por si luego me interesa reproducir alguna.

El profesor de la clase del jueves por la tarde es un personajillo. Hemos estado muchas semanas que sólo hacíamos presentaciones nosotros. De hecho, ésta era la tercera vez que él explicaba. Y tampoco explica mucho. Más bien de dedica a contarnos su vida, a hacer alguna que otra gracia y poco más. La clase es de 2 horas, pero entre que llegamos todos, nos ponemos, el proyector se pone en huelga, hacemos un descanso de casi 15 minutos, explica (poco) y luego salimos generalmente antes… pues no hacemos nada. Y encima ahora dice que lo más seguro es que la clase del último jueves antes de Navidad no la demos, porque como mucha gente se va… Lo podía haber dicho antes, porque yo me saqué el vuelo el viernes por ser buen estudiante y no perderme la clase del jueves. Ya veré en qué queda el asunto.
Luego estuve un ratillo hablando con Irene, de la que no sabía ná. Por lo visto, en Enero ya nos hacemos las fotos de la orla de graduación. Eso si que es previsión.

El viernes ganduleé por la mañana. Por la tarde/noche venían unas amigas de Inma. Una llegaba por la mañana, y el resto por la tarde previo paso por Liverpool. Conocía a 2 de ellas, porque también habían estudiado conmigo: Maria José y Almudena. Sobre todo conocía a Maria José, que coincidimos ya en 1º de ADE y había cierta amistad. Aprovechando que venían, que había cierta confianza y que mi madre me quería mandar una “sorpresa”, mi hermana se puso en contacto con ella para ver si era posible que ella se trajera “eso”. Se supone que era una sorpresa, y también se supone que mi hermana me había chivado lo que era: un calendario de adviento personalizado. Algo raro, sí, pero eso esperaba.
Tras las presentaciones y reencuentros, Maria José me dio una bolsita con el regalo. Nada más abrirla, me encontré con Pocoyó en forma de peluche. Me gusta Pocoyo y sus amigos Pajaroto, Eli y Lula. Son unos dibujos para críos pequeños, pero me hacen gracia. Luego saqué de la bolsa un adaptador/enchufe, lo que ya me hizo dudar totalmente. Se supone que esperaba algo de chocolate, no nada eléctrico. Ya lo siguiente me lo aclaró todo: una funda ASUS. Sabía lo que me esperaba dentro. Un mini-portátil con Linux que por lo visto se lo está comprando tó dios en Murcia porque están dando unas ayudas de 200 € por la compra de un ordenador con conexión a Internet, o algo así. Sorpresa, sorpresa :)
Luego íbamos a celebrar el cumpleaños de Sonia nuevamente, también aprovechando que estaban aquí las amigas de Inma. Fuimos a M2 (em chú), que era una discoteca en la que pusieron toda la noche música jaus repetitiva. No es mi música preferida, ni mucho menos, pero todo por una buena causa.
Tras pasar brevemente por Mill Point, esperé un rato el autobús y a las 5 llegué a casita.

El sábado volví a levantarme tarde. Probé un poco el nuevo ordenador, y lo puse a cargar. Luego hablé un rato con mi hermana, mi madre, mi padre (es verdad, no te he mencionado mucho!!!), y con mi abuela, mi tío y mi prima, todo vía Skype. Prácticamente no gasto teléfono. Habrá que hacerle un monumento a los del Skype y el Messenger.
A las 7:30 era el concierto navideño en el que actuaba Sandrine. Era en la catedral, y quedé a las 7:15 allí con Eva, belga que conocí el segundo día por aquí y que sólo me había cruzado otra vez más. También vino Geraldine, amiga francesa de Sandrine. Y allí que nos sentamos los 3 fans en un banco. Otra amiga suya había llegado antes y había cogido buen sitio. A nosotros nos tocó ponernos casi en un lateral y con una hermosa columna casi en nuestra cara. Empezaron los del coro, y tras casi una hora, hicimos un descanso en el que nos ofrecieron té y alguna galletita. Sandrine todavía no había hecho acto de presencia. En la segunda parte fue el turno de los instrumentos, y allí que se sentó Sandrine. La vimos casi de espaldas, pero por lo menos la veíamos. Eso sí, durante todo el concierto pasé un frío… estaba helado. Tienen que poner calefacción central en las catedrales, que si no no va a ir ni Dios (nunca mejor dicho). Al final le tocó el turno al público de canturrear algo. Yo creía que el concierto era de villancicos y cosas así, pero estaba equivocado, así que no me sabía ninguna canción, ni siquiera de oidas. Tras mover unos minutos la boca, se dio por terminado el concierto.
Tras hacernos alguna que otra foto, nos fuimos a cenar a Pasta Hut (sí, Pasta, no Pizza), pero estaba cerrado. Así que nos tocó buscar algo alternativo y acabamos en… McDonald. Big Mac entre pecho y espalda.
Serían las 11 y media, y en vez de volver a casa, me iba a reenganchar con Inma & company. Iban a hacer una cena española, con tortilla de patatas, jamón serrano, … El problema es que todo eso me lo perdí, porque cuando llegué ya no quedaba nada, salvo la sangría. Estuvimos más o menos los de siempre, más de las amigas de Inma. Son yeclanas, y después murcianas. Ya al final, Giacomo se puso a buscar sus zapatillas. Como vive allí mismo y hay moqueta, se había quitado las zapatillas e iba sólo con calcetines. Josema las cogió y las colgó en el palo de las cortinas de las ventajas del salón-comedor. Estaban visibles, pero Giacomo no daba mucho de sí y sólo miraba por el suelo, una y otra vez. Al final nos dio pena, y tras cagarse en todos nosotros, pudo ponerse sus zapatillas para volver a casa. Yo también volví a la mía, pero esta vez en autobús pese a la rasca que caía. Llegué a la parada y justo pasó uno de largo. Tras la espera de media hora del día anterior, decidí echar a andar e ir mirando de vez en cuando por si veía venir al autobús. Cuando estaba ya llegando, vi al autobús pasar. Qué desgraciao. Ya podía haber pasao antes. Con todo, a las 4:15 me acosté en mi camita.

Esta mañana, como estos últimos 2 días, me he vuelto a levantar a las 12 y media. He comido un asado que ha estado muy bueno, aunque he de decir que yo no lo he preparado. Venden raciones individuales en el Tesco, así que sólo te toca poner el horno y esperar unos 20-25 minutos.
Por lo demás, llevo todo el día medio-empanao (o empanao entero), ganduleando en el ordenador y escribiendo estas líneas. Por cierto, que los primeros párrafos los he escrito en el mini-pc, que tengo que ir acostumbrándome a sus teclas diminutas.
Estos días, incluido este fin de semana, se supone que iba a aprovechar para avanzar con los trabajitos, pero me he lucío. No he hecho ná. Como se suele decir: mañana ya me pongo.

7 comentarios:

Guille dijo...

Wow, menudo calendario de adviento. Ya no tendrás excusas para probar Linux... *-)

Veo que todo sigue igual de bien :). Cómo se nota el espiritu Erasmus, allí todos los días son fiesta (o casi todos).

Hiciste bien en sacarte el bono, sobre todo viene bien para poder coger el "owl-bus", que menuda tiene que caer a esas horas.

Un saludo Omar.

PD: Por cierto, como verificación de este comentario, la palabra era "phene"...

Anónimo dijo...

Ejem ejem... costó trabajo q nos dieses el número de Mª José, converterte de q te ibamos a enviar una sorpresa (sin q te ilusionases por ello demasiado) etc, etc. Pero bueno, al final te llegó la sorpresa a tiempo.

Bueno, ya queda poco para q vuelvas a casa por Navidad!!!

Ánimo y disfruta d lo q queda de Manchester de este año.

A ver si ya para el próximo año la gente se anima a visitarte... :-)

Anónimo dijo...

espero que te gustara la sorpresa, nos hacía mucha ilusión

Anónimo dijo...

Tienes futuro como escritor, escribes tan bien como lo hacía tu abuelo Ginés

Anónimo dijo...

Utilizas con frecuencia la preposición TRAS (después de) y cunjugas a menudo, injustamente, el verbo GANDULEAR.

Juanmi dijo...

Señor jmrf-crítico: Usted si que "cuncuja" bien ;) Me fijaré más a la hora de expresarme (o no).

Gracias por los comentarios.

Guille dijo...

Yo te veo más de poeta, no por la bragueta, si no por la nube que te empuja al suelo. ¿Por qué? Ni idea... ;).