miércoles, 5 de noviembre de 2008

Lake District y otro negro episodio

A las 7 y media me puse en pie. Me pegué una duchita calentita. Desde la primera semana que estoy aquí, el agua de la ducha estaba saliendo a una temperatura media-caliente, y a mí me gusta caliente-ardiendo. Tiene un regulador de la temperatura, pero salvo los primeros días, el agua no parecía salir a la temperatura a la que la ponía. No sé cómo, pero al girar la rosca, como hago siempre, noté que el agua salía ardiendo. Qué gusto. La bajé un poco, que no es plan de mojar mi cuerpo a 45 grados.
Hice unos sándwiches, cogí un plátano, llené una botella de agua, y puse rumbo a la International Society, desde dónde salía el viajecito (organizado, esta vez). A las 8:20 ví a Inma, Sonia, Pauline y Kate. Del grupeto que solemos hacer este tipo de escapadas, faltaban Flavio, Giacomo y Josema, así que era el único tío para tanta tía. Así las cosas, subimos al autobús en dirección Keswick – North Lake District, sitio al que llegamos 2 horas después. Me esperaba una visita por varios lagos.
Tras pasar por la oficina de información y organizar un poco el día, echamos a andar hacia Castlerigg Stone Circle. Estaba a 1,5 millas, así que nos esperaban 40 minutos de caminata hasta llegar allí, que por lo visto era como lo de Stonehenge pero no tan famoso. Tras una larga y empinada (pa´rriba) caminata, llegamos a ver los pedruscos. Efectivamente, era rollo Stonehenge, con unas cuantas piedras puestas en círculo. Hicimos las fotos de rigor, contemplamos el paisaje, y media vuelta.

El camino de vuelta fue menos pesao, ya que era cuesta abajo y lo amenicé comiéndome unos sándwiches. Entre tanto, me di cuenta de que estaba equivocado. Yo creía que íbamos a un sitio para ver varios lagos, donde nos darían una vuelta y eso. Pero no. Ahí cerca había un lago. Uno.
Llegamos nuevamente al pueblo, pequeñito. Terminamos de comer lo que nos habíamos llevado, y nos tomamos unos hot chocolate. Lo siguiente previsto era un paseo en barco por el lago. Las 7 libras del trayecto desanimaron a Kate y Pauline, así que sólo fuimos Inma, Sonia y yo. Nos esperaban 50 minutos de paseo. Y la verdad es que mereció la pena.

No nos llovió, y aunque el cielo estaba amenazante (como siempre por aquí), pudimos ver esos paisajes tan chulos que abundan por estas tierras. Agua, verde, marrón, montaña, cielo. En el trayecto, Sonia cogió la cámara y no la soltó. No exagero si digo que hizo más de 100 fotos. Cuando me las pasé, lo comprobaré. Muy bonito todo aquello. A las 5 el autobús nos trajo de vuelta.
Tras acompañar a Pauline hasta el hospital, que decía no encontrarse del todo bien, llamé a Maria Dolores. Es de Orihuela, la conocí en Irlanda, estudia lo mismo que yo en Murcia y había venido a Manchester unos días a ver a una amiga (Marisol), que también estudia aquí. Ella me identificó y se me presentó el segundo día del Orientation, pero no la había vuelto a ver. Fui con ellas a su piso-residencia, y estuve hablando un ratillo con Maria Dolores. Con ella me suelo reir mucho, aunque ella me dijo que no le hacía nada de gracia el frío tiempo de aquí ni que esté oscuro tan pronto. Entiendo que esas cosas echen pa´tras.

Para hoy, domingo, ya tenía plan: ver a las 5 la Fórmula 1, que se decidía el mundial entre Hamilton y Massa. Por la mañana no he hecho gran cosa, y al mediodía día me he puesto a hacer espaguetis en el horno. Con jamoncito, chorizo y queso. Y bueno, me ha quedao queniquelao. Estoy que me salgo :)
He empezado a comer a las 4, y prácticamente he empalmao con la carrera. La cosa ha empezado animada, con lluvia antes de salir. He rezado para que Hamilton se quedase encharcao, pero Dios no me ha hecho caso y ha podido salir. La carrera se ha ido desarrollando, y la cosa se ha ido poniendo mejor. Hamilton tenía que quedar 5º como poco. Ha llegado a estar 7º, 6º, 5º, 4º,… 5º… Estoy en territorio enemigo, y justo en ese momento ha llegado al salón mi inglesa. La tía no sabía ni quien era Hamilton. Ver para creer. Le he dicho que quería que perdiese su paisano, y que iba a perder, que lo veía. Ha llovido de nuevo, y al bueno (malo) de Hamilton le ha adelantado Vettel (ganará varios mundiales, ya lo avanzo) cuando quedaban 2 vueltas para el final. Perdía el mundial. Estaba eufórico, y los comentaristas guiris estaban esperando que Hamilton pudiese adelantar a Vettel o a Glock, que iba por delante pero con ruedas de seco, e iba perdiendo tiempo. Cual ha sido mi desgracia, que cuando quedaban 2 curvas, Hamilton y Vettel han adelantado a Glock (de nombre Timo)… Así, Hamilton ha podido llegar 5º, y el mundial estaba en su bolsillo. Increíble.
Acabo de ver por Internet los últimos minutos de la retransmisión de la carrera de Telecinco, y la verdad es que se nota un montón que están/estamos en contra de Hamilton. Tanto es así que no han sido conscientes de dicho adelantamiento hasta medio minuto después. He de decir que yo he seguido la carrera por ITV y sí que he sido consciente, al momento y para mi desgracia, de que Hamilton iba a ganar el mundial. En fin, tarde de emociones deportivas y chasco final, más que nada porque el inglés le quita a Alonso de campeón más joven de la historia. Reconozco que Hamilton no es manco y el tío es bueno, pero me da igual, quería que no ganase. Se ve que el afecto por Inglaterra/Reino Unido o todo lo perteneciente o relativo a ella, no me ha calado aún.

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